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114 Dietoterapia, nutrición clínica y metabolismo
Dietas hiperproteicas
Las proteínas son macronutrientes más saciantes
que las grasas e hidratos de carbono, tanto a corto
como a largo plazo. Tienen la capacidad de modificar
el gasto energético del organismo, principalmente aumentando
de forma modesta el efecto térmico de los
alimentos, y de preservar la oxidación lipídica en el
estado postprandial (32) . Estas características confieren
a las proteínas de un interés especial dentro de las dietas
hipocalóricas.
Los resultados experimentales con dietas hiperproteicas
ofrecen resultados discordantes acerca de su hi po -
tética superioridad sobre la pérdida de peso (33, 34, 35, 36) ,si
bien podrían favorecer el mantenimiento del peso perdido,
la conservación de la masa magra y la adherencia
a la dieta. Los estudios realizados, que no superan
el año de seguimiento, no mostraron efectos adversos
sobre el perfil lipídico.
Dieta mediterránea
Se puede afirmar que la dieta mediterránea fue descubierta
en los años 40 del pasado siglo a raíz de los
estudios de Albaugh y Keys que relacionaron la menor
incidencia de eventos cardiovasculares en los países
ribereños del mar Mediterráneo con sus hábitos de
vida. Los habitantes del sur de Europa consumían una
dieta rica en frutas y verduras frescas, legumbres, harinas
integrales y aceite de oliva; el consumo de grasas
animales dependía fundamentalmente del pescado. La
dieta se acompañaba de actividad física y de una cantidad
moderada de bebidas alcohólicas (vino). En los
países del norte de Europa y en EE UU, donde los
eventos cardiovasculares eran más frecuentes, la dieta
era rica en grasas animales (carnes rojas, mantequilla,
huevos) y la actividad física escasa. Estudios posteriores
han confirmado el efecto protector de la dieta
mediterránea sobre la enfermedad cardiovascular, el
cáncer y enfermedades neurodegenerativas como el
Parkinson y el Alzheimer (37) .
Cuando se comparó la eficacia de diferentes dietas
(mediterránea, baja en grasa y baja en hidratos de carbono)
la pérdida de peso fue mayor con la dieta mediterránea
y la DBHC, pero sólo la primera se asoció
a una disminución de la concentración de proteína C
reactiva, de la insulínresistencia y de la glucemia (en
diabéticos) (38) .
PAPEL ESPECÍFICO DE LOS NUTRIENTES
EN EL CONTROL DEL PESO
Triglicéridos de cadena media (MCT)
Los MCT (8-10 carbonos) aportan menos calorías
(8,3 kcal/g) y tienen mayor capacidad saciante que los
triglicéridos de cadena larga (LCT; >12 carbonos),
probablemente debido a que son transformados en
cuerpos cetónicos y a que estimulan señales de la saciedad
al promover la oxidación hepática de ácidos
grasos (39) . Son capaces de aumentar el gasto energético,
disminuir la adiposidad en humanos y reducir la
ingesta energética. Estudios con pocos pacientes y de
corta duración muestran que la adición de cantidades
moderadas de esta grasa favorece discretamente la
pérdida de peso (40) .
Ácido linoleico conjugado (CLA)
Los CLA, isómeros del ácido linoleico con dobles
enlaces separados por una única unión metilo, son
producidos en el estómago de rumiantes y bóvidos y
se encuentran en los lácteos y sus derivados obtenidos
de dichos animales, mayoritariamente en forma cis-9
trans-11. El interés suscitado por esta molécula en los
últimos años deriva de su capacidad para inhibir la lipogénesis,
reducir el tamaño de los adipocitos y aumentar
la oxidación grasa en modelos animales. Los
estudios realizados en humanos no han demostrado un
efecto significativo y consistente sobre el peso y la
composición corporal, y existe la posibilidad de que el
isómero trans-10 cis 12, uno de los más empleados,
tenga efectos deletéreos sobre el metabolismo lipídico
e hidrocarbonado (41) .
Calcio
Los resultados de algunos estudios (NHANES III,
CARDIA, HERITAGE Family Study, etc.) sugieren
que el aumento de la ingesta de calcio sin restricción
energética asociada podría reducir la masa grasa, y
que con restricción energética la pérdida de peso y
masa grasa podría ser mayor (42) . El mecanismo implicado
podría ser el incremento de la oxidación lipídica,
ya que no se han observado modificaciones en el gasto
energético (43) .