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individuos humanos conocemos en la medida de nuestras posibilidades, aunque dichos gustos y placeres
no sean para tanto, sino más bien una exageración del Ego del trasfondo.
Pero existen individuos humanos, que son capaces de ir más allá de lo físico, es decir, son capaces
de recordar vidas pasadas, ya que por ejemplo, para los tibetanos o budistas, la reencarnación es algo
evidente, y por eso el decimocuarto Dalai Lama es la decimacuarta encarnación de un buda, de un ser
autorrealizado o maestro espiritual y por ello existen regresiones como el hipnotismo, que te permiten
recordar vidas pasadas y hasta te permite si cuadra, hablar lenguas pasadas, como también es el caso de
los niños prodigio, que son capaces de desarrollar una capacidad artística muy especial, y que ya traen
en la conciencia, sea la música, la pintura, etc, aunque si se lee a Pitágoras, ya dice que el alma es
inmortal, y que las circunstancias se repiten en determinados ciclos, y que esta alma va de unos seres
vivientes a otros.
A partir del Concilio de Constantinopla (553 dc) se deja de creer en la reencarnación y se hace
creer en la resurrección, aunque el misterio de la muerte sigue a inicios del tercer milenio, y por eso las
pesquisas en este campo tan trascendental, buscan amparo en el libro de los muertos egipcios y en el de
los tibetanos, aunque también hay que hacer caso de experiencias de individuos humanos, que la ciencia
médica convencional les daba por muertos, han vuelto a la vida de todos los días.
Por todo esto, se puede decir, que el cuerpo físico y la identidad personal mueren, desaparecen,
mientras que la conciencia continúa más allá de la muerte del cuerpo físico y de la personalidad, y por
ello, el grado de conciencia que en general tenemos los individuos humanos, es de un tres por ciento, y
por ello, el resto de la conciencia está repartida en parte subconsciente, que es cuando la conciencia está
dormida, en infraconsciente, que es la falta de conciencia y el infraconsciente que son niveles de
maldad.
La evolución de la conciencia, es la meta para que este tres por ciento de nivel de conciencia
evolucione, y no se quede ahí, y de esta manera la vida cotidiana parece que toma un sentido, ya que es
como una oportunidad que se le da a cada conciencia para ampliar ese exiguo tres por ciento de
conciencia, y llegar a un cien por cien algún día.
De todas maneras, no todas las conciencias llegan a la tierra o vuelven con ese exiguo tres por
ciento de conciencia, ya que algunas llegan por ejemplo con un cuarenta y cuatro por ciento de
conciencia, y por eso la primera ley universal de llegada de la conciencia a la tierra, es el retorno o
retornación, que es una ley natural y por la que todo retorna a su punto inicial, ya que por ejemplo, el
sol nace y se pone por la tarde, las estaciones vuelven una y otra vez, el alma humana retorna a su punto
de partida, a una nueva madre si está embarazada, y por tanto, esta ley del retorno, está representada en
la rueda de la vida, ya que si todo se va, todo vuelve a venir.
Por tanto, en la ley universal del retorno, todo va y viene, es una ley totalmente mecánica, es la ley
de la naturaleza, de los planetas, y por eso el retorno de cada conciencia se hace en espirales, que son
más altas o más bajas dependiendo del esfuerzo, ya que la ley del mínimo esfuerzo en el interés por
nuestra conciencia nos hará caer en espirales karmáticas involutivas, y por todo esto la ley universal del
retorno es como el origen del todo, pero en un continuo evolutivo, que nunca llega al final, pero
tampoco al principio, es decir, esta ley universal del retorno, es el movimiento continuo, y eso lo
podemos ver en el agua, que nunca se para, que nunca se cansa de ser agua, y por eso el Universo está
en un continuo movimiento.
Lo que pasa, es que si esta ley universal del retorno es tan clara para el trasfondo de luz de la
conciencia, no lo es tanto para la individualidad obsesiva del Ego del trasfondo oscuro de la mente
interior, el cual le molesta que haya una respuesta tan sencilla al origen del todo, ya que como es una ley
de la naturaleza, esta ley universal del retorno, es una ley mecánica, que hace retornar a cada conciencia
una y otra vez al planeta tierra.
Pero esto a pesar de ser algo tan claro para la comprensión de la conciencia, lo cierto es que el Ego
del trasfondo nos hace dudar de ello continuamente, ya que siempre suponemos lo mejor de cada uno de
nosotros mismos, y por tanto nos hace sentirnos aparentemente seguros de lo que pensamos y esta es la
causa de que muchos individuos humanos, y sobre todo los científicos de la naturaleza de la ciencia
oficial, duden de esta ley universal del retorno.
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