Obras escogidas [tomo 5] - Stolpkin
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próxima etapa y deberá efectuarse entonces con la<br />
suavidad de una brisa. La rectificación del estilo de<br />
trabajo en el Partido Comunista y en la Liga de la<br />
Juventud es una lucha ideológica. Es preciso, pues,<br />
elevar nuestro nivel asimilando efectivamente algo<br />
de marxismo. Es preciso también que haya una<br />
ayuda mutua genuina. ¿Qué defectos tenernos?<br />
¿Estamos acaso limpios de todo subjetivismo y de<br />
todo burocratismo? Debemos ponernos a reflexionar<br />
de veras con nuestra propia cabeza y tomar algunas<br />
notas y, procediendo así durante varios meses, elevar<br />
nuestro nivel marxista, nuestro nivel político e<br />
ideológico.<br />
El contraataque a los derechistas proseguirá tal<br />
vez unas decenas de días, algo más de un mes. No<br />
sería conducente seguir publicando en la prensa<br />
indefinidamente, este año, el año entrante y otro más,<br />
las opiniones de los derechistas. Estos no son más<br />
que unos pocos y sus opiniones ya han salido casi<br />
totalmente a la luz, de modo que no quedan muchas<br />
por publicar. De aquí en adelante, publicaremos<br />
algunas de estas, unas veces así y otras asá, pero sólo<br />
cuando valgan la pena. Pienso que julio será todavía<br />
un mes de intenso contraataque a los derechistas. Lo<br />
que más ansiaban ellos era la violencia de una<br />
tempestad, y lo que menos les atraía, la suavidad de<br />
la brisa y la llovizna. ¿No dijimos que estábamos por<br />
esa suavidad? Pero ellos comentaron que con una<br />
brisa y llovizna tan suaves, ocurriría lo que durante<br />
la temporada de las lloviznas continuas, que echan a<br />
perder los retoños de arroz, dando lugar a una<br />
hambruna, y que por eso era preferible una violenta<br />
tempestad. ¿No hay aquí en Shanghái cierto sujeto<br />
que escribió un artículo titulado "Un cuervo que<br />
grazna `en pleno día' "? Fue este "cuervo" el que<br />
reclamó una tempestad violenta. Los derechistas<br />
decían además: "Ustedes los comunistas no actúan<br />
con equidad; en otros tiempos, cuando ustedes nos<br />
tomaban a nosotros como blanco de sus campañas de<br />
crítica, preferían la tempestad violenta, pero ahora, al<br />
tocarles a ustedes el turno, se pronuncian por la<br />
suavidad de la brisa y la llovizna." En realidad, al<br />
efectuar las anteriores campañas de remodelación<br />
ideológica, incluidas las de crítica a Ju Shi y a Liang<br />
Shu-ming, señalamos siempre en las instrucciones<br />
internas del Partido la necesidad de proceder con la<br />
suavidad de la brisa y la llovizna. En el mundo, las<br />
cosas siguen invariablemente un curso sinuoso. Por<br />
ejemplo, cuando se anda un camino, siempre es<br />
sinuoso el recorrido. ¿Estuvieron ustedes alguna vez<br />
en la montaña Mokan? Allí, tanto para ascender<br />
como para descender, uno tiene que dar dieciocho<br />
vueltas. La sociedad avanza siempre en forma de<br />
espiral. La actual tarea de sacar a la luz a los<br />
derechistas debe proseguir sin desmayo y con el<br />
mismo rigor de la violenta tempestad de hoy. Como<br />
fueron ellos los que desataron la tempestad violenta,<br />
Mao Tse-tung<br />
se da la impresión de que ahora estamos tornando<br />
represalias. Sólo en este momento los derechistas<br />
vienen a comprender las ventajas que supondría la<br />
suavidad. Se desesperan por agarrarse aunque sea de<br />
una brizna de hierba, pues están que se hunden. Es<br />
como si alguien estuviera a punto de ahogarse en el<br />
río Juangpu y se agarrara de lo primero que<br />
encontrase, así fuera una paja de arroz. Me imagino<br />
el agrado con que aquel "cuervo" recibiría hoy la<br />
suavidad de la brisa y la llovizna. La presente época<br />
es de tempestades. Pasado julio y comenzando<br />
agosto, se podrá proceder con suavidad, pues<br />
entonces ya no quedarán muchas cosas por sacar a la<br />
luz.<br />
Los derechistas son excelentes maestros por lo<br />
negativo. Así ha ocurrido siempre en China: Ha<br />
habido maestros por lo positivo y también maestros<br />
por lo negativo. El hombre necesita ser educado con<br />
ejemplos tanto positivos como negativos. Los<br />
imperialistas japoneses fueron para nosotros los<br />
primeros magníficos maestros por lo negativo. Con<br />
anterioridad a ellos, tuvimos otros excelentes<br />
maestros de ese tipo, como el Gobierno de la dinastía<br />
Ching, como Yuan Shi-kai y los caudillos militares<br />
del Norte y, más tarde, Chiang Kai-shek. Sin ellos,<br />
no habría sido posible educar al pueblo chino como<br />
se lo educó, pues no bastaba con el Partido<br />
Comunista en su papel de maestro por lo positivo.<br />
Ahora ha sucedido lo mismo. Hubo gente que puso<br />
oídos sordos a muchas de las cosas que dijimos.<br />
¿Quiénes fueron? Gran cantidad de elementos de<br />
centro y, particularmente, los derechistas. Los de<br />
centro nos creyeron a medias, mientras que los<br />
derechistas no escucharon nada. Muchas fueron las<br />
cosas que les dimos a conocer, pero éstos hicieron<br />
caso omiso de todo y persistieron en seguir un rumbo<br />
aparte. Por ejemplo, cuando nosotros preconizamos<br />
el principio de "unidad-crítica-unidad", ellos lo<br />
desatendieron. Cuando señalamos que en el trabajo<br />
de represión a los contrarrevolucionarios los éxitos<br />
constituyen el aspecto principal, también nos<br />
desoyeron. Cuando hablamos de la necesidad del<br />
centralismo democrático y de la dictadura<br />
democrática popular dirigida por el proletariado,<br />
igualmente nos desoyeron. Y otro tanto sucedió<br />
cuando subrayamos el deber de unirnos con los<br />
países socialistas y los pueblos del mundo entero<br />
amantes de la paz. En fin, todas estas cosas ya<br />
estaban dichas, pero ellos no escucharon nada. Otro<br />
punto, el que menos quisieron escuchar, fue nuestra<br />
afirmación de que es preciso extirpar las hierbas<br />
venenosas. Hay que dejar que salgan los monstruos y<br />
demonios y exhibirlos para que después todos digan<br />
que son malos y que deben ser eliminados.<br />
Permitimos que las hierbas venenosas hagan su<br />
aparición, luego de lo cual las extirpamos y entonces<br />
pueden servir de abono. ¿Esto lo habíamos dicho o