Obras escogidas [tomo 5] - Stolpkin
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SOBRE EL PROBLEMA DE LA COOPERATIVIZACIÓ AGRÍCOLA.<br />
31 de julio de 1955.<br />
Informe presentado por el camarada Mao Tse-tung en una conferencia de secretarios de comités del Partido<br />
a nivel de provincia, municipio y región autónoma, convocada por el CC del PCCh.<br />
I<br />
En las zonas rurales de todo el país se avecina el<br />
auge de un nuevo movimiento socialista de masas.<br />
Sin embargo, algunos de nuestros camaradas<br />
caminan tambaleándose como una mujer de pies<br />
vendados, y a cada paso exclaman en tono de queja:<br />
"¡Ustedes avanzan demasiado rápido, demasiado<br />
rápido!" Hacer el papel de criticones, quejarse sin<br />
razón, encontrar en cualquier cosa motivo de<br />
aprensión y establecer innumerables prohibiciones y<br />
restricciones: Todo esto ellos lo toman como una<br />
orientación correcta para conducir el movimiento<br />
socialista de masas en el campo.<br />
Pero no, ésta no es una orientación correcta, sino<br />
errónea.<br />
En la actualidad, el auge de la transformación<br />
social en el campo, el auge de la cooperativización,<br />
ya ha llegado a algunas zonas y pronto se extenderá a<br />
todo el país. Se trata de un vasto movimiento<br />
revolucionario socialista que abarca a más de<br />
quinientos millones de habitantes del campo y que<br />
tiene una inmensa significación mundial. Debemos<br />
dirigirlo de manera activa, entusiasta y planificada, y<br />
en ningún caso hacerlo retroceder por uno u otro<br />
medio. Inevitablemente, se cometen algunos<br />
desaciertos en el curso del movimiento, lo que es<br />
comprensible; no es difícil corregir tales desaciertos.<br />
Los cuadros y campesinos podrán superar o rectificar<br />
sus defectos o errores siempre que les ayudemos<br />
activamente. Ellos avanzan bajo la dirección del<br />
Partido, y el movimiento es sano en lo fundamental.<br />
En algunos sitios han cometido ciertos errores en su<br />
trabajo. Por ejemplo, de un lado, han impedido el<br />
ingreso de campesinos pobres en las cooperativas sin<br />
tener en cuenta sus dificultades y, del otro, han<br />
forzado a campesinos medios acomodados a ingresar<br />
en ellas vulnerando así sus intereses. Hay que<br />
corregir todo esto mediante la educación, y no<br />
recurriendo a reproches simplistas, que no resuelven<br />
nada. Es necesario dirigir audazmente el<br />
movimiento, sin temer que el dragón nos salga<br />
delante y el tigre por la espalda. Los cuadros y<br />
campesinos se reeducarán por medio de las<br />
experiencias que vivan en la lucha. Es preciso<br />
dejarlos actuar, de modo que aprendan y se capaciten<br />
en medio de la acción. Así surgirán numerosos<br />
hombres de valor. No se puede formar cuadros con el<br />
temor de que el dragón nos salga delante y el tigre<br />
por la espalda. Es indispensable que de la instancia<br />
superior se envíe al campo gran número de cuadros<br />
que hayan pasado por un corto período de<br />
preparación, para que orienten y ayuden al<br />
movimiento de cooperativización. Pero esos cuadros<br />
también deben tomar parte en el movimiento mismo<br />
si quieren aprender a trabajar. No siempre aprende<br />
uno a trabajar con sólo asistir a un curso de<br />
capacitación y escuchar de sus profesores unas<br />
decenas de principios.<br />
En una palabra, la dirección no debe quedarse a la<br />
zaga del movimiento de masas. Mas, lo que pasa en<br />
el momento actual es precisamente que el<br />
movimiento de masas va delante de la dirección, la<br />
cual no marcha a la par del movimiento. Esta<br />
situación debe cambiar.<br />
II<br />
Ahora, aunque el movimiento de<br />
cooperativización está tomando vastas proporciones<br />
a escala nacional, todavía tenemos que discutir<br />
cuestiones como éstas: ¿Puede desarrollarse la<br />
cooperativización? ¿Pueden consolidarse las<br />
cooperativas? Parece que, en lo que se refiere a<br />
algunos camaradas, el quid del problema reside en el<br />
temor de que no se pueda consolidar los cientos de<br />
miles de cooperativas semisocialistas existentes, que<br />
por lo general son pequeñas (cada una de ellas sólo<br />
agrupa, en promedio, algo más de veinte familias).<br />
Por supuesto, si su consolidación es imposible, ni<br />
qué hablar del desarrollo del movimiento. A algunos<br />
camaradas todavía no los convence la historia del<br />
desarrollo de la cooperativización registrada en los