Manual de legislación europea sobre los derechos del niño

Derechos y libertades civiles básicos
2.1. Libertad de pensamiento,
de conciencia y de religión
Puntos clave
• La libertad de pensamiento, de conciencia y de religión, garantizada por la Carta de
los Derechos Fundamentales de la UE y el TEDH, incluye el derecho a cambiar de
religión o de convicciones y la libertad de manifestar la religión o las convicciones en
el culto, la enseñanza, la práctica y la observancia religiosa.
• Los padres tienen derecho a velar por que la enseñanza y la educación de sus hijos
sea conforme a sus convicciones religiosas, filosóficas y pedagógicas.
• Los padres tienen el derecho y el deber de orientar a los hijos en el ejercicio de su
derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión conforme a la evolución
de las capacidades del niño.
2.1.1. Derecho del niño a la libertad de culto
En virtud del Derecho de la UE, el artículo 10 de la Carta de los Derechos
Fundamentales garantiza la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión
de todas las personas. Este derecho incluye la libertad de cambiar de religión
o de convicciones y la libertad de manifestar, independiente o conjuntamente con
otras personas, en público o en privado, la religión o las convicciones en el culto,
la enseñanza, la práctica y la observancia religiosa. Se reconoce el derecho a la
objeción de conciencia conforme al Derecho nacional (artículo 10, apartado 2).
En virtud del Derecho del CdE, el artículo 9 del CEDH reconoce el derecho a la libertad
de pensamiento, de conciencia y de religión. La jurisprudencia del TEDH
ha distinguido tres dimensiones en el derecho a la libertad religiosa: i) la dimensión
interna, ii) la libertad de cambiar de religión o convicciones y iii) la libertad
de manifestar la religión o las convicciones. Las primeras dos dimensiones son
absolutas, de manera que los Estados no pueden limitarlas en ningún caso 59 ;
mientras que la libertad de manifestar la religión o las convicciones puede limitarse
siempre que se prevea por la ley y tal limitación constituya una medida
necesaria en una sociedad democrática para la consecución de un fin legítimo
(artículo 9, apartado 2).
59 TEDH, Darby contra Suecia, nº 11581/85, 23 de octubre de 1990.
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