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DOLENTIUM HOMINUM - Conferencia Episcopal de Guatemala

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i. La manipulación<strong>de</strong> la vida humanaEn fin, en el pasaje <strong>de</strong>l nuevomilenio hemos tenido el privilegio<strong>de</strong> asistir a una magníficaexpansión <strong>de</strong>l conocimientosobre la reproducción humana,que hace prever posiblesaplicaciones <strong>de</strong> intervención.Como suce<strong>de</strong> siempre con laciencia, las aplicaciones <strong>de</strong> losmaravillosos <strong>de</strong>scubrimientoscientíficos se pue<strong>de</strong>n transformar,sin fuertes cuestiones morales,en instrumentos <strong>de</strong> opresióncontra los seres humanos.El conocimiento <strong>de</strong> la reproducciónhumana se encuentraahora frente a una expansiónparalela <strong>de</strong> la amenaza <strong>de</strong> manipulacionessobre la vida humana.Se efectúa ya la eliminación<strong>de</strong> embriones, producidos enexceso con el fin <strong>de</strong> incrementarla probablidad <strong>de</strong> logro <strong>de</strong> lafecundación in vitro. El conocimientogenético está aumentandoel número <strong>de</strong> las condicionespor las que es posible una diagnosispre-implante, con la consiguienteselección genética yeliminación <strong>de</strong> los embriones.Es posible que en futuro la llamadafisión gemelar se volveráuna rutina, con el fin <strong>de</strong> obtenerun embrión gemelar para usaren las investigaciones diagnósticasy para crear un banco <strong>de</strong>tejidos homólogos.Resumiendo, al inicio <strong>de</strong>l milenioparece que el médico correel riesgo <strong>de</strong> per<strong>de</strong>r un acercamientoholista y personal conel paciente y que tiene dificultadpara administrar el flujo <strong>de</strong>las informaciones. Es un médicocuya actividad es cada vezmás <strong>de</strong>pendiente <strong>de</strong> la tecnologíay cada vez más condicionadapor las <strong>de</strong>cisiones <strong>de</strong>l ministerio<strong>de</strong> la salud y <strong>de</strong> las políticassociales. La relación con elpaciente se vuelve más difícil,no sólo <strong>de</strong>bido a los problemas<strong>de</strong> comunicación, sino tambiéna una latente confrontaciónconflictual y a un menor carisma,mientras que el pacientepreten<strong>de</strong> una mayor autonomíay la satisfacción <strong>de</strong> sus <strong>de</strong>seospersonales, no estrictamentevinculados con la conservacióny la recuperación <strong>de</strong> la salud. Esnecesaria una profunda revisión<strong>de</strong> los programas educativospara que pueda obrar más fácilmenteen una sociedad con <strong>de</strong>masiadosancianos y pocos niños,para prepararlo a trabajarfuera <strong>de</strong>l hospital y a curar enfermeda<strong>de</strong>scrónicas y <strong>de</strong>shabilitantes.Al inicio <strong>de</strong>l nuevo milenio,los médicos parecen noestar equipados para resistir a lapresión <strong>de</strong> medicinas alternativas,a la presión cultural en favor<strong>de</strong> prácticas contrarias a lavida y a los sistemas políticosque quisieran que fuese neutralfrente a las <strong>de</strong>sigualda<strong>de</strong>s <strong>de</strong>nuestro tiempo.2. Responsabilidad<strong>de</strong> los médicos católicosSi este es el escenario, ¿quépo<strong>de</strong>mos hacer como médicoscatólicos <strong>de</strong>l tercer milenio paraenfrentar estos retos, ser profetas,resistir a la tentación <strong>de</strong>ldinero y <strong>de</strong> la falta <strong>de</strong> compromiso,y prevenir a la sociedad ya nuestros pacientes ante riesgospeligrosos?a. Nivel personalPienso que la primera respuestaes a nivel <strong>de</strong> actitu<strong>de</strong>spersonales. No po<strong>de</strong>mos vivirsimplemente teniendo comobase la cultura y los valorespropuestos por los media. No<strong>de</strong>bemos buscar el conflicto <strong>de</strong>por sí, sino ser orgullosos <strong>de</strong>nuestra diversidad, convencidos<strong>de</strong> que somos la sal <strong>de</strong> latierra y que nuestra propuestaes más gozosa y plena <strong>de</strong> vida.Apremiados por una i<strong>de</strong>a utilitarista<strong>de</strong> la sanidad, que reconocesólo algunos <strong>de</strong>rechos sanitariosconsi<strong>de</strong>rados socialmenteútiles y las i<strong>de</strong>ologías sanitariasque proponen prácticasmédicas como una forma <strong>de</strong>culto para una especie <strong>de</strong> nuevareligión, por la cual la muerteparece ser casi inevitable y lasalud y el fitness mo<strong>de</strong>rnos dioses,no po<strong>de</strong>mos simplementeretirarnos en la línea <strong>de</strong> un i<strong>de</strong>alcomercial <strong>de</strong> la medicina enla que el provecho (personal einstitucional) es el metro <strong>de</strong> loque es justo. A<strong>de</strong>más, <strong>de</strong>bemoscolocar al sujeto en el centro <strong>de</strong>nuestra atención y promoveruna red <strong>de</strong> relaciones humanasbasadas en la solidaridad.Debemos manifestar la valentía<strong>de</strong> plantear aún las preguntasfundamentales sobre lavida, el sufrimiento y la muerte.La visión pagana que está<strong>de</strong>trás <strong>de</strong>l culto <strong>de</strong> la salud tienetemor <strong>de</strong>l sufrimiento, <strong>de</strong> lavejez, <strong>de</strong> la muerte e incluso<strong>de</strong>l nacimiento. Frente a estavisión <strong>de</strong>bemos dar testimonio<strong>de</strong> la perspectiva cristiana mirandoel nacimiento, la enfermedad,el sufrimiento, la atención,la curación y la muertecomo oportunida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> crecimiento.La experiencia <strong>de</strong>nuestros límites (finitud) nosayuda a <strong>de</strong>scubrir el infinito yla realidad <strong>de</strong> nosotros mismos,rompiendo el sueño <strong>de</strong> omnipotenciae invulnerabilidad.Estos <strong>de</strong>berían ser conceptoselementales <strong>de</strong> nuestra experienciacristiana, pero nuestromodo <strong>de</strong> actuar generalmentees distante <strong>de</strong> lo i<strong>de</strong>al. Hablarincluso <strong>de</strong> la posibilidad <strong>de</strong> encontraruna re<strong>de</strong>nción espirituala través <strong>de</strong>l sufrimiento pareceextraño a los oídos mo<strong>de</strong>rnos,incluidos aquellos <strong>de</strong> los médicoscatólicos o <strong>de</strong> los capellanes<strong>de</strong> hospital. Hace algunassemanas, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la muerteen Tunicia <strong>de</strong> un lea<strong>de</strong>r socialistaitaliano acusado <strong>de</strong> corrupción,que por años habíavivido enfermo y en exilio, hetenido la gracia <strong>de</strong> escuchar asu hija que leía en televisión unpasaje <strong>de</strong> una carta escrita porél al Santo Padre.Debemos estar convencidos<strong>de</strong> que una experiencia genuinareligiosa pue<strong>de</strong> ayudar a loshombres y a las mujeres <strong>de</strong>nuestra época a mantener juntosla salud física y la salud espiritualy a resolver el aparenteconflicto entre la necesidad <strong>de</strong>la salud personal y los recursos<strong>de</strong> los sistemas sanitarios, porquela salud (salus) y los cuida-29

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