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muchas veces es difícil discernir, cuando una cosa viene del Ego o de la Conciencia, ya que lo ideal
sería que ese Ego no manejase este centro mental e intelectual, pero aún así, lo va a hacer, ya que al
final, esas malas palabras o malos actos, casi siempre salen hacia fuera, ya que al no poder estar
aplicando constantemente, durante la vida cotidiana, el método cognitivo de la conciencia, no se pueden
disolver los distintos egos, que nacen del Ego del trasfondo, por lo que sólo nos queda comprenderlos,
para tratar de aminorarlos, aunque tenemos que darnos cuenta, que nuestro Ego del trasfondo, es el
mismo ego que tienen los demás.
Escribir sobre el Ego del trasfondo, permite que uno se de cuenta, que ya nunca podrá justificar
que el que hace todas las cosas bien o es buena persona, sólo es uno mismo, y que los demás son los
malos, ya que todos somos iguales de malos y buenos a la vez, porque nadie en principio, es mejor que
nadie, ya que el bebé que nace, aunque no lo parezca, por lo pequeñito y desprotegido que parece, trae el
mismo Ego del trasfondo en su mente interior, que todos los demás individuos humanos, por lo que
todas las personas tienen los mismos egos, salgan o no, a la luz pública de nuestro comportamiento
exterior, pero ese Ego del trasfondo de la mente interior, todos lo llevamos dentro, ya que por ejemplo,
todas las personas piensan que los envidiosos son los demás, cuando todos somos lo mismo de
envidiosos en menor o mayor grado.
Lo que pasa es que al Ego del trasfondo de nuestra mente interior, le gusta escuchar de sí mismo, y
por supuesto, si se lo legitima el Ego de los demás individuos humanos, mejor que mejor, que él es el
bueno y los demás son los malos, y lo peor, es que se lo hace creer al Ego del trasfondo, que al final es
el que maneja el centro intelectual o mental, y lleva a que cuando las circunstancias de la vida cotidiana,
no van por el camino que le gustaría a este Ego del trasfondo de cada persona, el centro mental o
intelectual recibe las órdenes negativas del Ego, y emite a su vez, vibraciones energéticas negativas.
Estas vibraciones energéticas negativas, que emite el centro mental o intelectual, por orden del
Ego del trasfondo de la mente interior, son vibraciones en forma de palabras o acciones negativas, como
pueden ser, una palabra soez o una mala cara, ya que la conciencia a través de su método cognitivo, ha
perdido la batalla en hacer comprender al Ego del trasfondo de esa persona, que su ego es el mismo Ego
del trasfondo, que tienen las demás personas.
Pero es que este Ego del trasfondo maneja los demás centros psicofísicos del ser humano a su
antojo, ya que por ejemplo, el centro motor e instintivo lo mueve con movimientos descontrolados o tics
nerviosos que la persona no es capaz de controlar, o también maneja el centro emocional, mediante toda
clase de neurosis, que hacen muy infeliz, a quienes las tienen que soportar, que es prácticamente a todos
los seres humanos, aun cuando todos los individuos humanos lo que quieren es ser lo más felices
posibles, lo que a Freud, siempre le resultó sospechoso, por lo contradictorio que era querer ser feliz y
no poder serlo, porque en contra de su intención, se ve como forzado a hacer lo que conscientemente no
quería hacer, por una extraña fuerza que Freud denominó como inconsciente, ya que para él, el yo
consciente, no es capaz de dominar de una manera total, el comportamiento del individuo humano, ya
que hay una serie de actos que hace el individuo humano, los cuales dice Freud que no sabe cuales son
sus causas.
Según Freud, el inconsciente se construye en la primera etapa de la vida de una persona, e incluye
todo aquello que ha afectado emocionalmente al niño y que le va a condicionar durante el resto de su
vida, en el fondo, a todos un poco, porque todos tenemos en mayor o menor grado, una serie de
comportamientos neuróticos, que nos convierten en seres muy infelices, aun cuando desde nuestro yo
consciente, según Freud, lo que más queremos en esta vida es ser felices, pero que estos
comportamientos neuróticos nos lo impiden, entre otras cosas, por ser incapaces de llegar al
inconsciente, por lo que la cura psicoanalítica se convirtió en la única esperanza para Freud de desvelar
que hay detrás de este inconsciente, cuando la verdad, para saber lo que hay detrás de este
inconsciente, hay que ir a la causa que lo produce, que es el Ego del trasfondo oscuro de la mente
interior, la cual, tiene cuarenta y nueve niveles, divididos en siete escalas, y en estos 49 niveles está por
un lado la infraconsciencia, que es el nivel más pesado de la mente, que es el trasfondo oscuro de la
mente interior donde reside el Ego que domina al inconsciente, que es otro de los niveles de la mente
interior, y de ahí las equivocaciones que en la vida tiene cada individuo humano, por lo que casi nunca
se podrá actuar sobre este inconsciente, con el fin de aminorar las negativas repercusiones que tiene en
la conducta de cada individuo humano.
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