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Delumeau-Jean-El-Cristianismo-Del-Futuro

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Hay que tener en cuenta el impacto de estas monstruosidades<br />

colectivas en las convicciones religiosas. Se ha constatado recientemente<br />

un hecho sobre el que no se había pensado hasta entonces:<br />

en Francia y en otros países católicos de Europa, la guerra de 1914­<br />

1918 provocó una caída de las devociones ligadas al purgatorio 6.<br />

<strong>El</strong> motivo psicológico es simple: ¿podía la Iglesia docente agitar todavía<br />

más el esperpento de los sufrimientos del purgatorio después<br />

de la muerte ante soldados que vivían el infierno de la guerra<br />

y ante sus familias, que temblaban todos los días por ellos?<br />

Asimismo, las tragedias colectivas e individuales inducidas<br />

por las guerras posteriores por odios raciales y por ideologías totalitarias<br />

han dañado la credibilidad de Dios. André Glucksmann<br />

remite a un sondeo realizado en 1997 en Francia para Le Fígaro:<br />

«¿Qué podría hacerle no creer en Dios?». <strong>El</strong> 45% de los encuestados<br />

respondieron: Ruanda, las masacres, los genocidios.<br />

Hoy una civilización entera se encuentra en la situación de<br />

Job, preguntándose por el sufrimiento humano y el silencio de<br />

Dios. «Hacemos nuestras -escriben <strong>El</strong>ie Wiesel y Josy Eisemberglas<br />

terribles acusaciones que Job profirió: Dios parece jugar con el<br />

hombre... ser indiferente a su sufrimiento. Dios no hace nada por<br />

disipar ese malestar de nuestra clVílzzación» 7. Pero Wiesel y Eisenberg<br />

no extraen de las quejas de Job las mismas conclusiones que<br />

André Glucksmann. Afirman que «más allá de las apariencias, la<br />

credibilidad divina es a la medida de la inmensa sabiduría del<br />

Creador... Y este desgarramiento permanente, esta contradicción<br />

de todos los instintos, es la esencia misma de la fe».<br />

Este desgarramiento ante el insondable abismo del mal se<br />

puede llamar también duda. Frente a este pozo negro, ¿quién no<br />

estaría poseído por la angustia y el vértigo? Dostoievski decía:<br />

6 Cf G. CUCHET, Du «Clel» a l'«au-dela» Le purgatOlre dans la culture de la<br />

soclété fran~alse (1850-1950), tesIS doctoral de HIstona defendIda en dICIembre<br />

de 2002<br />

7 J EISENBERG y E WIESEL, Job ou Dleu dans la tempéte, Pans, Fayard,<br />

1986, p 339

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