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DOLENTIUM HOMINUM - Conferencia Episcopal de Guatemala

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36lo la ausencia <strong>de</strong> enfermedad,que capacita al hombre parallevar a cabo la misión queDios le ha encomendado, segúnla etapa <strong>de</strong> la vida en laque se encuentre.La misión <strong>de</strong>l médico es portanto ocuparse <strong>de</strong> que se tengaesta tensión dinámica hacia laarmonía integral, tal como serequiere en cada etapa <strong>de</strong> lavida <strong>de</strong> este hombre concretoque es su paciente, <strong>de</strong> maneraque pueda llevar a cabo la misiónque Dios le ha encomendado.De aquí la incongruencia<strong>de</strong> reducir la función médicaal sólo aspecto físico-químico<strong>de</strong> la enfermedad, sufunción es integral y a<strong>de</strong>másno pue<strong>de</strong> ser estática, sino que<strong>de</strong>be <strong>de</strong> insertarse <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>ldinamismo <strong>de</strong>l paciente quetien<strong>de</strong> hacia su propia armonía.En este contexto, la muerteno aparece como la frustración<strong>de</strong>l médico, sino como sutriunfo, ya que ha acompañadoa su paciente <strong>de</strong> maneraque éste haya podido hacerrendir sus talentos al máximoen cada etapa <strong>de</strong> la vida ycuando ésta llega a su final,cesa la función médica, no enun grito <strong>de</strong> impotencia, sino enla satisfacción <strong>de</strong> la misióncumplida, tanto <strong>de</strong> parte <strong>de</strong>lpaciente, como <strong>de</strong> parte <strong>de</strong>lmismo médico.Así el médico verda<strong>de</strong>ramenteestá con Cristo y sei<strong>de</strong>ntifica su profesión en estacomunión con Cristo mismo yentonces el médico se une connuestro Padre Dios como unhijo con su Padre, y su amorprofesional se vuelve la acción<strong>de</strong>l Amor <strong>de</strong> Dios en sí mismo,que es el Espíritu Santo.Por eso el médico cristiano esaquel que es guiado siemprepor el Espíritu Santo. Des<strong>de</strong> elEspíritu Santo y con el EspírituSanto se entien<strong>de</strong> toda lasimpatía que <strong>de</strong>ba existir entreel médico y el paciente, toda la<strong>de</strong>bida humanización <strong>de</strong> lamedicina y toda la exigenciahacia la actualización y formaciónpermanente, pues elAmor <strong>de</strong>l Espíritu Santo haceal médico una persona esencialmenteabierta para los <strong>de</strong>más,es a lo que se ha obligadoante Dios por su profesión <strong>de</strong>Fe que significa su profesiónmédica. Así llegamos a <strong>de</strong>linearahora el tercer rasgo <strong>de</strong> lai<strong>de</strong>ntidad médica, ser para los<strong>de</strong>más, es el “PARA” <strong>de</strong> suvocación y <strong>de</strong> su i<strong>de</strong>ntidadprofesional.3. “PARA”Cuando Dios ha elegido aMoisés, es muy claro que loha hecho para que saque a supueblo <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> los egipcios,dice Dios, “He bajadopara salvarlos <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r <strong>de</strong>los egipcios” (Ex 3,8).El médico no pue<strong>de</strong> encerrarseen sí mismo. No pue<strong>de</strong>simplemente pensar que yatiene suficiente dinero, que yano necesita trabajar, y que portanto ahora se retira <strong>de</strong> su profesión,un verda<strong>de</strong>ro médicoes médico para toda la vida, siverda<strong>de</strong>ramente ha recibidoesta vocación, la tendrá parasiempre y la <strong>de</strong>berá ejercer parala humanidad como una misiónprecisamente recibida parabien <strong>de</strong> todos, y <strong>de</strong> la cual<strong>de</strong>berá dar cuenta a Dios cuandoEl le diga “estuve enfermoy me fuiste a ver” (Mt 25,36.43).3.1 Apertura al pacienteDecíamos que el amor <strong>de</strong> laprofesión médica se calca enel amor <strong>de</strong> Dios que es difusivo<strong>de</strong> sí. No pue<strong>de</strong> encerrarsus conocimientos en puras teoríasy laboratorios, sino que<strong>de</strong>be <strong>de</strong> expan<strong>de</strong>rlos en favor<strong>de</strong> la comunidad. Ha recibidoel don <strong>de</strong> vigilar y hacer crecerla vida. Su vocación es para lavida, nunca para la muerte, seríacegar la misión que Dios leha encomendado a cada personahumana. Al ministerio religiosose acopla hoy, dice elPapa Juan Pablo II, el ministerioterapéutico <strong>de</strong> los médicosen la afirmación <strong>de</strong> la vida humanay <strong>de</strong> todas aquellas singularescontingencias en lascuales la misma vida pue<strong>de</strong>estar comprometida por unpropósito <strong>de</strong> la voluntad humana.En su más profundai<strong>de</strong>ntidad llevan consigo el serministros <strong>de</strong> la vida y nuncainstrumentos <strong>de</strong> muerte. Estaes la naturaleza más íntima <strong>de</strong>su noble profesión. Están llamadosa humanizar la medicinay los lugares en los que seejerce, y a hacer que las tecnologíasmás avanzadas se usenpara la vida y no para la muerte;teniendo siempre como supremomo<strong>de</strong>lo a Cristo, médico<strong>de</strong> los cuerpos y <strong>de</strong> las almas8 .El médico católico, dice elPapa Pío XII, <strong>de</strong>be poner adisposición <strong>de</strong> los enfermos susaber, sus fuerzas, su corazóny su <strong>de</strong>voción. Debe compren<strong>de</strong>rque él y sus pacientes seencuentran sujetos a la voluntad<strong>de</strong> Dios. La medicina es unreflejo <strong>de</strong> la bondad <strong>de</strong> Dios.Debe ayudar a que el enfermoacepte su enfermedad, y élmismo <strong>de</strong>be cuidarse <strong>de</strong>l encandilamiento<strong>de</strong> la técnica yhacer fructificar los dones queDios le ha dado y no ce<strong>de</strong>r alas presiones para realizaratentados contra la vida. Debepermanecer fuerte frente a lastentaciones <strong>de</strong>l materialismo 9 .El buen médico <strong>de</strong>be tenerasí las virtu<strong>de</strong>s dianoéticas ylas políticas y hacer <strong>de</strong> ellasuna virtuosidad, esto es, unhábito, <strong>de</strong> manera que tantolas virtu<strong>de</strong>s que ven a las cienciasteóricas como aquellasque ven a las prácticas, se encuentrenen él como si fueransu segunda naturaleza 10 .3.2 Cualida<strong>de</strong>s fundamentales<strong>de</strong>l médicoAsí se han llegado a tipificarlas cualida<strong>de</strong>s fundamentales<strong>de</strong>l médico en 5 renglones:Conciencia <strong>de</strong> responsabilidad,humildad, respeto, amory veracidad. La conciencia <strong>de</strong>responsabilidad lo lleva a trabajarcon el enfermo y serconsciente <strong>de</strong> que el médico esel que da la dirección; la humildadle dice que el médicovale por sus enfermos y no alrevés, la humildad lo hace reconocersecomo <strong>de</strong>udor <strong>de</strong>lenfermo; el médico no pue<strong>de</strong>hablar <strong>de</strong> “sus” pacientes, sinomás bien los enfermos hablarán<strong>de</strong> “su” médico. El médico<strong>de</strong>be recibir a sus enfermoscomo está escrito en el dintel<strong>de</strong> un viejo hospital alemán:“recipere quasi Christum”, <strong>de</strong>berecibir a sus enfermos comosi fueran el mismo Cristo.El respeto y el amor al enfermo,<strong>de</strong>l que hemos ya hablado,fundamentan su humildad,se sabe <strong>de</strong>positario <strong>de</strong> una mi-

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