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Obras escogidas [tomo 5] - Stolpkin

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la conspiración, la dirección suprema del Partido y<br />

del Estado, para abrir el camino a la restauración<br />

contrarrevolucionaria. Bajo la dirección unificada<br />

del Comité Central, nuestro Partido la ha aplastado<br />

de manera definitiva y, en consecuencia, se ha unido<br />

y consolidado aún más. Se trata de una importante<br />

victoria en nuestra lucha por la causa del socialismo.<br />

Para nuestro Partido, el caso de Kao Kang y Yao<br />

Shu-shi es una importante lección. Toda la militancia<br />

debe tomarlo como escarmiento y velar por que no se<br />

repita. Kao Kang y Yao Shu-shi conspiraban dentro<br />

del Partido, realizaban actividades clandestinas y<br />

sembraban la discordia a espaldas de los camaradas,<br />

pero, de puertas para afuera, enmascaraban sus<br />

actividades. Estas son, ni más ni menos, las mismas<br />

depravadas prácticas a que frecuentemente han<br />

recurrido en la historia la clase terrateniente y la<br />

burguesía. En el Manifiesto del Partido Comunista,<br />

Marx y Engels dicen: "Los comunistas consideran<br />

indigno ocultar sus ideas y propósitos" Nosotros,<br />

como comunistas y, más aún, como cuadros<br />

superiores del Partido, debemos ser francos y<br />

sinceros en lo político, estar siempre dispuestos a<br />

expresar abiertamente nuestros puntos de vista<br />

políticos y manifestar nuestra actitud en pro o en<br />

contra ante todo problema político de gran<br />

importancia; de ninguna manera fraguar intrigas<br />

siguiendo el ejemplo de Kao Kang y Yao Shu-shi.<br />

Con el propósito de construir una sociedad<br />

socialista, el Comité Central considera necesario<br />

crear en este momento, de acuerdo con los Estatutos<br />

del Partido, la Comisión Central de Control, en<br />

reemplazo de la actual Comisión de Verificación de<br />

la Disciplina, buscando con ello que, en este nuevo<br />

período de enconada lucha de clases, se refuerce la<br />

disciplina del Partido, se intensifique la lucha contra<br />

toda violación de la ley y la disciplina y, en<br />

particular, se prevenga el resurgimiento de casos<br />

como el de la alianza antipartido Kao-Yao, que<br />

lesionan seriamente los intereses del Partido.<br />

En virtud de las diversas lecciones del pasado y<br />

de que sólo integrándose con la sabiduría colectiva<br />

puede la sabiduría individual jugar un mejor papel y<br />

permitirnos cometer menos errores en el trabajo, el<br />

Comité Central y los comités del Partido a todos los<br />

niveles deben atenerse decididamente al principio de<br />

dirección colectiva y seguir combatiendo estas dos<br />

desviaciones: la dictadura personal y el<br />

dispersionismo. Es preciso comprender que la<br />

dirección colectiva y la responsabilidad individual<br />

no son dos aspectos contrapuestos, sino<br />

complementarios. La responsabilidad individual<br />

nada tiene que ver con la dictadura personal, que<br />

contraría el principio de dirección colectiva.<br />

Las actuales condiciones internacionales son<br />

favorables para nuestra causa de construcción del<br />

socialismo. El campo socialista, a cuya cabeza se<br />

Mao Tse-tung<br />

halla la Unión Soviética, es poderoso y está unido,<br />

mientras que el campo imperialista es endeble y se<br />

ve acosado por múltiples e insuperables<br />

contradicciones y crisis. No obstante, debernos ser<br />

conscientes de que aún nos encontramos rodeados<br />

por las fuerzas imperialistas y de que debemos estar<br />

preparados para enfrentar todas las eventualidades.<br />

Si el imperialismo desata una guerra en el futuro, es<br />

muy probable que lance ataques sorpresivos, como lo<br />

hizo en la Segunda Guerra Mundial. Por eso,<br />

debemos estar preparados tanto espiritual como<br />

materialmente, de modo que ninguna contingencia<br />

nos coja desprevenidos. Este es un aspecto de la<br />

cuestión. El otro es que, en el país, las fuerzas<br />

contrarrevolucionarias remanentes todavía actúan en<br />

forma desenfrenada y, por eso, debemos asestarles<br />

unos golpes más de manera planificada, diferenciada<br />

y con base en hechos, para debilitar, en mayor grado,<br />

las fuerzas contrarrevolucionarias ocultas y<br />

garantizar así condiciones seguras para nuestra<br />

edificación socialista. Si tornamos medidas<br />

apropiadas en los dos aspectos arriba mencionados,<br />

podremos evitar que los enemigos nos causen graves<br />

daños; de otra manera, probablemente incurriremos<br />

en errores.<br />

Camaradas, vivimos hoy un nuevo período<br />

histórico. Hacer la revolución socialista en un país de<br />

Oriente con seiscientos millones de habitantes,<br />

esforzándose por cambiar el curso de su historia y<br />

transformar su faz, por industrializarlo en lo<br />

fundamental y cumplir las transformaciones<br />

socialistas de la agricultura, de la artesanía y de la<br />

industria y comercio capitalistas en un período<br />

aproximado de tres planes quinquenales y por<br />

alcanzar o sobrepasar en unos decenios a los países<br />

capitalistas más poderosos del mundo, es una<br />

empresa que no puede sino tropezar con dificultades,<br />

comparables a las que en múltiple cantidad<br />

encontramos en el período de la revolución<br />

democrática, o quizá todavía más serias. Sin<br />

embargo, camaradas, los comunistas somos<br />

conocidos por nuestra intrepidez ante las<br />

dificultades. Tácticamente, debemos tomarlas todas<br />

muy en serio. Ante cada una de las dificultades<br />

específicas, debemos adoptar una actitud seria, crear<br />

las condiciones necesarias y estudiar con esmero las<br />

medidas para superarlas una por una y serie por<br />

serie. Como lo indica nuestra experiencia de varios<br />

decenios, efectivamente hemos superado todas y<br />

cada una de las dificultades que nos han salido al<br />

frente. Ante los comunistas, toda dificultad tiene que<br />

retroceder. En verdad, como reza el dicho, "las<br />

montañas se ven obligadas a bajar la cabeza, y los<br />

ríos, a ceder el paso". De todo esto se deriva una<br />

experiencia que nos enseña que podemos despreciar<br />

las dificultades. Esto se refiere a lo estratégico, a la<br />

situación en su conjunto. Por grande que sea una

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