Informe completo - Asociación de Investigación y Estudios Sociales

Revista de derechos humanos
tipo de trabajo. Esto les reduce su capacidad
adquisitiva; además, como ya se
abordó anteriormente, la mayor parte de
su ingreso es usado (por las guatemaltecas
que son cabeza de familia), para
mejorar la calidad de vida de sus hijos
e hijas y para invertirlos en el pago de
servicios básicos, educación, etc.; por lo
tanto, generalmente su ingreso no es suficiente
para poder ahorrar y así invertir
en la compra de un bien inmueble.
Según el INE, en el período 1998-
2001, el 20.53% de los hogares con
jefatura femenina contaba con algún
tipo de vivienda, mientras que el 79.53%
restantes correspondía a los de jefatura
masculina.
Tenencia de vivienda por sexo de la jefatura del hogar,
según el régimen
100.00%
80.00%
60.00%
40.00%
20.00%
0.00%
93.13%
85.56%
78.82% 73.49% 76.82%
21.18% 26.51% 23.18%
14.44%
6.88%
Propia
Amortización
Alquiler
Cedida
Otro
Jefatura masculina
Jefatura femenina
Fuente: INE. Estadísticas e indicadores con enfoque de género 1998-2001. Guatemala, 2004. Versión electrónica.
Como se observa en la anterior
gráfica, la primera forma de tenencia de
las viviendas con jefatura femenina es a
través de la compra a plazos, mientras
que para los hombres es a través de la
cesión. Aquí se evidencia la preferencia
de los padres y madres de familia por
heredar sus bienes prioritariamente a
sus hijos, dejando en situación de desventaja
a las hijas. Es por ello que la
segunda forma que tienen las mujeres
para contar con un lugar para vivir es el
alquiler, mientras que los hombres ya
son propietarios de éste.
“...el 23.6% del total de tierras en
fincas está en manos de indígenas,
alrededor del 6.5% corresponde
a fincas con jefatura femenina y
casi el 70% corresponde a fincas
de hogares encabezados por varones
no indígenas (...) El peso de
las mujeres, con menos del 7% de
tierra, puede atribuirse a patrones
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