Informe completo - Asociación de Investigación y Estudios Sociales

Revista de derechos humanos
3. El principio de “igualdad” ha evolucionado
a lo largo de la historia
de los derechos humanos; sin embargo,
aún hace falta que se debata
ampliamente sobre este aspecto,
porque aún se compara a las mujeres
respecto de los hombres, debido que
a ellos se les toma como el modelo y
el parámetro de lo humano. Sin embargo,
muy poco se discute la premisa
de que hombres y mujeres son
igualmente diferentes entre sí, y por
lo tanto, para aplicar este principio
es necesario ponderar en la misma
medida sus necesidades específicas
y sus realidades particulares como
grupos humanos.
El trabajo de campo evidenció que
el concepto de “igualdad” tiene actualmente
distintas concepciones. Se
reconoce la igualdad en la diferencia
y la igualdad isónoma; sin embargo,
aún perviven vestigios de un pensamiento
machista: el hombre es
superior a la mujer.
4. El principio de “universalidad” y su
evolución es de gran trascendencia,
porque ha permitido que la protección
y violación de los derechos humanos
trasciendan la privacidad de los hogares,
la soberanía de los Estados, la autodeterminación
de los pueblos, etc., y
ha logrado que exista una observancia
internacional respecto a los derechos
fundamentales de la persona.
5. La concepción y aplicación parcial
de la “igualdad isónoma” muchas
veces se constituye en una práctica
“discriminatoria” en contra de las
mujeres, porque se quiere tratar
de la misma manera a hombres y a
féminas que no están en iguales condiciones
y, por lo tanto, los efectos
son negativos para ellas.
En el trabajo de campo, más del 50%
de las mujeres entrevistadas indicaron
gozar de menos derechos que los
hombres, a pesar del reconocimiento
constitucional de que todos y todas
somos iguales, con los mismos derechos
y obligaciones. Sin embargo,
siempre existe dentro del imaginario
social de muchas mujeres la idea
de que se tienen derechos según el
rol que se desempeñe, a manera de
mantener el statu quo aunque sea en
detrimento de las féminas.
6. La “igualdad sustantiva” y la “igualdad
formal” siguen avanzando paralelamente,
sin que se logre vislumbrar
un vértice de coincidencia en el
corto o mediano plazo, lo cual va en
detrimento de las mujeres y del goce
pleno de todos sus derechos, tanto
los universales como los específicos.
El Estado de Guatemala ve como su
ficiente el hecho de haber reconocido
que todas las personas son “iguales
ante la ley”, aunque el resultado de
esta premisa sea la discriminación.
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