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trasfondo de luz de la conciencia, trasfondo de luz que lleva dentro de si, el conocimiento verdadero de
la realidad, lejos de la manipulación del Ego del trasfondo.
Pero lo que pasa, es que al final, este Ego del trasfondo de luz de la conciencia, se encarga siempre
de tapar este conocimiento, que de la realidad tiene la conciencia, ya que es un conocimiento capacitado
para crear armonía a su alrededor, y por eso es peligroso para este Ego del trasfondo oscuro de la mente
interior, que lo que pretende enfrentándose continuamente al trasfondo de luz de la conciencia, es crear
un constante conflicto interior dentro del individuo humano, y para ello, el Ego del trasfondo, quiere que
el ser humano sienta rechazo, resentimiento y desconfianza hacia si mismo y hacia los demás, lo que
provoca el desequilibrio de los centros psicofísicos, principalmente de los centros mental, emocional y
sexual, con los consiguientes malos hábitos que acarrea el desequilibrio de dichos centros, y que es algo
que se ve continuamente en la vida cotidiana.
Por tanto, para intentar alcanzar este trasfondo de luz de la conciencia, hay que seguir luchando
contra este Ego del trasfondo oscuro de la mente interior, hasta que nos llegue la muerte, e irnos con la
conciencia tranquila de que hemos luchado hasta el final, ya que lo único que llevamos y traemos otra
vez, es esta lucha continua, por conseguir que aflore el trasfondo de luz de la conciencia, a pesar de que
lo esté interrumpiendo continuamente, el otro tipo de trasfondo, que es el de la oscuridad del Ego de la
mente interior, que es el que tiene el poder en el día a día, ya que es el que construye el Ego de la ley de
la vida cotidiana.
Esta lucha hasta el final, es decir, hasta que nos llegue la muerte, para irnos con la conciencia
tranquila de que lo único que llevamos y traemos otra vez, es esta lucha continua por conseguir que
aflore el trasfondo de la luz de la conciencia, a pesar de los impedimentos que impone el Ego que
construye la ley de la vida cotidiana, y que tiene mucho que ver, aunque relacionada a otro nivel con la
ley de la evolución y de la involución, del gnosticismo taoísta, cuyo conocimiento universal, afirma que
nada es estático e inactivo, dado que todo está sujeto, bajo un proceso o movimiento continuo
interminable, que siempre va a parar al mismo sitio, al mismo origen.
Esta involución y evolución continua, siempre van juntas, ya que una no podría existir sin la otra,
dado que son las dos energías que giran sobre el eje de la realidad, ya que desde el punto de vista del
gnosticismo taoísta, se procesan, por ejemplo, desde el punto de vista solar, como el día y la noche, la
luz y las tinieblas, la luna creciente decreciente, es decir, todo lo que es dual, ya que hay evolución en
una planta que crece, e involución, cuando envejece, lo que para el gnosticismo taoísta significa la
existencia de una ley natural mecánica, es decir, una ley de la naturaleza, que dice que todo lo que
evoluciona, al final siempre tiene que involucionar.
Por ejemplo, existe involución, cuando un individuo humano que es todavía joven, es
perversamente mal aconsejado y abandonado a su suerte, sin ser integrado, y ese joven por las
circunstancias de la vida que no le favorecen en nada, empieza a envejecer de una manera prematura,
produciéndose una involución psicofísica, cuando esos años deberían significar todo lo contrario, es
decir, ser una época de crecimiento individual en todos los aspectos.
Por otra parte, también esta ley de la evolución e involución del gnosticismo taoísta, existe en los
pueblos de la antigüedad, tanto por ejemplo, para egipcios, griegos romanos, o el pueblo atlante, ya que
luego todos desaparecieron por diversos motivos, pero el caso es que involucionaron, siendo muy
sonado el caso del diluvio universal, en el que Noé le anuncia al pueblo atlante, es decir, a los habitantes
de la Atlántida, de que iban a morir ahogados, siendo la raza aria decadente, el ejemplo actual de
paulatina involución, a la que pertenecemos todos los individuos humanos actuales, decadencia
fatalmente llevada por Hitler, que creyó paranoicamente, que tenía la misión de seleccionar y de hacer
una limpieza en el planeta, pero lo que no sabía la mente desequilibrada de Hitler, era que la limpieza
hay que hacerla dentro de cada individuo humano, luchando continuamente contra el Ego del trasfondo
oscuro de la mente interior.
Pero esta ley de la evolución e involución del gnosticismo taoísta, tiene una función que cumplir,
que es la de seguir cumpliendo con los objetivos de la mónada, que está más allá de la conciencia, pero
que es el origen del espíritu de la realidad, y que actúa como una exhalación que impregna infinitamente
toda la realidad, desdoblándose de si misma, y desprendiendo hacia el planeta tierra, la conciencia, con
el fin de que esta conciencia se pueda autorrealizar, y alcanzar el conocimiento o maestría, ya que esta
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