Descarga gratuita en PDF - El Taller del Poeta

avance cognitivo en el interior de la mente humana, haciendo que el individuo humano no sienta la
esencia de amor que lleva en su corazón, es decir, en su conciencia.
Y aunque hay alguien que proponga que el trasfondo de luz de la conciencia, por ser reflejo del
bien, está capacitada para incluir también al mal del Ego del trasfondo sólo queda señalar, que es algo
imposible, porque el mal del Ego del trasfondo está para lo que está, es decir, para hacer daño al
individuo humano, y por tanto, no hay posibilidad de que el trasfondo de luz de la conciencia, pueda
acoger incluso al mal, aun cuando esta postura pueda aparecer como la que más se aproxima a la esencia
del amor de la conciencia.
Además, al final, el principio de la realidad del Ego de los requerimientos de lo que el mundo
quiere de mí, se impone y este Ego que construye la ley de la vida cotidiana, lo que quiere, es de una
forma natural hacer daño, ya que nunca está para evitarlo, que es lo que querría hacer la conciencia, y
por ello esta conciencia no puede estar de acuerdo con que a veces para evitar el daño hay que hacer
daño, ya que eso es una forma de pensar del Ego del trasfondo, ya que aquí no hay términos medios, es
decir, no se puede ser malo a medias o buena a medias, sino que hay que ser buena como la conciencia
de una manera total, y malo como el Ego de una manera total.
Por tanto, no valen términos medios, ya que estos términos medios se dejan para el caos de la vida
cotidiana, que está construida por el Ego del trasfondo, es decir, por el Ego de los requerimientos de lo
que el mundo quiere de mí, que es el único que está legitimado por ser quien es, no sólo para hacer daño,
sino que cuando las hipócritas condiciones del Ego de los requerimientos de lo que el mundo quiere de
mi, lo exigen dejarse llevar por el guión del teatro de la vida del Ego que construye la ley de la vida
cotidiana, y por tanto aparentar, que si se usa la fuerza contra un Ego del trasfondo solitario, es porque
es muy difícil parar el daño, sin el uso recíproco de esa misma fuerza, pero legitimada individualmente
por cada Ego del trasfondo, que se transforma colectivamente en el sistema del Ego de los
requerimientos de lo que el mundo quiere de mi.
De esta manera, la ilusión de hacer una integración del mal del Ego del trasfondo, por el bien de la
conciencia, es algo imposible, dado que la confrontación entre uno y otra no es pasado, sino que es tan
real, que retrata el funcionamiento interno de la naturaleza humana a todos los momentos, y por tanto
también del mundo exterior, que por provenir del interior, es un mundo donde hay que aprender a
moverse para salvarse no sólo de uno mismo, es decir, del Ego del trasfondo que viene de la mente
interior, sino que también de situaciones peligrosas y circunstancias adversas que vienen del mundo
exterior, es decir, individuos humanos y grupos sociales que tratan de controlar al mundo, como por
ejemplo las sociedades secretas, que juran que sus conocimientos no van a ser revelados a nadie, pero
que saben adaptarse muy bien a las organizaciones sociales, económicas, religiosas y políticas a las que
pertenecen, para poco a poco ir infiltrándose y construir el orden mundial que mejor le convenga a cada
sociedad secreta, aunque para ello, no escatimen ningún medio, incluidos los delictivos.
Por ello lo difícil es sacarlos a la luz, que la ciudadanía conozca quien lleva los hilos oscuros de la
realidad cotidiana, que es la manera de intentar quitarles el poder de hecho que tienen, y ello
precisamente no lo puede hacer la conciencia de cada individuo humano, que si en un principio actuaría
como algo positivo, su fuerza real es muy pequeña para luchar contra el sistema del Ego de los
requerimientos de lo que el mundo quiere de mi, que es completamente poderoso por su inmensa
perversidad, y por ello sólo cabe descubrir quien está detrás de este Ego, que construye la ley de la vida
cotidiana, mejor dicho, detrás de esas organizaciones que controlan esos poquísimos Egos del trasfondo,
si esos propios Egos del trasfondo empiezan una lucha encarnizada por ver quien tiene el poder entre
ellos, y de esta manera sacarlos a la luz pública.
De hecho, si el Ego del trasfondo oscuro de la mente interior, es algo negativo, no lo es, porque
nos lo diga de una manera transparente, sino todo lo contrario, porque es un experto en ocultarse bajo los
disfraces más imprevistos, por ejemplo, y en el caso que nos ocupa, disfrazándose de una bondad
aparente, ya que este Ego del trasfondo para alcanzar sus objetivos, necesita hacer que cae bien a todo el
mundo, que es muy campechano, o que no tiene unos intereses muy definidos, aunque la verdad sea
dicha, siempre manifiesta menos Ego una persona sociable y sencilla en el trato, que otra que es todo lo
contrario, pero tampoco debemos dejarnos llevar por las apariencias de buen trato y afabilidad gratuitas,
dado que el Ego del trasfondo siempre necesita disimular su maldad para poder engañar a los demás
Egos del trasfondo, que aunque no son mejores que él, no son tan malos como ese Ego del trasfondo
186