Descarga gratuita en PDF - El Taller del Poeta

la verdad, y lo legitima diciendo, que ha realizado todos los procesos de investigación necesarios para
llegar a esa verdad, que sin saberlo, el científico la considera sin analizar su propio Ego.
La ideología tampoco produce la seguridad interior recomendable, para el sujeto que crea el
objeto, es decir, la realidad, ya que lo único que produce la ideología, es el control del conocimiento y su
totalización, y por tanto, la incapacidad para analizar y discernir el Ego de la conciencia de cada
individuo humano, ya que este control del conocimiento, sin discernir lo que es Ego, de lo que es la
conciencia, se refleja por ejemplo, en que el gran problema del pensamiento Ilustrado fue pretender
poner a la razón, como la única realización de la historia, como hizo Hegel, sin contar con la
determinante influencia que el Ego de los requerimientos de lo que el mundo quiere de mi, tiene sobre
la realidad vista desde el pasado, es decir, sobre la historia humana.
Tampoco produce la creencia, esa seguridad o certeza interior necesaria para el sujeto que crea el
objeto, es decir, la realidad, ya que lo único que produce la creencia, es un dogma, el cual siempre nace
desde el Ego de todos y cada uno de los individuos humanos, y por tanto se comporta como una verdad
uniforme, pétrea, que parece que es demostrable y de la que nunca se tiene duda, ya que el Ego de los
requerimientos de lo que el mundo quiere de mi, la acoge para si, utilizándola en beneficio propio, por
ejemplo, cuando aparece en una comunidad de trabajo académico, como pueden ser los teólogos o
juristas, ya que el dogma produce un sentido a la vida, al saber lo que se tiene que hacer para vivir en la
complejidad del yo, es decir, del ego, y no en la claridad de la conciencia.
Por tanto, el dogma es lo que alimenta el fanatismo de los personalismos que todos en mayor o
menor grado poseemos, aunque lo peligroso es cuando ese fanatismo de los personalismos, se traslada al
campo de la actividad política, jurídica, religiosa, deportiva, o económica, por ejemplo, mediante la
creación de monopolios financieros, ya que para lo único que sirve este fanatismo, es para dar sentido a
la vida, desde la complejidad del yo, lo que posibilita saber al individuo humano donde está situado
socialmente desde el punto de vista de su propio Ego.
De esta manera, la seguridad que produce la creencia, es siempre una seguridad falsa, venida desde
el Ego y no desde la conciencia, que permite al individuo humano ubicarse socialmente dentro del Ego
de los requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, y por tanto conocer la Realidad, pero sólo desde
esta ubicación egótica, no siendo capaces de ver la realidad más allá del Ego de la vida cotidiana, y por
tanto, considerando como el único conocimiento posible, aquel que relativa la realidad social desde el
Ego de todos y cada uno de los individuos humanos.
Pero el único método capaz de relativizar la realidad social, es el método cognitivo de la
conciencia, ya que es el único que es capaz de discernir cuando el conocimiento es puro porque brota
desde la conciencia, o cuando el conocimiento llega confusamente desde el Ego, ya que por ejemplo,
cuando se dice que los que suelen tener dinero, no suelen considerarlo una basura, es porque sólo desde
este método cognitivo de la conciencia, se es capaz de ver, que es su propio Ego del orgullo el que lo
valora, mientras que también, es desde el método cognitivo de la conciencia, desde el único que se es
capaz de ver, que los que no lo tienen, suelen considerar que si ellos no lo tienen, es porque lo único que
hace el dinero es corromper, algo que por supuesto, también sólo piensan desde su propio Ego del
orgullo.
Esto nos permite hacer ver que el método cognitivo de la conciencia, es el único capacitado para
conocer la realidad de una manera profunda y tal como es, ya que el conocimiento universal está dentro
de la conciencia de cada ser humano, y por eso hay que intentar sacarlo de dentro de ella, es decir, hay
que luchar contra el Ego de los requerimientos de lo que el mundo quiere de mi, que es el Ego de todos
y cada uno de los individuos humanos, para intentar aminorarlo lo máximo posible, ya que sólo de esta
manera, se puede acceder de una manera clara, a este conocimiento universal que encierra en sus
entrañas la conciencia de cada individuo humano.
Por todo esto, a la única clase de conocimiento que puede acceder el individuo humano, es al que
es capaz de conseguir en su lucha contra el Ego de la vida cotidiana, es decir, al conocimiento que le
queda a cada individuo humano, después de su lucha contra el Ego de todos y cada uno de los individuos
humanos, por lo que el conocimiento verdadero de la realidad, nunca llega de fuera, sino que viene por
el trabajo sobre el Ego de uno mismo, por lo que hay que ir en contra de este Ego, en todos los instantes
64