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Obras escogidas [tomo 5] - Stolpkin

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Un debate en torno a la cooperativización agrícola y la actual lucha de clases<br />

modo tendrán algo en que cifrar sus esperanzas. En<br />

lo que se refiere al tercer grupo, no los vamos a<br />

admitir por el momento, dejando el problema para<br />

resolverlo, caso por caso, en el futuro. A ningún<br />

terrateniente ni campesino rico se le debe dar,<br />

después de su ingreso, cargo alguno de<br />

responsabilidad. Respecto a ciertos jóvenes<br />

instruidos que provienen de familias de<br />

terratenientes o campesinos ricos y ya han sido<br />

probados, ¿se los puede o no admitir para trabajos<br />

tales como el de alfabetizador en el campo? En<br />

algunos lugares donde apenas si hay intelectuales<br />

con otro origen de clase, se presenta como una<br />

necesidad el que aquellos trabajen de alfabetizadores<br />

bajo la dirección y supervisión de la célula del<br />

Partido y del comité administrativo de la<br />

cooperativa. Actualmente hay, entre los maestros de<br />

primaria, muchos que tienen tales orígenes de clase.<br />

A aquellos jóvenes provenientes de familias de<br />

terratenientes o campesinos ricos que sólo cuentan<br />

diecisiete o dieciocho años y que han recibido la<br />

instrucción primaria o secundaria de primer ciclo,<br />

creo que no es necesario prohibirles rígidamente<br />

trabajar de alfabetizadores. Podemos emplearlos en<br />

la alfabetización, a fin de que enseñen a los<br />

campesinos a leer y escribir. Estudien ustedes si esto<br />

es conveniente. Desde luego, sería bastante peligroso<br />

confiarles la responsabilidad de tenedor de libros u<br />

otras cosas por el estilo.<br />

Cuarto. No me referiré hoy a los requisitos para la<br />

formación de cooperativa:; de tipo superior ni al<br />

número de tales cooperativas que deban organizarse.<br />

Les pido a ustedes que estudien el problema de los<br />

requisitos, para que lo abordemos el año que viene;<br />

cada localidad puede poner manos a la obra de<br />

acuerdo con sus condiciones reales. En una palabra,<br />

se puede formar cooperativas de este tipo allí donde<br />

las condiciones estén maduras, y no se debe hacerlo<br />

en caso contrario; organizar unas cuantas al<br />

comienzo e ir aumentando poco a poco su número.<br />

Quinto. En cuanto al momento para la creación de<br />

cooperativas, queda a la consideración de ustedes ver<br />

si todas ellas han de formarse necesariamente en el<br />

invierno de cada año y la primavera siguiente o si se<br />

pueden organizar también algunas en verano y otoño,<br />

como en la práctica ya se viene haciendo en<br />

determinados lugares. Sin embargo, es preciso<br />

señalar que, entre dos oleadas, debe haber un<br />

intervalo para la consolidación; después de<br />

establecido cierto número de cooperativas, hay que<br />

realizar una labor de revisión y pasar luego a<br />

organizar otras. Esto se asemeja a la guerra, en la que<br />

debe haber descanso y reorganización entre dos<br />

batallas. Es totalmente erróneo descartar el descanso<br />

y la reorganización, los intervalos y los respiros. En<br />

el Ejército hubo, en el pasado, opiniones que<br />

negaban la necesidad del descanso y la<br />

reorganización, de los respiros, opiniones que<br />

abogaban por avanzar sin tregua y combatir todo el<br />

tiempo. Esto es imposible en la vida real. El hombre<br />

necesita dormir. Todos, incluido yo, nos<br />

opondríamos a que esta reunión no se levantara,<br />

prolongándose por tiempo indefinido. El hombre<br />

necesita diariamente un gran descanso, necesita<br />

dormir siete u ocho horas o al menos cinco o seis, sin<br />

contar los pequeños descansos. Es sumamente pueril<br />

afirmar que una empresa tan importante como la de<br />

formar cooperativas no requiere intervalos para su<br />

consolidación.<br />

Sexto. Es magnífica la consigna de "Administrar<br />

la cooperativa con laboriosidad y economía",<br />

consigna que viene de la base. Hay que practicar<br />

rigurosamente economías y combatir el despilfarro.<br />

En las ciudades, actualmente se dedican grandes<br />

energías a la lucha contra el despilfarro, y también se<br />

lo combate en el campo. Debemos estimular el<br />

espíritu de laboriosidad y economía en el manejo del<br />

hogar, en la administración de la cooperativa y en la<br />

construcción del país. Para nuestro país es una<br />

necesidad, primero, la laboriosidad y; segundo, la<br />

práctica de economías, es una necesidad repudiar la<br />

pereza y el lujo. La pereza conduce a la decadencia.<br />

Esto es malo. Administrar la cooperativa con<br />

laboriosidad y economía supone elevar la<br />

productividad del trabajo, economizar rigurosamente<br />

los recursos disminuir los costos, implantar el<br />

sistema del cálculo económico y combatir el lujo y el<br />

despilfarro. Elevar la productividad y rebajar los<br />

costos constituyen dos trabajos indispensables para<br />

toda cooperativa. En cuanto al sistema del cálculo<br />

económico, se lo debe implantar en forma gradual.<br />

Una cooperativa que ha crecido no puede manejarse<br />

sin el cálculo económico; hay que aprender a<br />

dominarlo paso a paso.<br />

Séptimo. En esta sesión nadie ha hablado del<br />

problema de las granjas estatales, lo que es una<br />

deficiencia. Espero que el Departamento de Trabajo<br />

Rural del Comité Central y el Ministerio de<br />

Agricultura estudien este problema. En el futuro, el<br />

peso específico de las granjas estatales aumentará de<br />

año en año.<br />

Octavo. Hay que continuar combatiendo el<br />

chovinismo de gran jan. Este constituye una<br />

manifestación de la ideología burguesa. Los janes<br />

tienen tanta gente que tienden a subestimar a las<br />

minorías nacionales y a no ayudarles de todo<br />

corazón; de ahí la necesidad de combatir<br />

implacablemente el chovinismo de gran jan. Desde<br />

luego, también puede surgir de parte de las minorías<br />

nacionales el nacionalismo estrecho, que igualmente<br />

debemos combatir. Pero, el principal de estos dos<br />

fenómenos, el que debe ser combatido en primer<br />

lugar, es el chovinismo de gran jan. Con tal que los<br />

camaradas de la nacionalidad jan adopten una actitud<br />

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