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Pero la realidad, es que dentro de cada individuo humano, hay conflicto constante, dado que no
somos nada bueno, sino que somos un montón de Ego proveniente del trasfondo oscuro de la mente
interior, y por tanto cuesta mucho en realidad, que el individuo humano, se concentre en su vida
cotidiana, para hacer evolucionar la conciencia, ya que el orgullo, que está cómodamente escondido
dentro del Ego del trasfondo, sale cuando este Ego se lo pide, incluso cuando la cobardía de este Ego,
hace que el individuo humano se suicide.
De esta manera, cada individuo humano, tiene que dejar de ser tan orgulloso, para volverse
enemigo de sí mismo, es decir, volverse enemigo de su Ego del trasfondo oscuro de la mente interior, ya
que esto es lo que le hace a uno ser inconformista de verdad, y no con el mundo exterior, ya que un
ejemplo, han sido los hippies, que eran revolucionarios hacia fuera, pero la verdad sea dicha, lo primero
que hay que hacer, es cambiar interiormente, para intentar cambiar en lo que se pueda, el mundo
exterior.
No obstante, no porque uno cambie interiormente, va a cambiar la mayoría de los individuos
humanos, que siguen los dictados del Ego de los requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, y por
todo esto, más vale cambiar uno interiormente, que pretender cambiar esa inmensa mayoría, que
seguramente nunca vaya a cambiar, ya que nada sabe de la imprescindible necesidad que tiene su
conciencia de evolucionar, y por supuesto, que lo ignora todo, sobre la determinante influencia del Ego
del trasfondo oscuro de la mente interior.
Por todo esto, aquí no influye para nada, la mala o buena suerte, ya que la suerte no existe, porque
todo tiene una causa, dado que esta mayoría de individuos humanos, no sabe nada sobre lo que significa
la evolución de la conciencia, dado que su orgullo de superioridad o afirmación, no le permite intuir que
existen unas leyes universales a las que en cambio, este Ego del trasfondo oscuro de la mente interior, no
hace ningún caso.
Incluso, hay individuos humanos, cuyo Ego del trasfondo es tan pesado y voluminoso, que no
quieren someterse por orgullo a las leyes del Ego de los requerimientos de lo que el mundo quiere de mi,
que aunque muy deficientes, por venir precisamente del Ego, sirven al menos, para intentar coexistir de
alguna manera, entre los muchos Egos del trasfondo, que a nivel colectivo se transforman en los Egos
que construyen la vida cotidiana.
De esta manera, la casualidad, la suerte, o el azar no existe, y es que todo tiene una causa, dado que
lo que tenía que ser así, es así y no hay que darle más vueltas, ya que por ejemplo, hay individuos
humanos, que quieren conducir, saltándose las más mínimas reglas de la prudencia, aunque esté en la
carretera, la policía que es el karma, que le avisa de una fatalidad, causada por sus malos hábitos de
conductores.
Y aunque no le guste a nadie que se vaya a morir, no por su propia culpa en el sentido de condena,
sino en el sentido más científico de que quien juega con fuego, algún día puede llegar a quemarse, dado
que en este caso que nos ocupa, quien se salta las más mínimas reglas de la prudencia, que es la causa,
tiene como consecuencia, la posibilidad casi segura de que alguna vez, vaya a tener un grave accidente
con resultados fatales.
Por todo esto, aunque no le guste a nadie aceptar que se puede morir, por esta mala actuación, que
pone en peligro la seguridad, no sólo de quien conduce de esta manera tan imprudente, sino de los
demás conductores, lo cierto, es que la vida de los individuos humanos que circulan por esa carretera, se
encuentra fatalmente determinada todavía más de lo que está siempre, por la ley de la muerte, ya que la
probabilidad de morir, por esta mala actuación en la carretera, es mucho mayor, es decir, esta causa
negativa, va a atraer alguna vez, un efecto fatal.
Esta ley de la muerte, proclama que se va a morir el cuerpo físico, es decir, lo que ocurre es que se
desintegra este cuerpo físico, el cual se pone otro traje, pero la esencia o conciencia de ese individuo
humano, continúa en otro traje.
De todas maneras, hay que dejar claro, que nunca hay culpa, sino una multiplicidad de causas, que
traen como consecuencia, unos efectos, pero en el fondo nadie tiene una culpa individual, ya que los
individuos humanos, somos víctimas de un atroz Ego del trasfondo oscuro de la mente interior, que es el
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