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equerimientos de lo que el mundo quiere de mí, es decir, por el Ego que construye la ley de la vida
cotidiana, y por lo tanto, lo único que le queda a cada individuo humano, es ser todavía más egoísta de
lo que es, apegarse a los protocolos y formas sociales, o sino algo más positivo, que es intentar hacer un
pequeño esfuerzo por comprender los motivos de la frialdad de la sociedad, aunque uno ya no espere
que el mundo vaya a cambiar, sino que el que tiene que tratar de cambiar esa frialdad de corazón, es
cada individuo humano, aunque sea algo muy difícil, dado que la mayoría de los individuos humanos no
son conscientes de esta frialdad.
Como se puede ver, detrás de estas reflexiones, que pueden parecer tan raras, existe mucho tiempo
de humilde observación de los sentimientos humanos, que son el motor del pensamiento y no al revés, es
decir, cuando se hace el esfuerzo por investigar la realidad, hay que recurrir al análisis de lo que
sentimos, que es lo mejor que podemos hacer para poder comprendernos mejor.
Por eso hay que observar la realidad, con los ojos de un observador de segundo orden, es decir,
ver con el corazón, con los sentimientos, que emanan del trasfondo de luz de la conciencia, que es la
auténtica claridad, el auténtico conocimiento que sin embargo el Ego del trasfondo oscuro de la mente
interior, se encarga de estropear, aunque nos quede como consuelo, que la conciencia como nunca
muere, tiene que luchar contra este Ego del trasfondo, sino quiere involucionar en otras vidas
posteriores.
Es en esta lucha contra este Ego del trasfondo oscuro de la mente interior, donde el individuo
humano, se hace de verdad revolucionario, aunque a cada ser humano le toque el escenario de la vida
cotidiana que le toque, pero le toca por algo, es decir, le toca por la ley de causa y efecto, que es la ley
del destino, que es la que ha puesto a un determinado individuo humano, en la situación circunstancial
en la que está, pero es causa y efecto, y uno tendrá menos causas negativas y por tanto menos efectos
negativos, si va contra este Ego del trasfondo oscuro, es decir, si se convierte de verdad en un individuo
humano rebelde e incómodo para la mente interior que está controlada por el Ego del trasfondo.
Por todo esto, no se pueden tener las mismas causas y efectos, ya que aquellos seres humanos que
no luchan contra este Ego del trasfondo oscuro de la mente interior, es decir, que no son revolucionarios,
no pueden tener las mismas causas y efectos que todos los demás individuos que no luchan contra este
Ego del trasfondo, y por tanto, no todos podemos tener las mismas causas y efectos, y además tener el
mismo nivel de Egos es imposible, aunque todos los individuos humano sufrimos, sea mucho o poco,
todo depende de lo que se luche contra este Ego del trasfondo, aunque la verdad es que todos sufrimos,
porque todos tenemos un karma que hay que pagar.
Y además, aunque quisiéramos cambiar individualmente esta ley de causas negativas y efectos
negativos, lo cierto, es que esta ley del karma, es una ley universal, que no va a cambiar porque lo quiera
uno, que como individuo humano que está dominado por el Ego del trasfondo oscuro de la mente
interior, pretende que esta ley del karma se adapte a sus comodidades o ideales, aunque la verdad, es que
cada individuo humano tiene sus causas y efectos, y por tanto no queda más remedio que aceptar lo que
tiene destinado esta ley universal del karma, para cada individuo humano.
De todas maneras, quien no quiere luchar contra este Ego del trasfondo oscuro de la mente interior,
sólo puede pagar karma, a base de tener los centros psicofísicos de la energía de la vida, constantemente
desequilibrados, y por eso no se es capaz de ver más allá y detectar cuando la gente aparentemente
buena y sencilla, que no dice nada que moleste al Ego del trasfondo de cada individuo humano, te desea
en su fondo lo peor, porque no es sólo que no sea capaz de controlar este Ego del trasfondo, sino que
tiene que pagar karma, o ya lo está pagando, dejando actuar a su Ego del trasfondo sin ningún control, al
desear lo peor para sus congéneres.
Por todo esto, la necesidad que tenemos los individuos humanos de estar pagando karma de una
manera continua, es porque somos demasiado injustos con la ley universal del karma, ya que los
individuos humanos como estamos manejados por el Ego del trasfondo, nos cuesta a veces reconocerla,
ya que no queremos salirnos de la costumbre que tiene el orgullo de la mayoría de los seres humanos, de
no ser conscientes o de dudar de la existencia de esta ley universal del karma.
Pero no se es consciente o se duda de la existencia de esta ley del karma, por la rabia de no saber
que tenemos un Ego del trasfondo que controla todo lo que sentimos, pensamos y hacemos, ya que anula
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