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470 Dietoterapia, nutrición clínica y metabolismo
Actualmente se acepta que puede mantenerse una
ingesta de alimentos sólidos hasta seis horas antes del
acto quirúrgico, y que la ingesta de una solución hidrocarbonada
líquida hasta dos horas antes de aquél
supone beneficios adicionales en la recuperación postquirúrgica,
sobre todo cuando estas maniobras se integran
en un abordaje multifactorial del paciente quirúrgico
(anestesia epidural, menor nivel de opiáceos
en la anestesia, movilización precoz…). Del mismo
modo, el empleo precoz de la vía digestiva, ya sea oral
o enteral, incluso en las primeras 24 horas tras el acto
quirúrgico, parece ser positivo en la resolución del íleo
postquirúrgico sin que por ello aumenten las complicaciones.
Desde este punto de vista, no se recomienda
el uso rutinario de la descompresión gástrica mediante
sonda nasogástrica en el postoperatorio inmediato.
En pacientes desnutridos, el soporte nutricional artificial
debe iniciarse de diez a catorce días antes de la
cirugía, priorizando la vía oral o la enteral siempre que
sea posible. Si no es así, puede utilizarse la vía parenteral.
Dicho soporte debe mantenerse en el postoperatorio
hasta que el paciente sea capaz de cubrir sus requerimientos
de energía y nutrientes por vía oral. En
este caso también se utilizará la vía digestiva como
primera opción.
No existen datos concluyentes con respecto a la utilización
de fórmulas enterales con inmunonutrientes
durante el perioperatorio de patología colorrectal (nucleótidos,
arginina y ácidos grasos omega-3), aunque
trabajos recientes sugieren menor incidencia de complicaciones
y estancias medias menos prolongadas en
pacientes desnutridos y no desnutridos suplementados
con aquéllas. También hay evidencias que apoyan el
empleo de glutamina y emulsiones lipídicas con omega-3
durante el postoperatorio de los enfermos que requieran
soporte nutricional por vía parenteral.
Controlar el balance hídrico y ajustar el volumen de
sueroterapia es fundamental para evitar la sobrecarga
de agua, sodio y cloro que se produce en muchos pacientes
que permanecen en dieta absoluta.
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