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como al infraconsciente, aunque el Ego tiene la inteligencia de la mente, que es la energía para lo malo,
ya que este Ego del trasfondo tiene un poder adormecedor, que es muy perjudicial para el individuo
humano, ya que le lleva sin darse cuenta de ello, a cometer crímenes, a tener odio, y todo pensamiento,
sentimiento, y sobre todo acción, fuera del ámbito de luz de la conciencia.
El trasfondo es el lugar del Ego, que tiene siete yoes, aunque los seres autoconscientes no los
sufren, porque ya están evolucionados, es decir, ya saben lo que tienen que hacer, dado que saben ver lo
correcto, porque de hecho intuyen lo que va a pasar, y por eso no sufren los efectos de este Ego del
trasfondo, que manipula el cuerpo físico, a través de desórdenes celulares, problemas óseos,
deformidades musculares, parálisis, ceguera, miopía, y otras muchas enfermedades, aunque también
existan personalidades intelectuales, que son manipuladas por este Ego del trasfondo y que se preguntan
fingiendo un interés aparente, a quien pertenece el cuerpo físico de un individuo humano, de si al Estado
o a Dios, o de si los esclavos si no eran dueños de su cuerpo, si en cambio lo serían de su alma, o si
alquilamos o somos propietarios de nuestro cuerpo cuando tenemos que trabajar para ganarnos un
sueldo, suponiendo que paguen, ya que el estudio del que viven muchos profesores, no se paga a los
estudiantes, o porque está permitida la donación del cuerpo para la medicina académica, pero no su
venta, y porque en el mundo occidental está penada la venta de un riñón, pero no la venta de semen o de
un óvulo, o de si el estado es neutral en cuestiones valorativas respecto a nuestro cuerpo, o hace al final
lo que quiere, o si el cuerpo es la gran víctima de las ideas religiosas fundamentalistas, ya que es algo
corrupto, es materia, y sin embargo el alma es algo completamente bien considerado por las diferentes
religiones.
También hay personalidades intelectuales que manipuladas por este Ego del trasfondo, se
preguntan fingiendo un interés aparente, si el Estado puede tener derecho a poseerte, por ejemplo, en el
caso de algunos estados, cuyas sociedades aparentan que son tan avanzadas, pero que aplican la pena de
muerte y que parecen legitimarse así mismas todavía más, afirmando que les pertenece la vida del
ejecutado, aunque estas personalidades intelectuales se sigan preguntando, fingiendo un interés aparente,
de que si ya no hay alma, se supone que ya nadie querrá reclamar el cuerpo, que en el fondo, es una
influencia de la reminiscencia del poder religioso del estado, a lo que se puede responder, que el cuerpo
puede valer para que los familiares se aseguren de la muerte de la persona ejecutada, o también para
consuelo de los familiares o como servicio a la sociedad de ese estado supuestamente tan avanzado,
cuando ya no tiene alma, dado que no nos podemos olvidar de las reminiscencias del poder religioso del
estado, para donar órganos, e incluso habrá personalidades, sobre todo las intelectuales, que se
pregunten de una manera socarrona y sin el respeto intelectual que hay que tener para todo tipo de
discusiones, incluso las escolásticas referidas al misterio de la resurrección y que cualquier individuo
humano, sobre todo cristiano, querría tener totalmente claro.
De todas maneras, estas personalidades, sobre todo las intelectuales, se seguirán preguntando de
quien es el cuerpo, ya que necesitan pruebas, incluso para saber que hacer con ese cuerpo físico que ya
no tiene alma vital, pero de lo que no son conscientes, es que quien pregunta es su Ego del trasfondo
oscuro de la mente interior, quien los manipula, pero estas preguntas intelectuales las siguen
formulando, cuando manifiestan que deben tomar decisiones sobre su cuerpo, ya que consideran no sin
una íntima duda de que el cuerpo es de nuestra propiedad y de nadie más, y no de los padres, ni del
estado, ni de ninguna religión, ya que según estas personalidades, sobre todas las intelectuales, el cuerpo
no resucita, resucita el alma en tal caso, pero como dicen estas personalidades aparentemente tan seguras
de si mismas, que no creen en el alma, por eso dicen que el cuerpo es propiedad de cada individuo
humano.
Incluso llegan a afirmar estas mentes intelectuales que el Universo no forma parte del cuerpo físico
de cada individuo y viceversa, incluso son tan frías estas personalidades, que niegan la posibilidad de
que sea precisamente del Universo de donde venga el cuerpo físico del que tanto preguntan, aunque no
saben que si preguntan tanto es porque la curiosidad del Ego del trasfondo se lo impone, ya que afirman
que Dios es una respuesta tranquilizadora, ya que según estas personalidades, sobre todo las
intelectuales, Dios nos ofrece una explicación de todo aquello que se sale de lo normal.
Además, estas personalidades, sobre todo las intelectuales, están acostumbradas a negar sin duda
por la manipulación que les hace este Ego del trasfondo oscuro de la mente interior, el modesto rigor
de la búsqueda del método cognitivo de la conciencia e incluso niegan este estudio científico de la
conciencia evolutiva ya que es un método y un estudio científico que pretende buscar la esencia de la
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