Manual de legislación europea sobre los derechos del niño

Manual de legislación europea sobre los derechos del niño
Ejemplo. El asunto Lautsi y otros contra Italia 63 se refiere a la colocación de
crucifijos en las aulas de los centros de enseñanza públicos. Un padre se
quejó de que la presencia de crucifijos en las aulas del colegio público al
que asistían sus hijos vulneraba el principio de educación laica con arreglo
al cual quería educarlos. La Gran Sala del TEDH consideró que correspondía
al Estado, como parte de sus funciones en relación con la educación y la
enseñanza, decidir si debía o no haber crucifijos en las aulas de los centros
públicos y que ello entraba en el ámbito de aplicación del segundo inciso
del artículo 2 del Protocolo nº 1 al CEDH. El Tribunal señaló que, en principio,
esta decisión entra dentro del margen de apreciación del Estado demandado
y que no hay un consenso a nivel europeo sobre la presencia de símbolos
religiosos en las escuelas públicas. Es cierto que la presencia de crucifijos,
un símbolo inequívocamente cristiano, en las aulas de centros educativos
públicos confiere preeminencia visible en el entorno escolar a la religión predominante
de un país. No obstante, esto no basta de por sí para denotar un
proceso de adoctrinamiento por parte del Estado demandado. A juicio del
TEDH, un crucifijo en la pared es un símbolo esencialmente pasivo que no
puede considerarse que ejerza una influencia sobre los alumnos, comparable
a la de un discurso o la participación en actividades religiosas. En consecuencia,
la Gran Sala concluyó que, al decidir mantener crucifijos en las aulas
de las escuelas públicas a las que asistían los hijos del demandante, las autoridades
habían actuado dentro de los límites de su margen de apreciación
y, por tanto, habían respetado el derecho de los padres a educar y enseñar
a sus hijos conforme a sus propias convicciones religiosas y filosóficas.
En Derecho internacional, el artículo 14, apartado 2 de la CDN obliga a los Estados
partes a respetar el derecho, y el deber, de los padres de orientar a los hijos en el
ejercicio de su derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión
en consonancia con la evolución de las facultades del niño. Por tanto, a diferencia
del artículo 14, apartado 3 de la Carta de los Derechos Fundamentales de la UE, la
CDN hace referencia al ejercicio de la libertad del propio niño. En virtud de la CDN,
los padres tienen el derecho de proporcionar orientación no con arreglo a sus propias
convicciones, sino a las convicciones del niño. Los términos del artículo 14,
apartado 2 de la CDN se ajustan a la concepción general de las obligaciones parentales
de la Convención, que deben ejercitarse en consonancia con la evolución
de las facultades del niño (artículo 5 de la CDN) y teniendo como preocupación
fundamental el interés superior del niño (artículo 18, apartado 1 de la CDN).
63 TEDH, Lautsi y otros contra Italia [GS], nº 30814/06, 18 de marzo de 2011.
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