Obras escogidas [tomo 5] - Stolpkin
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90<br />
la conspiración, la dirección suprema del Partido y<br />
del Estado, para abrir el camino a la restauración<br />
contrarrevolucionaria. Bajo la dirección unificada<br />
del Comité Central, nuestro Partido la ha aplastado<br />
de manera definitiva y, en consecuencia, se ha unido<br />
y consolidado aún más. Se trata de una importante<br />
victoria en nuestra lucha por la causa del socialismo.<br />
Para nuestro Partido, el caso de Kao Kang y Yao<br />
Shu-shi es una importante lección. Toda la militancia<br />
debe tomarlo como escarmiento y velar por que no se<br />
repita. Kao Kang y Yao Shu-shi conspiraban dentro<br />
del Partido, realizaban actividades clandestinas y<br />
sembraban la discordia a espaldas de los camaradas,<br />
pero, de puertas para afuera, enmascaraban sus<br />
actividades. Estas son, ni más ni menos, las mismas<br />
depravadas prácticas a que frecuentemente han<br />
recurrido en la historia la clase terrateniente y la<br />
burguesía. En el Manifiesto del Partido Comunista,<br />
Marx y Engels dicen: "Los comunistas consideran<br />
indigno ocultar sus ideas y propósitos" Nosotros,<br />
como comunistas y, más aún, como cuadros<br />
superiores del Partido, debemos ser francos y<br />
sinceros en lo político, estar siempre dispuestos a<br />
expresar abiertamente nuestros puntos de vista<br />
políticos y manifestar nuestra actitud en pro o en<br />
contra ante todo problema político de gran<br />
importancia; de ninguna manera fraguar intrigas<br />
siguiendo el ejemplo de Kao Kang y Yao Shu-shi.<br />
Con el propósito de construir una sociedad<br />
socialista, el Comité Central considera necesario<br />
crear en este momento, de acuerdo con los Estatutos<br />
del Partido, la Comisión Central de Control, en<br />
reemplazo de la actual Comisión de Verificación de<br />
la Disciplina, buscando con ello que, en este nuevo<br />
período de enconada lucha de clases, se refuerce la<br />
disciplina del Partido, se intensifique la lucha contra<br />
toda violación de la ley y la disciplina y, en<br />
particular, se prevenga el resurgimiento de casos<br />
como el de la alianza antipartido Kao-Yao, que<br />
lesionan seriamente los intereses del Partido.<br />
En virtud de las diversas lecciones del pasado y<br />
de que sólo integrándose con la sabiduría colectiva<br />
puede la sabiduría individual jugar un mejor papel y<br />
permitirnos cometer menos errores en el trabajo, el<br />
Comité Central y los comités del Partido a todos los<br />
niveles deben atenerse decididamente al principio de<br />
dirección colectiva y seguir combatiendo estas dos<br />
desviaciones: la dictadura personal y el<br />
dispersionismo. Es preciso comprender que la<br />
dirección colectiva y la responsabilidad individual<br />
no son dos aspectos contrapuestos, sino<br />
complementarios. La responsabilidad individual<br />
nada tiene que ver con la dictadura personal, que<br />
contraría el principio de dirección colectiva.<br />
Las actuales condiciones internacionales son<br />
favorables para nuestra causa de construcción del<br />
socialismo. El campo socialista, a cuya cabeza se<br />
Mao Tse-tung<br />
halla la Unión Soviética, es poderoso y está unido,<br />
mientras que el campo imperialista es endeble y se<br />
ve acosado por múltiples e insuperables<br />
contradicciones y crisis. No obstante, debernos ser<br />
conscientes de que aún nos encontramos rodeados<br />
por las fuerzas imperialistas y de que debemos estar<br />
preparados para enfrentar todas las eventualidades.<br />
Si el imperialismo desata una guerra en el futuro, es<br />
muy probable que lance ataques sorpresivos, como lo<br />
hizo en la Segunda Guerra Mundial. Por eso,<br />
debemos estar preparados tanto espiritual como<br />
materialmente, de modo que ninguna contingencia<br />
nos coja desprevenidos. Este es un aspecto de la<br />
cuestión. El otro es que, en el país, las fuerzas<br />
contrarrevolucionarias remanentes todavía actúan en<br />
forma desenfrenada y, por eso, debemos asestarles<br />
unos golpes más de manera planificada, diferenciada<br />
y con base en hechos, para debilitar, en mayor grado,<br />
las fuerzas contrarrevolucionarias ocultas y<br />
garantizar así condiciones seguras para nuestra<br />
edificación socialista. Si tornamos medidas<br />
apropiadas en los dos aspectos arriba mencionados,<br />
podremos evitar que los enemigos nos causen graves<br />
daños; de otra manera, probablemente incurriremos<br />
en errores.<br />
Camaradas, vivimos hoy un nuevo período<br />
histórico. Hacer la revolución socialista en un país de<br />
Oriente con seiscientos millones de habitantes,<br />
esforzándose por cambiar el curso de su historia y<br />
transformar su faz, por industrializarlo en lo<br />
fundamental y cumplir las transformaciones<br />
socialistas de la agricultura, de la artesanía y de la<br />
industria y comercio capitalistas en un período<br />
aproximado de tres planes quinquenales y por<br />
alcanzar o sobrepasar en unos decenios a los países<br />
capitalistas más poderosos del mundo, es una<br />
empresa que no puede sino tropezar con dificultades,<br />
comparables a las que en múltiple cantidad<br />
encontramos en el período de la revolución<br />
democrática, o quizá todavía más serias. Sin<br />
embargo, camaradas, los comunistas somos<br />
conocidos por nuestra intrepidez ante las<br />
dificultades. Tácticamente, debemos tomarlas todas<br />
muy en serio. Ante cada una de las dificultades<br />
específicas, debemos adoptar una actitud seria, crear<br />
las condiciones necesarias y estudiar con esmero las<br />
medidas para superarlas una por una y serie por<br />
serie. Como lo indica nuestra experiencia de varios<br />
decenios, efectivamente hemos superado todas y<br />
cada una de las dificultades que nos han salido al<br />
frente. Ante los comunistas, toda dificultad tiene que<br />
retroceder. En verdad, como reza el dicho, "las<br />
montañas se ven obligadas a bajar la cabeza, y los<br />
ríos, a ceder el paso". De todo esto se deriva una<br />
experiencia que nos enseña que podemos despreciar<br />
las dificultades. Esto se refiere a lo estratégico, a la<br />
situación en su conjunto. Por grande que sea una