Informe completo - Asociación de Investigación y Estudios Sociales

El impacto que tienen los principios de igualdad y universidad de los derechos humanos…
El aporte de las mujeres guatemaltecas
se da en todos los ámbitos:
participar políticamente; formar al
capital humano del país a través de
capacitaciones, procesos de formación,
docencia, etc.; ahondar en el conocimiento
a través de las investigaciones;
abrir espacios de participación a las
mujeres en ámbitos considerados exclusivamente
masculinos; reconceptualizar
de los derechos humanos, desde
una perspectiva de género; participar
en la pacificación del país, después de
36 años de conflicto armado interno;
trabajar con mística; luchar por los derechos
humanos, especialmente de las
mujeres indígenas; impartir justicia en
la sociedad; hacer visible la exclusión
de que son víctimas las personas con
discapacidades; trascender el campo de
acción del ámbito familiar.
Esta diversidad de aportes muestra
la capacidad y versatilidad de las féminas
de desenvolverse en cualquier ámbito,
ya sea social, político, económico,
etc. Lamentablemente, hubo casos en
que algunas mujeres no pudieron identificar
sus aportes a la sociedad guatemalteca;
incluso hubo un caso en que
la lideresa respondió: “Me queda muy
grande esta pregunta”. Esto evidencia
que el proceso de “desvalorización del
trabajo de las mujeres” es tan común
que hasta ellas mismas desconocen su
valor e importancia.
Conclusiones
1. Hasta finales de la primera mitad del
siglo XX, a varios grupos sociales
(muchos de ellos mal denominados
“minoritarios”), entre éstos el de
mujeres, se les negó la titularidad
de los principios de “igualdad” y
“universalidad” de los derechos
humanos, lo cual permitió que las
féminas fueran recluidas al ámbito
privado, mientras que los hombres
ocuparon el sector público, gracias
a la división sexual del trabajo y a
la reproducción de un imaginario
social patriarcal.
2. A pesar de que esta titularidad empezó
a ser reconocida desde 1948,
estos principios no han trascendido
el papel, lo cual ha repercutido negativamente
en las mujeres, quienes
siguen siendo las principales víctimas
de la violencia de género, expresada
a través de la violencia sexual
e intrafamiliar, ya que a pesar de
haber demostrado sus capacidades,
cualificaciones y cualidades, aún se
les niega espacios de participación
política, económica, social, cultural,
etc., (que trascienda las paredes de
su lugar de residencia), desde donde
puedan luchar efectivamente por sus
derechos.
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