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Dietoterapia, nutricion clinica y metabolismo_booksmedicos.org.pdf

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CAPÍTULO 2. Requerimientos <strong>nutricion</strong>ales 45<br />

La utilización de las DRI para valorar la ingesta de<br />

un individuo concreto es difícil ya que sería necesario<br />

conocer de forma precisa su ingesta real, incluyendo<br />

la variabilidad interdía. Dado que, especialmente para<br />

algunos nutrientes, la variabilidad en la ingesta es muy<br />

amplia, se necesitarían numerosos días de encuesta<br />

para poder realizar valoraciones realistas de su ingesta.<br />

Por ello, la valoración real del estado de ese nutriente<br />

concreto debería apoyarse, además, en otras<br />

mediciones clínicas, antropométricas y bioquímicas.<br />

Por estos inconvenientes, se suele recurrir a un método<br />

estadístico, que compara la estimación del consumo<br />

habitual de ese nutriente “recogido en la encuesta dietética”<br />

con el EAR. La ecuación tiene en cuenta también<br />

la variabilidad de los requerimientos. El resultado<br />

de esta ecuación es un “z score” a partir del cual se determina<br />

la probabilidad de que la ingesta habitual de<br />

un individuo satisfaga sus requerimientos. Hasta que<br />

los programas informáticos que analizan las encuestas<br />

dietéticas incorporen estas fórmulas de forma rutinaria<br />

es interesante destacar (a nivel práctico) que las ingestas<br />

de un nutriente (16) :<br />

— Menores de la EAR necesitan aumentarse ya que<br />

la probabilidad de su adecuación es menor o<br />

igual al 50%.<br />

— Entre EAR y RDA posiblemente necesitan aumentarse<br />

ya que la probabilidad de adecuación<br />

es menor del 97 o 98%.<br />

— Mayores o iguales a las RDA (o a las AI, si sólo<br />

se dispone de ellas) serían adecuadas si representan<br />

el consumo real del nutriente (se ha recogido<br />

la ingesta un número suficiente de días).<br />

— Menores de AI probablemente deben aumentarse<br />

hasta alcanzar la AI, aunque la probabilidad<br />

de la adecuación de la ingesta por debajo del AI<br />

no puede determinarse.<br />

— Menores que el UL no presentan riesgo de efectos<br />

adversos.<br />

Basándose en los informes acerca de ingestas recomendadas<br />

y, también, en la evidencia emanada de<br />

estudios epidemiológicos (observacionales y prospectivos)<br />

y de ensayos clínicos randomizados y controlados<br />

(de tamaño muestral, duración y calidad adecuados)<br />

numerosos <strong>org</strong>anismos y sociedades científicas han<br />

elaborado recomendaciones <strong>nutricion</strong>ales para la población<br />

general (Tabla 2.8) con el objetivo de alcanzar<br />

una dieta que promueva la salud actual de la misma y<br />

la prevención de enfermedades crónicas. Van dirigidos<br />

a los profesionales sanitarios y a los planificadores de<br />

la política sanitaria y, en ellas se mezclan, con frecuencia,<br />

recomendaciones de consumo de nutrientes concretos<br />

junto con las de consumo de alimentos. Esta dieta<br />

saludable debe aportar una cantidad adecuada y variada<br />

de alimentos, proporcionando los nutrientes cualitativa<br />

y cuantitativamente necesarios para el funcionamiento<br />

normal de nuestro <strong>org</strong>anismo, en el momento<br />

actual y en el futuro.<br />

REQUERIMIENTOS ENERGÉTICOS<br />

EN PERSONAS SANAS<br />

Los Requerimientos Energéticos Estimados (REE)<br />

se definen como la ingesta dietética de energía necesaria<br />

para mantener el balance energético en un individuo<br />

adulto sano de una determinada edad, sexo, peso, talla y<br />

nivel de ejercicio físico asociado a buena salud (9) . Para<br />

niños y mujeres embarazadas y lactantes los REE incluyen<br />

las necesidades extra asociadas al anabolismo<br />

(deposición de tejidos) o la secreción de leche.<br />

Los componentes del gasto energético en personas<br />

sanas se resumen en:<br />

GET = GEB + ETA + AF<br />

donde:<br />

GET = Gasto energético total.<br />

GEB = Gasto energético basal.<br />

ETA = Efecto térmogénico de los alimentos.<br />

AF = Gasto energético por actividad física.<br />

El Gasto Metabólico Basal (GMB) se define como<br />

la cantidad de energía que se consume en estado de reposo<br />

y en ayunas. El GMB se suele extrapolar a las 24<br />

horas y se llama Gasto Energético Basal (GEB) y supone<br />

entre el 60 y 75% del GET. El término Gasto<br />

Energético en Reposo (GER) se refiere al gasto en 24<br />

horas en estado de reposo pero incluyendo también el<br />

coste derivado de la ingesta de alimentos. No obstante<br />

en la práctica suelen utilizarse de forma casi equivalente.<br />

El principal determinante del GER es la cantidad<br />

de masa magra corporal aunque también depende<br />

de otros factores como la edad, sexo, composición<br />

corporal, estado <strong>nutricion</strong>al, condicionantes genéticos,<br />

estado tiroideo…<br />

El efecto termogénico de los alimentos (ETA) se refiere<br />

a las calorías producidas en forma de calor durante<br />

la ingesta y metabolización de los alimentos. Supone<br />

aproximadamente el 10% de la energía total consumida<br />

con los alimentos, si se consume una dieta mixta.<br />

El gasto por actividad física es la variable que la<br />

persona puede controlar más fácilmente para modificar<br />

el gasto energético total ya que supone entre el 15<br />

y el 30% del GET.

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