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Dietoterapia, nutricion clinica y metabolismo_booksmedicos.org.pdf

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CAPÍTULO 38. Nutrición en cirugía de tumores de cabeza y cuello 541<br />

TABLA 38.3. Parámetros <strong>nutricion</strong>ales utilizados en pacientes<br />

con tumores de cabeza y cuello<br />

Parámetros antropométricos<br />

Peso<br />

Peso habitual<br />

Índice de masa corporal<br />

Pliegue tricipital<br />

Circunferencia del brazo<br />

Circunferencia muscular del brazo<br />

Parámetros bioquímicos<br />

Albúmina<br />

Prealbúmina<br />

Transferrina<br />

Proteína transportadora del retinol<br />

Junto a estos datos antropométricos, tenemos una<br />

serie de parámetros bioquímicos <strong>nutricion</strong>ales. Uno de<br />

estos parámetros es la albúmina, que se ha mostrado<br />

en los casos de hipoalbuminemia como un factor de<br />

riesgo de complicaciones y mortalidad (10) . Los valores<br />

considerados como indicadores de riesgo varían según<br />

los diferentes autores por debajo de 3 ó 3,5 g/dl.<br />

Existen escalas que integran tanto parámetros <strong>nutricion</strong>ales<br />

objetivos como subjetivos de amplia utilización<br />

en pacientes tumorales, un ejemplo es el índice<br />

de Detsky o Subjetive global assessment (SGA), que<br />

en la actualidad presenta una versión autoadministrada<br />

por el paciente (11) . En esta escala se valora el grado de<br />

desnutrición según la intensidad de la pérdida de peso,<br />

la severidad de los signos digestivos o clínicos de desnutrición,<br />

las alteraciones funcionales y la presencia<br />

de estrés metabólico. De este modo se clasifica a los<br />

pacientes en tres grados:<br />

A. No desnutrido.<br />

B. Moderadamente desnutrido.<br />

C. Severamente desnutrido.<br />

También hay escalas que tratan de integrar los diferentes<br />

parámetros <strong>nutricion</strong>ales objetivos obtenidos;<br />

uno de ellos es el índice de Buzby (nutrition risk index<br />

o NRI) (12) , de amplia aplicación en el preoperatorio de<br />

pacientes, situación que suele ser la habitual en estos<br />

pacientes cuando nos llegan a la consulta. Este índice<br />

se calcula con la fórmula (NRI = 1,519 × (albúmina<br />

g/l) + 0,417 × (peso actual/peso habitual) × 100). Esta<br />

escala permite dividir a los pacientes según su estado<br />

<strong>nutricion</strong>al:<br />

1. NRI < 83,5 severamente desnutridos.<br />

2. NRI 83,5-97,5 moderadamente desnutrido.<br />

3. NRI > 97,5 sin desnutrición.<br />

La escala de Buzby destaca por su sencillez, poco<br />

coste económico en la práctica clínica diaria, así como<br />

una excelente correlación con el pronóstico clínico del<br />

paciente, reuniendo por tanto muchas características<br />

de un índice <strong>nutricion</strong>al ideal.<br />

SOPORTE NUTRICIONAL<br />

Uno de nuestros objetivos, como especialistas en<br />

nutrición es prevenir complicaciones en esta área. Por<br />

ello deberíamos realizar una aproximación <strong>nutricion</strong>al<br />

previa al abordaje quirúrgico, situándonos en un paciente<br />

complejo con problemas de deglución, precisando<br />

por ello un abordaje multidisciplinar (Figura 38.2).<br />

Teniendo en cuenta la aproximación más sencilla, a<br />

través del índice de masa corporal, podemos clasificar<br />

a los pacientes con tumores de cabeza y cuello en pacientes<br />

con sobrepeso, pacientes con peso estable y<br />

pacientes desnutridos.<br />

En los pacientes con sobrepeso, es conveniente detectar<br />

y corregir los errores <strong>nutricion</strong>ales, para revertir<br />

el exceso ponderal que puede complicar el postoperatorio.<br />

En los pacientes con un peso estable, se deben facilitar<br />

una serie de consejos <strong>nutricion</strong>ales para mantener<br />

una alimentación equilibrada y adaptada en cantidad,<br />

calidad y textura a las características del paciente tumoral.<br />

En estos pacientes es necesario dar consejos y<br />

ayuda para disminuir o abandonar el consumo de alcohol<br />

y tabaco.<br />

En el grupo de pacientes con desnutrición es necesario<br />

abordar una serie de problemas como la malabsorción,<br />

la disfagia y la disminución del aporte. Si la<br />

vía oral no puede ser utilizada, deberemos utilizar la<br />

vía enteral, con sonda nasogástrica, gastrostomía o yeyunostomía<br />

(13) (Figura 38.3). Es necesario complementar<br />

este tratamiento <strong>nutricion</strong>al con terapias antiálgicas<br />

o anestésicas.<br />

Una vez que el paciente ha sido intervenido, el objetivo<br />

es mantener un aporte calórico-proteico adecuado<br />

para mejorar la cicatrización y disminuir el catabolismo<br />

postquirúrgico. Si el tubo digestivo es funcionante<br />

la vía de administración electiva es la vía enteral. Esta<br />

alimentación debe ser evaluada periodicamente para<br />

valorar la tolerancia a la sonda nasogástrica o gastrostomía<br />

y la tolerancia a la fórmula <strong>nutricion</strong>al (número<br />

de deposiciones, sensación de plenitud). El tipo de cirugía<br />

realizada, va a marcar la progresión y evolución<br />

de la nutrición pautada.<br />

A continuación, analizamos estas diferentes peculiaridades<br />

<strong>nutricion</strong>ales en función del tipo de cirugía<br />

(Tabla 38.4):

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