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Dietoterapia, nutricion clinica y metabolismo_booksmedicos.org.pdf

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CAPÍTULO 59. Gestión de la calidad aplicada a la nutrición clínica 783<br />

— Competencia profesional: capacidad del profesional<br />

y de la <strong>org</strong>anización para utilizar los conocimientos<br />

médicos y la capacidad relacional.<br />

— Continuidad: capacidad de atender a los pacientes<br />

como un todo mediante un conjunto de servicios<br />

integrados.<br />

— Disponibilidad: grado en que los servicios sanitarios<br />

están operativos.<br />

— Efectividad: capacidad de un tratamiento o procedimiento<br />

de mejorar la salud, también entendida<br />

como la relación entre el impacto real y el<br />

impacto potencial en condiciones ideales de una<br />

actividad (que es la eficacia).<br />

— Eficiencia: relación entre el impacto o efecto de<br />

una intervención y su coste, también entendida<br />

como la prestación del máximo de servicios de<br />

calidad por unidad de coste.<br />

— Satisfacción del profesional con las condiciones<br />

y el desarrollo de su trabajo.<br />

— Seguridad: balance positivo en la relación entre<br />

riesgos y beneficios.<br />

Algunos autores también incluyen entre las dimensiones<br />

de la calidad la receptividad o respuesta centrada<br />

en los pacientes (conceder importancia a los valores<br />

y/o preferencias del individuo o de la sociedad), la<br />

relevancia (balance óptimo de servicios que podría alcanzarse<br />

dadas las necesidades y las carencias de la<br />

población), la valoración (grado en que una asistencia<br />

sanitaria eficaz se ha implantado y ha obtenido resultados)<br />

y la disponibilidad de información. La elección<br />

de determinadas dimensiones de calidad influye en la<br />

capacidad de evaluación de ésta y, por tanto, en las políticas<br />

sanitarias adoptadas.<br />

SISTEMAS DE EVALUACIÓN<br />

DE LA CALIDAD<br />

Si existen diversos enfoques o puntos de vista para<br />

definir lo que es la calidad y de qué facetas o dimensiones<br />

está compuesta, lo mismo ocurre con los métodos<br />

de evaluación. Dentro de la Unión Europea y dentro<br />

de nuestro Sistema Nacional de Salud coexisten<br />

diferentes metodologías, algunas desarrolladas por las<br />

propias Comunidades Autónomas. Donabedian (7) propuso<br />

que podíamos medir la calidad sanitaria estudiando<br />

tres aspectos:<br />

— Estructura, entendida como las características<br />

del medio en que se presta la asistencia sanitaria<br />

y los recursos que se necesitan (humanos, materiales<br />

e intelectuales).<br />

— Proceso, entendido como la utilización de recursos<br />

para la prestación de servicios. Los procesos<br />

pueden estar relacionados con el paciente (ej;<br />

índices de derivación a consultas) o con la <strong>org</strong>anización<br />

(ej; gestión de listas de espera).<br />

— Resultados, entendidos como los efectos de la<br />

asistencia en un individuo o en la sociedad. Los<br />

efectos pueden ser intermedios (ej; presión arterial)<br />

o finales (ej; mortalidad).<br />

Estos tres aspectos tienen, a su vez, unas determinadas<br />

dimensiones asociadas (Tabla 59.2) y ciertas limitaciones<br />

a la hora de su evaluación. Por ejemplo,<br />

los resultados y de una intervención pueden observarse<br />

décadas después de que se produzca o están limitados<br />

porque la eficacia de la intervención o de la tecnología<br />

empleada no es completa. Es difícil prestar<br />

una asistencia sanitaria adecuada si la estructura no lo<br />

es, pero una buena estructura no implica unos procesos<br />

y resultados de calidad. La evaluación de los procesos<br />

permite saber si se ha aplicado correctamente la<br />

ciencia médica pero resulta complicada en cuanto que<br />

los procesos son variables y por tanto inestables (8) .La<br />

mayor parte de los métodos de evaluación de la calidad<br />

valoran los procesos y los resultados, y siguen un<br />

esquema común de análisis que se muestra en la Figura<br />

59.3 (9) .<br />

Sistemas de normalización y<br />

certificación<br />

Se entiende por norma de calidad un documento de<br />

aplicación voluntaria aprobado por un <strong>org</strong>anismo de<br />

normalización reconocido (ej; AENOR, Asociación<br />

Española de Normalización y Certificación; International<br />

Standards Office, ISO) y que recoge especificaciones<br />

técnicas de los procesos obtenidas a partir de la<br />

experiencia. La certificación supone que un <strong>org</strong>anismo<br />

de certificación asegura que un tercero se ajusta a<br />

dicha norma, es decir, que un proceso se realiza de<br />

TABLA 59.2. Clasificación de las dimensiones de calidad<br />

asistencial.<br />

DIMENSIONES<br />

DE ESTRUCTURA<br />

Accesibilidad<br />

Equidad<br />

DIMENSIONES<br />

DE PROCESO<br />

Adecuación<br />

Continuidad<br />

Eficiencia<br />

Información<br />

Seguridad<br />

DIMENSIONES<br />

DE RESULTADO<br />

Efectividad<br />

Satisfacción

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