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Dietoterapia, nutricion clinica y metabolismo_booksmedicos.org.pdf

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CAPÍTULO 29. Soporte <strong>nutricion</strong>al en enfermedades pancreáticas 423<br />

instaurado el tratamiento, por lo que en estos casos se<br />

suele dejar en dieta absoluta para evitar el estímulo secretor<br />

de la glándula y se inicia dieta oral tras los primeros<br />

cinco a siete días, si no hay complicaciones intercurrentes.<br />

Siguiendo las recomendaciones de la<br />

Sociedad Europea de Nutrición Parenteral y Enteral<br />

(ESPEN) publicadas en el 2006 (16) , en los casos de PA<br />

leves y moderadas sólo se deben aplicar las medidas<br />

generales anteriormente comentadas (nivel de evidencia<br />

B), planteando un soporte <strong>nutricion</strong>al únicamente<br />

en aquellos casos en los que la reintroducción de la<br />

dieta oral se tenga que retrasar más allá de siete días<br />

(nivel de evidencia C), pues se ha demostrado que el<br />

soporte <strong>nutricion</strong>al en estos casos no aporta ningún beneficio<br />

(nivel evidencia A) (16,21) .<br />

En las PA leves se aconseja introducir dieta oral<br />

cuando el dolor haya cedido durante, al menos, 48 horas,<br />

se normalicen los niveles de amilasa y/o lipasa<br />

plasmáticos y no existan complicaciones, comprobando<br />

previamente que existe motilidad intestinal. En<br />

principio se deberán dar pequeñas tomas a lo largo del<br />

día, con aporte fundamentalmente de hidratos de carbono<br />

y pocas proteínas. Las grasas se introducirán de<br />

forma tardía (a partir del tercer o cuarto día), por lo<br />

que resulta útil estructurar la dieta en forma de fases.<br />

En una quinta parte de los casos el dolor reaparece de<br />

nuevo con la ingesta oral, pero no suele ser necesario<br />

en estos casos suspenderla (3) .<br />

Soporte <strong>nutricion</strong>al artificial<br />

en la pancreatitis aguda<br />

Para conocer si un paciente va a necesitar un soporte<br />

<strong>nutricion</strong>al artificial se debe valorar su estado <strong>nutricion</strong>al<br />

al ingreso, así como el riesgo de desnutrición<br />

que puede llegar a presentar (21) . Los pacientes con desnutrición<br />

previa deberían recibir soporte desde el inicio,<br />

aunque hay siempre que valorar cada paciente de<br />

forma individual.<br />

En la PA severa el soporte <strong>nutricion</strong>al es imprescindible,<br />

puesto que la situación del paciente en estos casos<br />

va a prolongar su periodo de ayuno durante un<br />

tiempo indefinido y el estado hiperdinámico al que<br />

está sometido puede llevarle rápidamente a un deterioro<br />

franco de su estado <strong>nutricion</strong>al. Diversos estudios<br />

han comparado la nutrición enteral (NE) con la nutrición<br />

parenteral (NP) analizando sus ventajas e inconvenientes.<br />

La NP ha sido el soporte <strong>nutricion</strong>al fundamental<br />

para tratar al paciente con PA severa, sin embargo diversos<br />

estudios han demostrado las desventajas que<br />

presenta respecto a la NE, por lo que se puede decir<br />

que ha quedado relegada a un segundo plano frente a<br />

ésta (13,26,27) . Marik et al. (11) realizaron un meta-análisis<br />

con seis estudios donde comparaban ambos soportes<br />

<strong>nutricion</strong>ales con un total de 263 pacientes. Demostraron<br />

una menor incidencia de infección (sepsis por catéter)<br />

así como una menor necesidad de intervenciones<br />

quirúrgicas secundarias a la PA y una menor estancia<br />

hospitalaria en los pacientes que reciben NE frente a<br />

los que reciben NP, sin encontrarse diferencias significativas<br />

en la mortalidad.<br />

En otros muchos ensayos se han encontrado resultados<br />

parecidos como el de Kalfarentzos et al. (26) , Olah<br />

et al. (28) y Abou-Assi et al. (29) . Estos resultados se pueden<br />

explicar en parte por el importante papel que ejerce<br />

el intestino como órgano inmunomodulador.<br />

Existen evidencias de que la NE reduce la incidencia<br />

de infecciones. Estos beneficios son debidos a la<br />

ayuda que esto supone en el mantenimiento de la integridad<br />

de la barrera intestinal, previniendo el aumento<br />

de permeabilidad y manteniendo las células epiteliales<br />

unidas (30-32) . La alimentación estimula la circulación<br />

intestinal, previniendo la isquemia y los daños provocados<br />

por el bajo gasto, además de estimular la secreción<br />

de IgA y sales biliares que no permiten la translocación<br />

bacteriana, así mismo mantiene el tejido<br />

linfoide asociado al intestino (GALT) (30) . La NE tiene<br />

un importante papel en la regulación de la flora bacteriana<br />

comensal, evitando la colonización de la mucosa<br />

intestinal por bacterias patógenas, disminuyendo la activación<br />

de neutrófilos y la liberación de citoquinas inflamatorias<br />

(30,33) . En comparación con la NP, los pacientes<br />

con PA grave que reciben NE presentan un<br />

aumento en la capacidad antioxidante, un descenso<br />

más rápido de los niveles de proteína C reactiva así<br />

como una resolución más temprana del síndrome de<br />

respuesta inflamatoria sistémica (34) . De la misma forma<br />

el tiempo de resolución de la enfermedad, la desa -<br />

parición del dolor abdominal, la normalización de los<br />

niveles de amilasa y el tiempo hasta una adecuada tolerancia<br />

de la dieta oral se ve reducido a la mitad en el<br />

caso de la NE comparada con la NP (35) .<br />

A estos beneficios se le debe añadir que la NE supone<br />

un menor coste que la NP. La ESPEN establece con<br />

un grado de recomendación A el uso de NE en la mayoría<br />

de los pacientes considerando que en ocasiones<br />

es necesario suplementar con NP para cubrir requerimientos.<br />

Además insiste que en los casos de pancreatitis<br />

severa se debe mantener el uso continuo de la NE si<br />

la tolera el paciente (grado de recomendación C) (16) .<br />

Sabemos que el tipo de nutriente empleado y el lugar<br />

del tubo digestivo donde se infunden son dos factores<br />

determinantes del grado de estimulación de la secreción<br />

del páncreas. Por eso uno de los inconvenientes

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