Obras escogidas [tomo 5] - Stolpkin
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igualmente en virtud de esta ley, el militarismo<br />
japonés, así como la Alemania hitleriana, se vino<br />
abajo al cabo de unos pocos años.<br />
Nosotros pasamos por numerosas dificultades:<br />
Fuimos expulsados del Sur y obligados a ir al Norte,<br />
y el número de nuestros efectivos se redujo de varios<br />
centenares de miles a unas decenas de miles. Al final<br />
de la Gran Marcha de veinticinco mil li, sólo nos<br />
quedaban veinticinco mil hombres.<br />
En la historia de nuestro Partido ha habido<br />
numerosos errores de línea, tanto de "izquierda"<br />
como de derecha. Los más graves fueron la<br />
desviación derechista de Chen Tu-siu y la<br />
"izquierdista" de Wang Ming. Se registraron,<br />
además, los casos de desviación derechista de Chang<br />
Kuo-tao, Kao Kang y otros.<br />
Cometer errores tiene su lado positivo, pues de<br />
ello se pueden extraer enseñanzas para el pueblo y<br />
para el Partido. Hemos tenido muchos maestros por<br />
lo negativo, como Japón, Estados Unidos, Chiang<br />
Kai-shek, Chen Tu-siu, Li Li-san, Wang Ming,<br />
Chang Kuo-tao y Kao Kang. Nos costó un precio<br />
muy alto aprender de estos maestros. En el pasado,<br />
Inglaterra desencadenó muchas guerras contra<br />
nosotros. A Inglaterra, Estados Unidos, Japón,<br />
Francia, Alemania, Italia, Rusia zarista y Holanda les<br />
gustaba mucho esta tierra nuestra. Ellos han sido<br />
nuestros maestros por lo negativo, y nosotros, sus<br />
alumnos.<br />
A través de la lucha contra el Japón en la Guerra<br />
de Resistencia, nuestro ejército creció hasta tener<br />
novecientos mil efectivos. Después vino la Guerra de<br />
Liberación. Nuestro armamento era inferior al del<br />
Kuomintang, y éste contaba entonces con un ejército<br />
de cuatro millones de efectivos; pero, en el curso de<br />
los tres años de guerra, le aniquilamos en total ocho<br />
millones. El Kuomintang, sustentado por el<br />
imperialismo norteamericano, no pudo derrotarnos.<br />
Los poderosos no pueden ganar, mientras que los<br />
débiles siempre logran la victoria.<br />
En la actualidad, el imperialismo norteamericano<br />
exhibe una gran fuerza, pero en realidad no la tiene.<br />
Políticamente es muy débil, porque está divorciado<br />
de las grandes masas populares y no agrada a nadie;<br />
tampoco agrada al pueblo norteamericano.<br />
Aparentemente es muy poderoso, pero en realidad no<br />
tiene nada de temible: Es un tigre de papel. Mirado<br />
por fuera parece un tigre, pero está hecho de papel y<br />
no aguanta un golpe de viento y lluvia. Pienso que<br />
Estados Unidos no es más que un tigre de papel.<br />
Toda la historia, la milenaria historia de la<br />
sociedad de clases de la humanidad, ha confirmado<br />
este punto: Lo poderoso tiene que ceder su lugar a lo<br />
débil. Esto también es así en América.<br />
Sólo podrá haber paz cuando haya sido eliminado<br />
el imperialismo. Llegará el día en que el tigre de<br />
papel será destrozado. Pero no desaparecerá por sí<br />
http://www.scribd.com/Insurgencia<br />
Mao Tse-tung<br />
mismo; para ello hace falta el golpe del viento y la<br />
lluvia.<br />
Cuando afirmamos que el imperialismo<br />
norteamericano es un tigre de papel, estamos<br />
hablando en términos estratégicos. Visto como un<br />
todo, debemos despreciarlo; pero, en cuanto a cada<br />
una de sus partes, debemos tomarlo muy en serio. El<br />
posee garras y dientes. Para acabar con él hemos de<br />
hacerlo por partes. Si, por ejemplo, tiene diez dientes<br />
y en el primer golpe le arrancamos uno, le quedarán<br />
nueve; le arrancamos otro más y le quedarán ocho.<br />
Cuando le hayamos quitado todos los dientes, le<br />
quedarán todavía las garras. Siempre que<br />
procedamos paso a paso y de modo concienzudo,<br />
conseguiremos finalmente el éxito.<br />
Desde el punto de vista estratégico, se debe<br />
despreciar por completo al imperialismo<br />
norteamericano, mientras que en lo táctico hay que<br />
tomarlo muy en serio. En la lucha contra él, es<br />
necesario prestar atención a cada batalla y a cada<br />
caso. Actualmente, Estados Unidos es un país<br />
poderoso; pero, examinándolo con una óptica<br />
amplia, en su conjunto y en perspectiva, se hallará<br />
que este tigre morirá sin remedio, porque es<br />
impopular, aplica una política que no complace a<br />
nadie, y oprime y explota a los pueblos. Vistas así las<br />
cosas, no tiene nada de terrible y podemos<br />
despreciarlo. Sin embargo, Estados Unidos todavía<br />
cuenta con cierta fuerza, produce anualmente más de<br />
cien millones de toneladas de acero y atropella a la<br />
gente por todas partes. Se hace por eso necesario<br />
proseguir la lucha contra él, empeñar grandes<br />
esfuerzos en ello y arrebatarle posición por posición.<br />
Esto requiere tiempo.<br />
Todo parece indicar que los países de América,<br />
Asia y África tendrán que seguir peleando con<br />
Estados Unidos hasta el fin, hasta que el viento y la<br />
lluvia destruyan este tigre de papel.<br />
En interés de la lucha contra el imperialismo<br />
norteamericano, los latinoamericanos de ascendencia<br />
europea deben unirse con la población indígena en<br />
los países donde la haya. Se puede, me parece,<br />
diferenciar a los blancos, de ascendencia europea, en<br />
dos partes: los dominantes y los dominados. Así, los<br />
blancos oprimidos podrán fácilmente acercarse a los<br />
indígenas, pues su situación es la misma.<br />
Nuestros amigos latinoamericanos, asiáticos y<br />
africanos y nosotros estamos todos en la misma<br />
posición y realizamos el mismo trabajo haciendo<br />
algo en favor de los pueblos para disminuir la<br />
opresión que sobre éstos ejerce el imperialismo. Si<br />
hacemos bien ese trabajo, podremos liquidar de raíz<br />
la opresión imperialista. En este sentido somos<br />
camaradas.<br />
En la lucha contra la opresión imperialista,<br />
ustedes y nosotros tenemos idéntica naturaleza; lo<br />
único que nos diferencia es la ubicación geográfica,