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DOLENTIUM HOMINUM - Conferencia Episcopal de Guatemala

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llos’. Todo lo que dice aquelprovocador vestido <strong>de</strong> blancoque <strong>de</strong>scien<strong>de</strong> hacia el Lago<strong>de</strong> Genesaret al atar<strong>de</strong>cer, RaoulFollereau lo sentía <strong>de</strong>ntro<strong>de</strong> sí mismo.Para él “el cristianismo esuna fraternidad en camino”.“Debemos amar a la gentepobre, a la gente feliz, amar al<strong>de</strong>sconocido, amar al prójimoque está en el confín <strong>de</strong>l mundo,amar al extranjero que estácerca <strong>de</strong> nosotros, amar... sinamor no hay genuflexiones,campanas y cuaresmas quevalgan; si no amais, no soiscristianos”.No tenemos tiempo parahablar <strong>de</strong> sus convicciones sobrelo social y sobre la verda<strong>de</strong>racaridad. Compartir las riquezas<strong>de</strong> esta tierra <strong>de</strong> maneraequitativa, significa para éltomar parte en la creación <strong>de</strong>Dios.Sin embargo, es importanteanalizar también la riqueza<strong>de</strong>l pensamiento <strong>de</strong> Follereau,sólo en pocas palabras: en larelación que unía Raoul Follereaua su juventud.Era una relación <strong>de</strong> confianza.Los jóvenes no aman a loshombres enmascarados. Follereauluchaba a rostro <strong>de</strong>scubierto,no componía, no traicionaba.A él lo aceptaban comoa uno <strong>de</strong> ellos.“Después <strong>de</strong> cinquentaaños, todavía tengo veinteaños”, <strong>de</strong>cía sin temor <strong>de</strong>equivocarse con ocasión <strong>de</strong> su70º cumpleaños. ¿Quién pue<strong>de</strong>afirmar esto <strong>de</strong>lante <strong>de</strong> losjóvenes sin caer en la ridiculez?El podía hacerlo porquelo manifestaba a través <strong>de</strong> laobra <strong>de</strong> su vida lo que proclamabaa los jóvenes.Hace <strong>de</strong> la juventud el “here<strong>de</strong>rouniversal <strong>de</strong> su obra” yla invita a <strong>de</strong>cir “no” al suicidio<strong>de</strong> la humanidad frente alos Gran<strong>de</strong>s que continúan sumonstruosa industria <strong>de</strong> losarmamentos. El tesoro queRaoul Follereau les ha <strong>de</strong>jadoes el bien que hizo y que hubieraquerido hacer a toda lajuventud, <strong>de</strong> <strong>de</strong>recha, <strong>de</strong> izquierda,<strong>de</strong> centro, la que harecibido el don <strong>de</strong> la fe y laque actúa como si creyese, laque cree y la que no cree.Y dado que confían en él,tiene el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> ponerlosen alerta a través <strong>de</strong> sus famososdiez “llamados a la juventud”.Raoul trataba <strong>de</strong> compren<strong>de</strong>rel <strong>de</strong>sconcierto <strong>de</strong> los jóvenesque es característico <strong>de</strong>su edad y <strong>de</strong>l siglo. Lo másgrave, según Follereau, es quelos jóvenes han sido colocadosen un mundo en el que seha querido eliminar la existencia<strong>de</strong> Dios. De este modo seha creado en ellos una civilización<strong>de</strong>l disgusto y <strong>de</strong> la <strong>de</strong>sesperación.Nada antes <strong>de</strong> lavida, nada <strong>de</strong>spués, ¿por quéla vida?El los alerta, para que “nose conviertan en presa <strong>de</strong> lascanallas <strong>de</strong> la inteligencia, quelos conducirán por caminossin flores, y que <strong>de</strong>sembocanen la nada”.Los alerta contra la droga yacusa al mundo <strong>de</strong> los adultos<strong>de</strong> cerrar los ojos y fustiga a“esta civilización <strong>de</strong> escorias,incapaz <strong>de</strong> liberarse <strong>de</strong> sus residuos”.Ante un joven drogadictoque se había suicidado, habla<strong>de</strong> un niño asesinado por susiglo y reprocha a la sociedad:“Detrás <strong>de</strong>l niño asesinado,está la oscura cohorte <strong>de</strong> losque ya han <strong>de</strong>sertado”.Compren<strong>de</strong> el vacío <strong>de</strong>lcual los jóvenes tienen vértigoy que se traduce en rechazo yviolencia. No obstante, Follereau,hombre positivo, filósofo<strong>de</strong> la esperanza, nos invita anosotros adultos, testigos <strong>de</strong> laputrefacción <strong>de</strong>l siglo, y a losjóvenes a construir una ciudadsegún la dimensión <strong>de</strong>l ser humanoque lo sirva sin oprimirlo,a construir una vida cristianaliberada, <strong>de</strong>sinfectada <strong>de</strong>sus supersticiones, <strong>de</strong> sus testimonios,<strong>de</strong> sus cobardías:una vida leal con Dios.Vemos que los jóvenes– escribe – regresan a una teología<strong>de</strong>l amor renovada. Amenudo en los corazones angustiados,indignados, ha encontradorefugio el Cristo <strong>de</strong>snudoy ha reflorecido la fe,una fe virgen.Repudiando un modo <strong>de</strong>hacer religión continuamentecalentado, encargado <strong>de</strong> evitarnoslos golpes fuertes en elotro mundo y ansioso – antetodo – <strong>de</strong> placar aquí nuestrospequeños temores que atur<strong>de</strong>n,los jóvenes se han comprometidoen el servicio <strong>de</strong> uncristianismo que no se preocupa<strong>de</strong> saber si el vaso <strong>de</strong> aguaqueda o no sin recompensa,<strong>de</strong> un cristianismo que no buscaengañar al buen Dios, <strong>de</strong>un cristianismo constructivo yconquistador.Lo sirven en una buhardilla,en un garage, en una fábrica oen un dispensario.“Ozanam tiene siempreveinte años”.“Vivir quiere <strong>de</strong>cir ayudar avivir. Ser felices, quiere <strong>de</strong>cirhacer felices a las personas”,exclamaba Raoul Follereau el7 <strong>de</strong> noviembre <strong>de</strong> 1976,cuando asistía por última veza una reunión <strong>de</strong> las asociacionesque llevan su nombre.“En efecto, la ‘Batalla contrala lepra’ es testimonio, antetodo y primero que todo, <strong>de</strong> laprimacía <strong>de</strong>l amor. Es fiel a él.El que recibe es ayudado. Peroes el que dona que es enriquecido”.Esta lepra que para millones<strong>de</strong> hombres ha sido un martirioy una maldición, en un futuroque se consi<strong>de</strong>ra muycercano <strong>de</strong>be <strong>de</strong>jar <strong>de</strong> ser unmal excepcional.La lepra renunciará a servenganza. Pero la batalla quele ha dado jaque será parasiempre un ejemplo y un testimonio:“Sin el amor, nada esposible. Con el amor nada esimposible”.Este éxito <strong>de</strong>be estimularnospara que el día <strong>de</strong> mañanaluchemos contra otros males,contra otras <strong>de</strong>generaciones.“Con un dinamismo idénticoy con el mismo fervor, lo herepetido a menudo, proseguireisla batalla contra todas laslepras <strong>de</strong> las que ella no es sinoun capítulo en un conjuntoinseparable”. Querido padreRaoul, ¡que Dios te escuche!Des<strong>de</strong> el cielo tu sigues suplicandopor tus hermanos ytus hermanas <strong>de</strong>l ILEP paraque permaneciendo unidosafronten otros <strong>de</strong>safíos.Sr. JOS HILGERPresi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> la“Fondation LuxembourgeoiseRaoul Follereau”87

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