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Todo esto ocurre, porque no se es capaz de luchar contra este absorvente y aniquilador Ego del
trasfondo oscuro de la mente interior, por lo que el individuo humano, que no tiene una personalidad
atmica, o un cuarto estado de la conciencia, va a ser siempre un rehén de las negativas situaciones
exteriores que su Ego del trasfondo interior atraiga, es decir, debemos darnos cuenta, que la vida
cotidiana tiene lugar en nuestra mente interior, dado que los estados de ánimo interiores, que sean
negativos, van a atraer situaciones exteriores cotidianas desafortunadas para el individuo humano que
sufre por culpa del Ego del trasfondo oscuro, de estos continuos y sucesivos estados de ánimo interiores,
que son negativos no sólo para el individuo humano que los sufre, sino que también repercuten
negativamente en la vida cotidiana de sus semejantes.
De esta manera, es como podemos darnos cuenta en este estudio científico de la conciencia
evolutiva, que por culpa de este Ego del trasfondo oscuro de la mente interior, grandes seres humanos
han tenido que enfrentarse a situaciones exteriores muy difíciles, porque sus continuos y sucesivos
estados interiores, han atraído esas negativas situaciones exteriores, ya que no han sido capaces de
poner en orden y de luchar contra la negatividad que le emite desde el trasfondo de la mente interior, el
Ego, dado que es cada individuo humano el responsable de las diversas situaciones exteriores que tiene
que vivir cotidianadamente, aunque no le guste reconocerlo, ya que prefiere pensar que es capaz de
controlar esas situaciones que le llegan del exterior.
Aunque la verdad, es que somos cada uno de nosotros, los que generamos con nuestra mente
interior, la cual está manipulada por la inmensa fuerza del Ego del trasfondo, esas situaciones exteriores,
es decir, es como si nuestra mente interior atrajera del exterior, todo aquello que nos está ocurriendo en
ese trasfondo del que conscientemente no nos damos cuenta, pero que inconscientemente nos impulsa
desde dentro de cada uno de nosotros mismos a actuar negativa y equivocadamente.
Es por esto, que este ámbito oculto del Ego del trasfondo oscuro de la mente interior, nadie lo
quiere reconocer, tenemos como vergüenza a admitir este nauseabundo trasfondo, que está más allá de
lo que fatalmente podíamos imaginar que teníamos en nuestro interior, pero la verdad es que este Ego
del trasfondo es muy real, tan real como los tres ámbitos psíquicos en los que vivimos, es decir, vivimos
en tres ámbitos que son la personalidad, que acabamos de investigar a través de las cuatro
personalidades kalkianas, el fondo, en el que están encerrados todo tipo de complejos, miedos,
equivocaciones, manías fobias, etc, y por último, el trasfondo, que está formado la oscuridad del Ego, o
como contraposición a ello, por la luz de la conciencia.
Hemos visto que la personalidad se expresa en el mundo físico de las formas, dado que usualmente
todos los individuos humanos se apoyan en una forma concreta, ya que decimos que somos de una
determinada manera, o nos creemos que tenemos una personalidad definida, e incluso podemos llegar a
admitir que tenemos un segundo ámbito psíquico, es decir, el fondo, que es la demostración psíquica de
nuestra fragilidad como individuos humanos, demostración que nos hace todavía más frágiles, al saber
que dicho fondo se encuentra irremediablemente en cada uno de nosotros, ya que nos cuesta aceptarlo,
es decir, nos cuesta aceptar que en este fondo se encuentran nuestros miedos, traumas fobias,
complejos, y muchas más cosas, ya que por ejemplo, en el fondo psíquico, se encuentran encerrados los
malos ejemplos y hábitos recibidos en el aprendizaje que todos hemos tenido que realizar para
adaptarnos lo más posible al mundo adulto.
De esta manera, en el fondo psíquico, se encuentran las heridas interiores recibidas del exterior, en
nuestro proceso de adaptación al mundo de los adultos, dado que estas heridas psicológicas o traumas,
son como una continuo malestar interno, que se percibe como una vibración tensa, resultado de una
niñez, adolescencia o primera juventud, cuyos ejemplos y hábitos recibidos no fueron bien digeridos, y
como consecuencia de ello, nos traumatizan, y cada uno de nosotros, sino somos conscientes de ello,
corremos el peligro de actuar de la misma manera que hicieron anteriormente con cada uno de nosotros,
nuestros maestros o padres, que juegan un papel esencial en la educación recibida desde pequeños,
aunque creemos que la situación no va a cambiar para mejor, ya que poca gente es consciente de este
ámbito del fondo psíquico.
Además, estos traumas que están encerrados en el ámbito del fondo psíquico, se construyen mental
y socialmente hablando, cuando el individuo humano es más inmaduro, dado que estos traumas se crean
por insultos, reveses emocionales, golpes físicos, burlas sufridas por los semejantes, accidentes
desafortunados que no se esperaban, el desprecio de ciertos individuos de los que se dependía de una
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