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Dietoterapia, nutricion clinica y metabolismo_booksmedicos.org.pdf

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CAPÍTULO 2. Requerimientos <strong>nutricion</strong>ales 57<br />

La vitamina K interviene como coenzima en la síntesis<br />

de numerosas proteínas que intervienen en la coagulación<br />

sanguínea y en el <strong>metabolismo</strong> óseo. Su<br />

fuente principal en la dieta son los vegetales de hoja<br />

verde, coles de bruselas, brócoli y ciertos aceites vegetales<br />

(soja, oliva o colza). También se produce en el<br />

colon por las bacterias saprofitas, aunque su absorción<br />

es menor que la procedente de la dieta. La AI está determinada<br />

a partir de la ingesta media de la población<br />

americana. La ausencia de vitamina K parece desempeñar<br />

un papel en el desarrollo de la osteoporosis, por<br />

lo que es posible que, en próximas revisiones, se incluya<br />

como criterio para estimar las DRI de esta vitamina.<br />

Electrolitos y agua<br />

El sodio es un electrolito esencial en los fluidos extracelulares<br />

y es indispensable para mantener una<br />

función normal celular. La AI de sodio está basada en<br />

en la capacidad de alcanzar una dieta <strong>nutricion</strong>almente<br />

adecuada de otros nutrientes cubriendo las pérdidas<br />

por el sudor asociadas al nivel propuesto de ejercicio<br />

físico (moderadamente activos) incluso en ambientes<br />

muy cálidos. Estas cifras pueden quedarse cortas si se<br />

realizan grandes esfuerzos físicos o en ambientes<br />

muy húmedos (10) . En la dieta occidental aproximadamente<br />

dos tercios del sodio procede de la sal añadida<br />

en la elaboración y procesado de los alimentos. Debido<br />

al riesgo de hipertensión asociado al consumo elevado<br />

de sal, las recomendaciones de consumo de sodio<br />

para la Unión Europea proponen como objetivo<br />

una ingesta de sal menor a 6 g/día (aprox < 2,4 g de<br />

sodio), tanto para niños como para adultos (19) . Esta recomendación<br />

es similar a la cifra de máximo nivel tolerable<br />

(UL) propuesto por la NAS (2,3 g de sodio para<br />

adultos sanos sin hipertensión), aunque ambas están<br />

muy alejadas del consumo habitual en las sociedades<br />

occidentales. A nivel comunitario el ligero descenso<br />

de PA poblacional producido al reducir el consumo<br />

de sal podría evitar en torno a un 16% de las muertes<br />

por eventos coronarios, un 22% por accidentes vasculares<br />

cerebrales, así como una reducción al 50% de<br />

las personas que requieren tratamiento antihipertensivo<br />

(17) .<br />

El cloro, junto con el sodio, contribuye al mantenimiento<br />

de los fluidos extracelulares y al normal funcionamiento<br />

celular. El cloro forma parte aproximadamente<br />

del 60% del peso de la sal. Las AI y las UL<br />

propuestas en las DRI, son equimolares con el sodio<br />

ya que su consumo diario está asociado mayoritariamente<br />

al de la sal.<br />

El potasio es el catión intracelular más abundante y<br />

contribuye al funcionamiento normal celular al intervenir<br />

en el mantenimiento del medio interno y externo<br />

celular. Su consumo reduce los incrementos de presión<br />

arterial provocados por el consumo de sodio y en<br />

estudios prospectivos epidemiológicos se ha observado<br />

una relación inversa entre la ingesta de potasio y el<br />

riesgo de accidente cerebrovascular. Su AI en adultos<br />

está basado en la ingesta que reduce la presión arterial,<br />

minimiza el riesgo de litiasis renal y, posiblemente reduzca<br />

la pérdida de masa ósea. Los niveles recomendados<br />

de ingesta de frutas y verduras para la población<br />

aseguran una ingesta adecuada de potasio (17) . Otras<br />

fuentes menos importantes son los productos lácteos,<br />

carnes y frutos secos.<br />

El agua es el mayor componente corporal y es indispensable<br />

para la homeostasis celular y la vida.<br />

Los requerimientos hídricos (AI) propuestos por la<br />

NAS se establecen a partir de la ingesta media en individuos<br />

sanos bien hidratados y que realizan un nivel<br />

de ejercicio físico recomendado. No obstante<br />

puede alcanzarse un buen estado de hidratación con<br />

niveles por debajo del AI. Para estimar el AI se han<br />

contemplado todas las fuentes alimentarias de agua,<br />

tanto las bebidas como los alimentos sólidos (que<br />

aportan el 20% de la ingesta hídrica diaria). No se<br />

describen valores de UL (maximo tolerables) ya que<br />

un riñón sano puede filtrar más de 700 ml de fluido<br />

por hora (10) .<br />

OTROS FACTORES NUTRICIONALES<br />

E INGESTA DE ALCOHOL<br />

Los vegetales y frutas son portadores de una larga<br />

lista de factores biológicamente activos: flavonoides,<br />

cumarinas, fitatos, carotenos, fitosteroles, tocotrienoles,<br />

licopenos, saponinas, etc., que aún no siendo esenciales<br />

para la vida y no pudiendo por tanto considerarse<br />

vitaminas, tienen efectos significativos sobre el<br />

estado de salud. Sin embargo, todos estos efectos favorables<br />

no pueden ser separados de otros componentes<br />

dietéticos que afectan al riesgo de enfermedades<br />

crónicas y a otros estilos de vida saludables (como por<br />

ejemplo, hacer ejercicio o no fumar).<br />

El consumo de bebidas alcohólicas se encuentra<br />

asociado a la dieta en muchas culturas. En España y<br />

otros países de nuestro entorno, la ingesta de vino, especialmente<br />

con las comidas, ha sido una de las características<br />

típicas de la dieta mediterránea. En nuestro<br />

país, en las últimas décadas, el consumo de vino ha seguido<br />

una tendencia descendente con un incremento

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