Obras escogidas [tomo 5] - Stolpkin
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debemos aceptarla. Sólo una parte es incorrecta, y<br />
esto exige un trabajo de explicación. A ellos les<br />
asiste la razón al pedir que se les tenga confianza y<br />
que se les aseguren las atribuciones correspondientes<br />
a sus cargos. Es necesario tenerles confianza y<br />
conferirles autoridad y responsabilidad. En cuanto a<br />
las críticas de los derechistas, algunas también son<br />
correctas y no se las debe rechazar en bloque.<br />
Debemos aceptar cualquier crítica correcta. El rasgo<br />
distintivo de los derechistas es su actitud política de<br />
derecha. Ellos mantienen con nosotros una<br />
cooperación formal, pero en esencia no cooperan. 0<br />
mejor, en ciertos asuntos cooperan y en otros no. Lo<br />
hacen en circunstancias normales, pero, cuando se<br />
les presenta algún resquicio como la actual<br />
coyuntura, se niegan de hecho a cooperar. Puesta a<br />
un lado su promesa de acatar la dirección del Partido<br />
Comunista, pretenden zafarse de ella. Pero sin esta<br />
dirección no se podría construir el socialismo y la<br />
nación sufriría enormes desastres.<br />
Hay en nuestro país varios millones de burgueses<br />
y de intelectuales que sirvieron a la vieja sociedad.<br />
Necesitamos que trabajen para nosotros y debemos<br />
seguir mejorando nuestras relaciones con ellos, a fin<br />
de que presten un servicio más eficaz a la causa del<br />
socialismo y de que nosotros podamos dar nuevos<br />
pasos en su reeducación, la que les permitirá<br />
transformarse poco a poco en parte de la clase<br />
obrera, convertirse en lo contrario de lo que son hoy.<br />
La gran mayoría de ellos llegarán, sin duda, a esta<br />
meta. La reeducación implica tanto unidad como<br />
lucha, esto es, conseguir la unidad mediante la lucha.<br />
La lucha es recíproca, y éste es un momento en que<br />
mucha gente lucha contra nosotros. Son razonables,<br />
o razonables en lo fundamental, las críticas de la<br />
mayoría de ellos, incluidas aquellas tan agudas como<br />
las del profesor Fu Ying, de la Universidad de Pekín,<br />
que no se han publicado en los periódicos. Esta<br />
mayoría critica con miras a un mejoramiento de<br />
nuestras relaciones mutuas y lo hace de buena fe. En<br />
cambio, las críticas de los derechistas son, por lo<br />
común, malévolas, porque ellos abrigan sentimientos<br />
hostiles. El que sea buena o mala la intención es algo<br />
perceptible y no imaginario.<br />
La presente campaña de crítica y de rectificación<br />
la emprendió el Partido Comunista. Las hierbas<br />
venenosas crecen junto con las flores fragantes, y los<br />
monstruos y demonios surgen al lado de los<br />
unicornios y fénix. Esto es lo que preveíamos y<br />
esperábamos. Después de todo, lo bueno existe en<br />
mayor cantidad que lo malo. Cuando algunos dicen<br />
que echamos el anzuelo para atrapar peces grandes,<br />
nosotros afirmamos que queremos escardar hierbas<br />
venenosas; se trata de una misma cosa expresada en<br />
distintas formas. A fin de alcanzar sus propósitos, los<br />
derechistas, que albergan sentimientos<br />
anticomunistas, no reparan en nada con tal de desatar<br />
Mao Tse-tung<br />
en las tierras de China un tifón con una Fuerza<br />
mayor de siete, tan violento como para destruir<br />
cultivos y casas. Cuanto más irrazonables se<br />
muestren en sus actos, tanto menos tardarán en<br />
revelarse como lo contrario de lo que parecían ser en<br />
el pasado, cuando fingían cooperar con el Partido<br />
Comunista y aceptar su dirección, y, de este modo, el<br />
pueblo caerá en la cuenta de que no son sino un<br />
puñado de monstruos y demonios, opuestos al<br />
Partido Comunista y al pueblo. Entonces se<br />
sepultarán a sí mismos. ¿Qué tiene esto de malo?<br />
Hay dos caminos para los derechistas. El uno es<br />
meter el rabo entre las piernas y corregirse, y el otro,<br />
seguir provocando disturbios y cavar así su propia<br />
tumba. Señores derechistas, está en las manos de<br />
ustedes (sólo por un plazo breve) la iniciativa de<br />
optar por uno u otro camino.<br />
Existen en nuestro país varios criterios que nos<br />
permiten discernir entre lo verdadero y lo falso, entre<br />
lo bueno y lo malo, en cuanto al comportamiento<br />
político de la burguesía y de los intelectuales<br />
burgueses. Los principales consisten en ver si<br />
aceptan realmente el socialismo y la dirección del<br />
Partido Comunista. Estos dos criterios hace mucho<br />
que ellos los reconocieron, pero ahora algunos<br />
pretenden retractarse; tal proceder es inadmisible.<br />
Con sólo renegar de esos dos criterios, ya no tendrán<br />
cabida en la República Popular China. El ideal de<br />
ustedes está en el mundo occidental (llamado<br />
también "mundo libre"). Pues bien, ¡váyanse allá!<br />
¿Por qué se ha permitido insertar en los<br />
periódicos tal cantidad de declaraciones<br />
reaccionarias y mefíticas? El propósito ha sido que el<br />
pueblo conozca estas hierbas y vahos venenosos y<br />
acabe con ellos.<br />
"¿Por qué ustedes no dijeron esto antes?" ¿Cómo<br />
que no? ¿Acaso no dijimos ya hace tiempo que toda<br />
hierba venenosa debía ser escardada<br />
"¿No se salen ustedes de la realidad cuando<br />
diferencian a la gente en elementos de izquierda, de<br />
centro y de derecha?" Excepto en los parajes<br />
desérticos, allí donde hay grupos humanos<br />
invariablemente existen izquierda, centro y derecha.<br />
Esto seguirá siendo así incluso después de diez mil<br />
años. ¿A qué viene eso de que nos salimos de la<br />
realidad? Tal diferenciación orienta a las masas para<br />
juzgar a la gente y contribuye a ganarse a los<br />
elementos de centro y aislar a los derechistas.<br />
"¿Por qué no intentan ustedes ganarse a los<br />
derechistas?" Sí, lo haremos. Pero sólo será posible<br />
cuando ellos se sientan aislados. ¿Cómo van a entrar<br />
en los carriles ahora, cuando andan con el rabo<br />
erguido hasta las nubes y tratan de quitar de en<br />
medio al Partido Comunista? El aislamiento traerá<br />
como consecuencia la disgregación, y disgregar a los<br />
derechistas es lo que debemos hacer. Siempre hemos<br />
diferenciado a la gente en elementos de izquierda, de