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los hechos humanos, ya que detrás de cualquier hecho humano, sólo existe la causalidad, la objetividad,
la necesidad o la universalidad, que se predican solamente que son características de las ciencias de la
naturaleza.
De esta manera, cuando se dice, que la universalidad, causalidad, objetividad o necesidad, es sólo
cosa de las ciencias de la naturaleza, está operando de una manera sibilina el complejo de superioridad
de la ciencia oficial, y el complejo de inferioridad de los dogmas religiosos, que también afirma lo
mismo, aunque con respecto a los hechos humanos y sociales, dice al igual que la ciencia oficial, que
este tipo de fenómenos, son parciales, casuales, innecesarios y subjetivos.
Por todo esto, tanto la ciencia oficial, como los dogmas religiosos, dicen que estos fenómenos
humanos y sociales, nunca son absolutos, y por tanto verdaderos.
De este modo, las únicas causas y efectos que son verdaderos, porque son absolutos, son los de
las ciencias de la naturaleza, mientras que los hechos humanos y sociales, sobre todo, en el caso de la
ciencia oficial, son relativos, y merecen la calificación de especulativos y opinables.
Por tanto, dentro de estos fenómenos humanos y sociales, tanto para el complejo de superioridad
de la ciencia oficial, como para el complejo de inferioridad de los dogmas religiosos, nunca existe un
saber cierto, acerca de que lo es perjudicial o beneficioso para la conducta humana.
Es por esto, que tanto los dogmas de la ciencia oficial, como los religiosos, lo que pretenden, es
que los individuos humanos, conozcan una gran cantidad de datos, pero que nada le dicen sobre su
interior, más bien lo que hacen es confundirlos todavía más, y hacer de la anécdota lo esencial, y de esa
manera no luchar para que este Ego del trasfondo oscuro de la mente interior se aminore, sino todo lo
contrario, que crezca todavía más.
Al no ser capaz de luchar lo suficiente, desde el trasfondo de luz de la conciencia, para aminorar
este Ego del trasfondo oscuro de la mente interior, lo cierto, es que caemos en los prejuicios de este Ego
del trasfondo, y por tanto se cumple la idea de que sólo la objetividad, la causalidad, la necesidad, y la
universalidad, tienen lugar dentro de las causas y efectos de las ciencias de la naturaleza.
De esta manera, el conocimiento que se obtiene dentro de estos fenómenos humanos y sociales, es
siempre un conocimiento, que corre el riesgo de estar fallido, ya que existe la creencia, apoyada sin duda
alguna por el Ego de los requerimientos de lo que el mundo quiere de mi, que viene del Ego del
trasfondo oscuro de la mente interior, de que la realidad, por mucho que la queramos investigar, no se
deja aclarar, como si no quisiera ser descubierta.
Pero este efecto lo produce el Ego del trasfondo oscuro de la mente interior, que hace ver a cada
individuo humano, que la realidad en la que desarrolla su vida cotidiana, es muy confusa, es decir, que
cuesta mucho comprenderla, y por tanto, que hace falta construir como una especie de historia
dogmática del pensamiento científico oficial, resaltando la sustitución en el tiempo, de unas hipótesis y
teorías, las unas por las otras.
De todas formas, lo que confirma todo esto, es la manipulación en la que vive el individuo
humano, por causa del Ego del trasfondo oscuro de la mente interior, lo que hace ver la falta de
trascendencia que tiene el individuo humano, cuando queda fascinado por la mente, es decir, por la
finitud de la lógica de sus procesos de razocinio, por lo que por muchas hipótesis y teorías que se
quieran ofrecer para explicar la realidad, estas teorías y hipótesis no son más que esbozos especulativos
del Ego de los requerimientos de lo que el mundo quiere de mi.
Por tanto, este Ego de los requerimientos de lo que el mundo quiere de mi, a través de estas teorías
e hipótesis de la ciencia oficial, lo que hace es negar, cosas evidentes, como que si hay un proceso de
evolución, tiene que existir por tanto un proceso de involución, dado que todo lo que nace y crece, tiene
que envejecer y morir, por ejemplo, la materia física de la luna murió, y por tanto actualmente, aun
cuando no se quiera ver así, la luna es un cadáver.
También, este Ego de los requerimientos de lo que el mundo quiere de mi, a través de estas teorías
e hipótesis de la ciencia oficial, niega que el omeyacan fue el ombligo del universo, y que hubo
sucesivos desdoblamientos a través de varias dimensiones, y el individuo humano comúnmente
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