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llamado tercer ojo, que ve lo parafísico, y lo parapsíquico, que hay detrás de cada cuerpo físico y de la
mente del individuo humano.
Los poquísimos individuos humanos, que viven en este cuarto estado de la conciencia, son seres
humanos autorrealizados, que son capaces de gobernarse a sí mismos, ya que no son los conocidos
individuos humanos mentalmente intelectuales, que pueblan el Ego de los requerimientos de lo que el
mundo quiere de mí, es decir, el Ego que construye la ley de la vida cotidiana, y en cambio son seres
humanos que se convierten en los gobernantes de su destino individual, dado que son capaces de elegir
sus procesos psicológicos interiores, ya que el trasfondo de luz de la conciencia, manda sobre el Ego del
trasfondo oscuro de la mente interior, y encuentra la manera de avenirse con las leyes profundas del
universo y de la realidad.
De esta manera, el individuo humano paga su karma de vidas ya pasadas, aunque es un proceso
muy largo de pruebas arduas, a través de las cuales, la conciencia se va limpiando, y por ello, este
proceso de limpieza de la conciencia, implica que el individuo humano, que vive en este cuarto estado
de la conciencia, se vaya clarificando y por tanto apartándose de la determinante influencia del Ego del
trasfondo oscuro de la mente interior, lo que implica que este individuo humano, deje de ser un
instrumento de producción únicamente material, para convertirse en seres humanos, que arropan la
sensibilidad de la trascendencia humana, es decir, de la sensibilidad que se da cuenta de otras
dimensiones de la realidad.
De todas maneras, estos individuos humanos, que viven en el cuarto estado de la conciencia, son
despreciados y abandonados por el resto de individuos humanos, que viven en los otros tres estados de la
conciencia, dado que ellos, si son conscientes de la causa del sufrimiento humano, que es el Ego del
trasfondo oscuro de la mente interior, por lo que cuando a los demás individuos humanos, que viven en
los otros tres estados de la conciencia, les tocan ahí, les ponen en evidencia, y sin saberlo, estos
individuos humanos se resienten en su propio Ego del trasfondo oscuro de la mente interior.
Pero estos individuos humanos, que viven en el cuarto estado de la conciencia, como dicen la
verdad, son seres que acaban como mártires vapuleados por la gran mayoría, dado que los individuos
humanos, que viven en los otros tres estados de la conciencia, que es la gran mayoría, no quieren darse
cuenta de la determinante influencia del Ego del trasfondo oscuro de la mente interior, y por eso
desprecian y abandonan a estos guías espirituales, maestros o budas, y prefieren vivir desde la falsa
verdad de este Ego del trasfondo, que se entromete en la vida de cada individuo humano, pero es que
tiene que ser así, para que los otros tres estados de la conciencia, tengan la importancia que tienen en la
vida cotidiana de cada individuo humano, ya que aunque no lo parezca, dan un sentido falso a la vida de
las conciencias de cada uno de estos individuos humanos.
Además, aunque se quisiese hacer evolucionar la conciencia hacia ese ideal cuarto estado de la
conciencia, no se es capaz, porque la conciencia de cada individuo humano, corresponde con un
determinado grado de evolución de la conciencia, que sólo se puede cambiar, si se trata de aminorar el
Ego del trasfondo oscuro de la mente interior, que es cuando la mónada sale del corrompido círculo
evolutivo e involutivo, que entra por el punto medio, es decir, por el centro o tao del eje de la vida del
individuo humano, o lo que es lo mismo, es ser inconformista, ya que se quiere aprender de lo malo, ya
que en algo malo siempre hay algo bueno.
Por todo esto, de algo que nos sucede, que en principio no es bueno para cada uno de los
individuos humanos, se puede sacar una enseñanza de la vida, lo que no significa entregarnos a lo
negativo, es decir, al Ego del trasfondo oscuro de la mente interior, y por ello, todo lo que significa
esfuerzo, o supone dificultad, es luchar por mejorar, por superarse, y esto es lo único que va a permitir
que la conciencia pueda intentar evolucionar, más allá del Ego que construye la ley de la vida cotidiana,
con el consiguiente paso de un estado a otro estado de la conciencia, aunque es difícil que tenga lugar tal
paso evolutivo, ya que los individuos humanos, no son conscientes del trabajo y de la lucha que se
necesita hacer, para limpiar la conciencia de la determinante influencia del Ego que construye la ley de
la vida cotidiana.
Esta tarea que hacen las espabiladas conciencias, que quieren luchar por mejorar y superarse,
frente a las adversidades de las circunstancias de la vida cotidiana, que son determinantes para darnos
cuenta de la influencia que el Ego del trasfondo oscuro de la mente interior, tiene en cada una de
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