Informe completo - Asociación de Investigación y Estudios Sociales

Revista de derechos humanos
Guatemala, hay que destacar dos realidades,
identificadas por el Ministerio
de Salud Pública y Asistencia Social
(MSPAS): 168
1. Los embarazos tempranos en algunas
regiones del país, son parte de
un patrón cultural y/o una realidad
económico-social (que se concreta
en la pobreza extrema), que coadyuva
a que las jóvenes sean cedidas
para convivir maritalmente desde
muy temprana edad, a partir de los
12 años.
2. En las áreas urbanas, este tipo de
embarazos generalmente no son
deseados, y se dan en parejas que
no han iniciado una vida en común o
en uniones de convivencia informal,
que suelen terminar en el abandono
de la madre y del descendiente.
3. Es importante evidenciar en un apartado
distinto, que algunos embarazos
en las adolescentes son producto de
violencia sexual y, particularmente,
incesto cometido por familiares suyos.
A continuación se presenta un
caso ocurrido en Honduras, que fue
seleccionado para ser incorporado en
esta investigación porque documenta
la magnitud de esta problemática
y algunas de sus consecuencias.
Iris Salvador desde que tenía 10 años de edad, empezó a ser víctima sistemática de
incesto por parte de su padre. De esta relación ella procreó una hija, que a la vez
era su media hermana y quien nació parapléjica.
Iris, quien ya contaba con 14 años de edad, se vio en la necesidad de huir de su
casa, junto a su pequeña hija de 18 meses y sus dos hermanos de 5 y 9 años de edad
(éstos últimos aparentemente fueron violentados sexualmente también), cuando su
padre intentó volver a abusarla sexualmente.
Iris, ante la situación que vivía, se suicidó el 10 de septiembre del 2004, intoxicándose
con unas tabletas; en dos ocasiones anteriores había intentado quitarse la vida.
Fuente: Periódico Prensa Libre. Pág. 34. Guatemala, 26 de septiembre del 2004.
168 Programa Nacional de Salud Integral de la Niñez y la Adolescencia (SINA), Ministerio de Salud Pública y Asistencia
Social. “Situación de los y las adolescentes en Guatemala. Guatemala, 2003. Pág. 41.
–220–