Obras escogidas [tomo 5] - Stolpkin
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marxistas. Exterminar como especie a la burguesía y<br />
al capitalismo en un país como China, que cuenta<br />
con seiscientos millones de habitantes, es una cosa<br />
magnífica, una cosa buena de gran significación.<br />
Nuestro objetivo reside precisamente en exterminar<br />
el capitalismo, borrarlo de la faz de la Tierra y<br />
convertirlo en una cosa del pasado. Todo lo que<br />
surge en el proceso histórico tiene que desaparecer.<br />
En el mundo no hay nada que ocurra fuera del<br />
proceso histórico; si hay vida, hay muerte. El<br />
capitalismo es una cosa que surgió en el curso de la<br />
historia y también ha de morir; tiene un magnífico<br />
lugar adonde irá a parar: la tierra, bajo la cual<br />
"dormirá".<br />
La actual situación internacional coadyuva a<br />
nuestro cumplimiento de la tarea general para el<br />
período de transición. Debemos cumplir en lo<br />
fundamental la industrialización socialista y las<br />
transformaciones socialistas en un lapso de tres<br />
planes quinquenales. Tenemos que luchar por ganar<br />
este período de tiempo para la construcción pacífica.<br />
Ya han transcurrido tres de estos quince años; en<br />
doce años más podremos lograr nuestro objetivo. Al<br />
parecer, es posible ganar este período de tiempo;<br />
esforcémonos en tal sentido. Debemos redoblar<br />
nuestros esfuerzos en los asuntos exteriores y en la<br />
construcción de la defensa nacional.<br />
En este período de quince años, ha sido y será<br />
muy intensa la lucha de clases en los planos<br />
internacional y nacional. Nosotros ya hemos<br />
percibido su intensidad. En la lucha de clases, hemos<br />
obtenido muchas victorias y seguiremos<br />
conquistando otras. Así, en la lucha de clases<br />
desarrollada en el país durante el último año, hemos<br />
realizado principalmente las cuatro cosas siguientes:<br />
la lucha contra el idealismo, la represión a los<br />
contrarrevolucionarios, la solución del problema<br />
cerealero y la del problema de la cooperativización<br />
agrícola. Las luchas desplegadas en torno a estos<br />
cuatro problemas encierran un carácter de lucha<br />
contra la burguesía; en ellas le hemos asestado un<br />
golpe severo y seguimos propinándole golpes<br />
demoledores.<br />
Lleva ya un año la lucha contra el idealismo que<br />
empezó con el problema de El sueño del pabellón<br />
rojo y la subsiguiente crítica a Gaceta Literaria y<br />
continuó con la crítica a Ju Shi y la que se hizo a<br />
Liang Shu-ming. Debemos efectuar una seria lucha<br />
contra el idealismo, dedicándole todo un período de<br />
tres quinquenios. En ella, hay que formar un<br />
contingente de cuadros versados en materialismo<br />
dialéctico, versados en marxismo, de manera que la<br />
gran masa de cuadros y el pueblo puedan<br />
pertrecharse con conocimientos teóricos básicos del<br />
marxismo. Por lo que atañe a la represión de la<br />
contrarrevolución, nos proponemos realizar, en el<br />
resto de este año y en El próximo, el trabajo de<br />
Mao Tse-tung<br />
eliminación de los contrarrevolucionarios en una<br />
esfera que comprenda fábricas y establecimientos<br />
comerciales del Estado, cooperativas y una serie de<br />
organizaciones distritales, territoriales y cantonales,<br />
incluidos los cuadros del ejército y los obreros de las<br />
empresas industriales, es decir, en una esfera de unos<br />
doce millones de personas. Cuando se habla de<br />
contrarrevolucionarios, parecería que su número no<br />
fuera gran cosa, se los mira y no se los ve; pero, una<br />
vez que se investiga, se encuentra que existen<br />
realmente y, en efecto, ya hemos sacado a la luz<br />
cierto número de ellos. En el problema cerealero,<br />
también hemos librado una gran batalla. La<br />
burguesía se valió de él como pretexto para desatar<br />
un ataque contra nosotros y, al mismo tiempo, se<br />
desencadenó una ráfaga de rumores dentro del<br />
Partido; fue por eso que abrimos la crítica. En lo<br />
tocante al problema de la cooperativización agrícola,<br />
hemos efectuado numerosas luchas, y las discusiones<br />
sostenidas en la presente sesión también han girado<br />
en torno a él. Respecto a los cuatro problemas<br />
antedichos, hemos desplegado ingentes luchas y<br />
vencido la resistencia y los ataques de la burguesía,<br />
ganando así la iniciativa.<br />
La burguesía tiene miedo a las luchas que<br />
desatamos contra ella en torno a estas cuestiones y,<br />
sobre todo, teme a nuestra acción de reprimir a los<br />
contrarrevolucionarios. Hemos obrado bien al<br />
reprimirlos. En este trabajo debemos atenernos a los<br />
criterios ya establecidos, pues de lo contrario<br />
correríamos un grave peligro. Sólo pueden ser<br />
considerados como contrarrevolucionarios aquellos<br />
cuyos casos correspondan a tales criterios, lo que<br />
equivale a decir que es necesario sacar a la luz a los<br />
contrarrevolucionarios genuinos y no a personas<br />
falsamente inculpadas como tales. Al mismo tiempo,<br />
hay que prever la posibilidad de que se presenten<br />
casos de personas sindicadas de<br />
contrarrevolucionarios sin serlo; es difícil asegurar<br />
que no se presentarán. Pero exigimos que su<br />
ocurrencia sea mínima y que se hagan los mayores<br />
esfuerzos para evitarlos por completo. Los que<br />
saquemos a la luz deben ser contrarrevolucionarios<br />
auténticos, aquellos cuyos casos se ajustan<br />
totalmente a los criterios fijados y han sido ciento<br />
por ciento comprobados; debemos evitar injusticias<br />
con personas inocentes. Por otra parte, es posible que<br />
se nos escapen algunos verdaderos<br />
contrarrevolucionarios. La idea de que se puede<br />
eliminar esta vez a todos y cada uno de los<br />
contrarrevolucionarios, responde poco a las<br />
posibilidades. Es inevitable que se escapen algunos<br />
de ellos, pero tenemos que esforzarnos porque su<br />
número sea el menor posible.<br />
II. Balance del debate en torno a la<br />
cooperativización.