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mundo de la vida cotidiana, el Ego del trasfondo oscuro de la mente interior, le obliga a conocer la vida
cotidiana, no como una cosa o hecho cualquiera, sino como un fenómeno social, controlado por dicho
Ego del trasfondo, cuya función primordial es impedir que la conciencia deje entrever a cada individuo
humano, ese saber intuitivo que le guiaría de una manera clara y perfecta, provocando que este Ego del
trasfondo se convierta en un recipiente de donde salen los peores pensamientos y sentimientos de cada
individuo humano, que es lo que se conoce por los bajos fondos psíquicos.
De esta manera, el conocimiento que contiene la conciencia, desde el punto de vista de la ciencia
no oficial de inicios del tercer milenio, ciencia que es la de la conciencia de cada individuo humano, es
un conocimiento que no se basa exclusivamente en la experiencia de lo visible, ya que el conocimiento
de la conciencia de cada individuo humano, es un conocimiento concreto, donde la duda no existe,
mientras el Ego del trasfondo oscuro de la mente interior, no se apodere de esta conciencia, ya que es un
conocimiento que sirve para el autodescubrimiento del interior del ser humano.
Pero todavía así, es el Ego del trasfondo oscuro de la mente interior, quien provoca en cada
individuo humano, las dudas suficientes, para que nunca se sepa si lo que conoce es lo último que le
queda por conocer, o debe seguir esperando más tiempo para poder conocer todas esas cosas, que el Ego
del trasfondo le niega a la conciencia de cada individuo humano, que es lo que se conoce en el Ego de
los requerimientos de lo que el mundo quiere de mi, como madurez mental, más bien diríamos madurez
del Ego que construye la ley de la vida cotidiana, que aunque es una madurez negativa, goza de todo el
prestigio inimaginable por la supuesta verdad de la sociedad, ya que si de verdad existiera la ciencia de
inicios del tercer milenio, que es la ciencia no oficial, es decir, la ciencia de la conciencia, tal prestigio
sería tomado por una farsa.
De esta manera, aunque la ciencia de inicios del tercer milenio, que es la ciencia de la conciencia,
oficialmente no existe, si se puede estudiar científicamente la conciencia, como una proyección de la
esencia del individuo humano, que se llama budhata para los budistas o kokoro para los japoneses,
expresándose dicha esencia, a través de valores positivos, como por ejemplo, mediante un estado de
equilibrio emocional, que es una cualidad de la conciencia, que transmite tranquilidad y seguridad, a
través de habilidades diversas, como el talento de crear conocimiento, la habilidad para relacionarse con
los demás individuos humanos, porque según las investigaciones realizadas por el antiguo conocimiento
de civilizaciones pasadas, el nivel de conciencia, es decir, de luz y de claridad, está a un tres por ciento
muy exiguo del cien por cien total, e incluso menos en algunos individuos humanos.
Por todo esto, y para la ciencia no oficial, que es la ciencia de la conciencia, existen cuatro estados
de conciencia, y por ello el primero es el kasta, en el que hay un cero por ciento de conciencia, es decir,
la conciencia se encuentra anulada y se manifiesta a través de estados negativos, en el que el Ego del
trasfondo oscuro de la mente interior, es el rey, porque hace lo que le viene en gana, ya que este Ego del
trasfondo oscuro, al anular la conciencia, se expresa hacia el exterior en forma de actitudes destructivas,
como palabras soeces, rencores, venganzas, odios, asesinatos, vulgaridades de todo tipo, sexomanías de
toda clase, actitudes crueles hacia los más débiles, como maltrato a seres humanos, a animales y a la
naturaleza en general, esclavitud y abusos infantiles, etc.
Todas estas actitudes destructivas, empeoran y degeneran todavía más a cada individuo humano,
porque además de que la conciencia está totalmente anulada por el Ego del trasfondo, la posible solución
de ir poco a poco transformando, y por tanto equilibrando la energía de la vida que contienen los
diferentes centros psicofísicos, se hace muy dificultosa, ya que por ejemplo, si se está abusando del
pensamiento, de la obsesión reflexiva, o de la masturbación, y no se dosifica el ejercicio de su actividad,
se está maltratando la energía mental y sexual, y al final, en mayor o menor medida se acaba afectado.
El segundo estado de conciencia, es el pistis, que es un estado de conciencia, el cual, no es tan
pesado y grosero como el anterior, en el que existe un tres por ciento de conciencia y es un peldaño
superior al primero, siendo en este segundo estado de la conciencia, donde están las conductas gregarias,
la vida cotidiana con costumbres sin conciencia, ya que es un nivel de la conciencia, en la que esta
conciencia está dormida, es decir, está en un nivel inconsciente, y donde el individuo humano, vive de
ilusiones y no ve la realidad, sino que vive en el pasado y en el futuro, es decir, en un continuo nivel de
fantasía y ensoñación.
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