15.04.2013 Views

Obras escogidas [tomo 5] - Stolpkin

Obras escogidas [tomo 5] - Stolpkin

Obras escogidas [tomo 5] - Stolpkin

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Sobre el problema de la cooperativización agrícola<br />

peligro de que se rompa la alianza obrero-campesina.<br />

Al parecer, aquí la diferencia estriba en una sola<br />

palabra: Unos dicen apearse, y los otros, montar; sin<br />

embargo, esto refleja la divergencia entre las dos<br />

líneas. Como todos saben, hemos forjado la alianza<br />

obrero-campesina, establecida sobre la base de la<br />

revolución democrático-burguesa antiimperialista y<br />

antifeudal, revolución que arrancó la tierra a los<br />

terratenientes y la distribuyó entre los campesinos,<br />

liberándolos del yugo de la propiedad feudal. Pero<br />

esa revolución pertenece al pasado, y la propiedad<br />

feudal ya está liquidada. Lo que subsiste actualmente<br />

en el campo es la propiedad capitalista de los<br />

campesinos ricos y el inmenso océano de la<br />

propiedad campesina individual. Está a la vista de<br />

todos que, durante los últimos años, las fuerzas<br />

espontáneas del capitalismo han venido aumentando<br />

diariamente en el campo. En todas partes han surgido<br />

nuevos campesinos ricos, y muchos campesinos<br />

medios acomodados procuran hacerse campesinos<br />

ricos. Por otro lado, multitud de campesinos pobres<br />

siguen en la miseria debido a la escasez de medios de<br />

producción; algunos se han endeudado y otros han<br />

vendido su tierra o la han dado en arriendo. Si se<br />

deja que esta situación prosiga, se irá agravando de<br />

día en día la polarización en el campo. Los<br />

campesinos que hayan perdido su tierra o continúen<br />

en la pobreza, se quejarán de que no movemos un<br />

solo dedo para salvarlos de la ruina o para ayudarlos<br />

a salir de las dificultades. También se sentirán<br />

descontentos con nosotros los campesinos medios<br />

acomodados, que tienen tendencia al capitalismo,<br />

pues jamás podremos satisfacer sus demandas a<br />

menos que queramos emprender el camino<br />

capitalista. ¿Puede permanecer sólida la alianza<br />

obrera-campesina en tales circunstancias? Claro que<br />

no. Este problema sólo puede resolverse sobre una<br />

base nueva. Esto significa que, simultáneamente con<br />

la realización gradual de la industrialización<br />

socialista y de las transformaciones socialistas de la<br />

artesanía y de la industria y comercio capitalistas,<br />

debemos efectuar paso a paso la transformación<br />

socialista de toda la agricultura, en otras palabras,<br />

realizar la cooperativización, eliminando en el campo<br />

la economía de campesino rico y la economía<br />

individual, para que prospere conjuntamente toda la<br />

población rural. Sostenemos que ésta es la única<br />

manera de consolidar la alianza obrero-campesina. Si<br />

no procedemos así, surgirá el peligro de que se<br />

rompa. En este problema se equivocan de medio a<br />

medio los camaradas que nos aconsejan "apearnos".<br />

X<br />

Hay que prever desde ahora el auge de la<br />

transformación socialista que pronto y a escala<br />

nacional se producirá en las zonas rurales, cosa que<br />

es ineluctable. Para fines del último año del Primer<br />

Plan Quinquenal y comienzos del primer año del<br />

Segundo, es decir, para la primavera de 1958, habrán<br />

ingresado en cooperativas de carácter semisocialista<br />

unos 250 millones de individuos, o sea, unos 55<br />

millones de familias campesinas (calculando un<br />

promedio de 4,5 personas por familia), cifra que<br />

representa la mitad de la población rural. Para<br />

entonces, en muchos distritos y algunas provincias se<br />

habrá dado cima, en lo esencial, a la transformación<br />

semisocialista de la economía agrícola y, en todos<br />

los lugares del país, una pequeña parte de las<br />

cooperativas semisocialistas habrán pasado a ser<br />

enteramente socialistas. Al mediar el Segundo Plan<br />

Quinquenal, o sea, en 1960, habremos terminado, en<br />

lo fundamental, la transformación semisocialista de<br />

la economía agrícola que comprende a la otra mitad<br />

de la población rural. Para entonces, será mayor el<br />

número de cooperativas transformadas de<br />

semisocialistas en totalmente socialistas. Durante los<br />

dos primeros planes quinquenales, la transformación<br />

social seguirá siendo la principal en el campo,<br />

mientras que la transformación técnica será<br />

secundaria; el número de grandes máquinas agrícolas<br />

aumentará sin duda, pero todavía no habrá muchas.<br />

En el curso del Tercer Plan Quinquenal, las<br />

transformaciones social y técnica en el campo<br />

progresarán paralelamente; se empleará un número<br />

cada año mayor de grandes máquinas agrícolas, y en<br />

cuanto a la transformación social, después de 1960<br />

las cooperativas semisocialistas pasarán en forma<br />

gradual, por grupos y por etapas, a ser plenamente<br />

socialistas. China no podrá modificar por completo<br />

su fisonomía económica y social a menos que realice<br />

íntegramente la transformación socialista del sistema<br />

económico-social, y que, en lo concerniente a la<br />

técnica, se empleen máquinas en todas las ramas y<br />

lugares donde sea factible. Dadas las condiciones<br />

económicas de nuestro país, la transformación<br />

técnica requiere más tiempo que la social. Para<br />

consumar en lo fundamental la transformación<br />

técnica de la agricultura en escala nacional, se estima<br />

que se necesitará aproximadamente un período de<br />

cuatro o cinco planes quinquenales, es decir, de<br />

veinte a veinticinco años. Todo el Partido debe<br />

luchar por la realización de esta magna tarea.<br />

XI<br />

Es necesario implantar la planificación global y<br />

fortalecer la dirección.<br />

Debemos tener un plan nacional, así como planes<br />

a nivel de provincia, prefectura, distrito, territorio y<br />

cantón, destinados a realizar la cooperativización por<br />

etapas. Además, hay que revisar constantemente<br />

estos planes de acuerdo con la marcha del trabajo<br />

práctico. Las organizaciones del Partido y de la Liga<br />

de la Juventud a los niveles mencionados deben<br />

prestar seria atención a los problemas rurales y<br />

mejorar efectivamente su dirección del trabajo en el<br />

campo. Los principales camaradas responsables de<br />

113

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!