Obras escogidas [tomo 5] - Stolpkin
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Discursos en una conferencia de secretarios de comités provinciales, municipales y…<br />
que se hicieron portavoces de los "sufrimientos" de<br />
los campesinos, coreando a Liang Shu-ming y sus<br />
congéneres, como si sólo éstos y ellos mismos<br />
representaran a los campesinos y comprendiesen sus<br />
angustias. A los ojos de esos militantes, ni el CC, ni<br />
los comités provinciales, ni la gran mayoría de los<br />
miembros del Partido representan a los campesinos.<br />
En Chiangsú, luego de una investigación, se pudo<br />
establecer que, en algunos lugares, ascendían a un 30<br />
por ciento los cuadros de distritos, territorios y<br />
cantones que se habían hecho voceros de los<br />
"sufrimientos" de los campesinos. La investigación<br />
demostró que la mayoría pertenecía a familias<br />
bastante acomodadas, con excedentes de cereales<br />
para la venta. Lo que ellos llamaban "sufrimientos"<br />
era nada menos que la posesión de excedentes de<br />
cereales. Con eso de "ayudar a los campesinos" y<br />
"preocuparse por los campesinos" no hacían otra<br />
cosa que disfrazar la renuencia a vender los<br />
excedentes al Estado. ¿A quiénes representaban esos<br />
voceros? Al reducido número de campesinos<br />
acomodados y no a las grandes masas campesinas.<br />
En cuanto a la imputación de que nuestra política<br />
para la ciudad es derechista, tiene ciertos visos de<br />
verdad, pues nos hemos hecho cargo de los<br />
capitalistas en bloque y hemos decidido pagarles, por<br />
siete años, un dividendo fijo 1 . ¿Qué haremos una vez<br />
vencido ese término? Depende de la situación de<br />
entonces. Pero tal vez sería preferible dejarles<br />
todavía una coletilla, seguir entregándoles cierta<br />
cantidad de dividendo fijo. Con esta pequeña suma<br />
de dinero podemos comprar a una clase entera. Esta<br />
política fue estudiada minuciosamente por el CC.<br />
Los capitalistas, así como las personalidades<br />
democráticas y los intelectuales que mantienen<br />
vínculos con los capitalistas, poseen, en general, un<br />
nivel bastante alto de conocimientos culturales y<br />
técnicos. Al comprar a esta clase, la despojamos de<br />
su capital político, sellándole así los labios. Los<br />
medios con los cuales realizamos este despojo son<br />
dos: uno, comprándola con dinero y, el otro, dando<br />
empleo a sus componentes. De este modo, ese capital<br />
no estará en sus manos, sino en las nuestras.<br />
Debemos despojarla de todo su capital político y, si<br />
una brizna le queda, continuar el despojo. Por eso,<br />
tampoco se puede afirmar que nuestra política para la<br />
ciudad sea derechista.<br />
Es acertada nuestra política para el campo y<br />
también nuestra política para la ciudad. Esta es la<br />
razón de que no se produzcan aquí grandes disturbios<br />
de dimensión nacional similares a los<br />
acontecimientos de Hungría. Lo más que podrá<br />
suceder es que pequeños grupos de personas<br />
promuevan desórdenes en uno que otro lugar, como<br />
una manera de ejercer la llamada democracia grande.<br />
Nada de temible tiene esta especie de democracia.<br />
Respecto a dicho problema, mi opinión difiere de la<br />
http://www.scribd.com/Insurgencia<br />
de algunos de ustedes. Al parecer, hay entre ustedes<br />
camaradas que tienen mucho miedo a la democracia<br />
grande. Pienso que, si se nos enfrenta con la<br />
democracia grande, en primer lugar no hay que<br />
temerla y, en segundo, hay que ver y analizar qué es<br />
lo que dicen y hacen esos pequeños grupos de<br />
personas. Los elementos malvados, al ejercer la<br />
llamada democracia grande, inevitablemente<br />
cometerán errores y emitirán juicios equivocados,<br />
poniéndose así al descubierto y aislándose a sí<br />
mismos. ¿Es una manera de resolver las<br />
contradicciones en el seno del pueblo "matar a miles<br />
o decenas de miles de personas”? ¿Podrá semejante<br />
consigna ganarse la simpatía de la gran mayoría de la<br />
gente? Clamar aquí "¡Abajo el fascismo!" y afirmar<br />
que "el socialismo no tiene ninguna superioridad",<br />
¿no es una descarada violación de la Constitución?<br />
Que el Partido Comunista y el Poder por él dirigido<br />
son revolucionarios y que el socialismo tiene<br />
superioridad, es algo que está consignado en nuestra<br />
Constitución y es reconocido por el pueblo de todo el<br />
país. "¡Guerra sí, paz no!" ¡Bueno está eso! ¡Conque<br />
ustedes están exhortando a la guerra! Pero lo que<br />
pueden reunir no es más que un puñado, unos pocos<br />
hombres sin oficiales entrenados. ¡Están locos estos<br />
mozuelos! Cuando, en aquel instituto de<br />
Shichiachuang, fueron sometidas a discusión las tres<br />
consignas citadas, sólo algo más de diez de los<br />
setenta representantes estudiantiles se manifestaron<br />
en favor, mientras que más de cincuenta las<br />
rechazaron. Posteriormente, al ser debatidas entre<br />
cuatro mil estudiantes, fueron reprobadas por todos,<br />
quedando así aislada esa docena de sostenedores<br />
suyos. No pasaban de unos cuantos los<br />
ultrarreaccionarios que las plantearon e insistieron en<br />
ellas. Si no hubieran ejercido la tal democracia<br />
grande ni pegado carteles por todas partes, no<br />
habríamos podido saber hasta ahora cuáles eran sus<br />
intenciones. Pero, una vez que la ejercieron, los<br />
agarramos por el rabo. Una consecuencia positiva de<br />
los acontecimientos de Hungría es que han hecho<br />
salir de sus nidos a estas hormigas chinas.<br />
En Hungría, la democracia grande desquició de<br />
entrada al Partido, al Gobierno y al ejército. En<br />
China, esto no podrá ocurrir. Que la embestida de<br />
unos cuantos mozuelos estudiantes llegue a<br />
desmoronar nuestro Partido, nuestro Gobierno y<br />
nuestro Ejército, es algo que no sucederá, a menos<br />
que seamos unos tragones inútiles. Por eso, no se<br />
debe temer a la democracia grande. Que surjan<br />
disturbios facilita la cura del furúnculo, y es por eso<br />
una cosa buena. Al imperialismo no le temíamos en<br />
el pasado ni le tememos ahora. A Chiang Kai-shek,<br />
tampoco. ¿Por qué, pues, vamos a tener miedo a la<br />
democracia grande? Considero que no se le debe<br />
tener miedo. Al que trate de valerse de la tal<br />
democracia grande para oponerse al sistema<br />
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