Obras escogidas [tomo 5] - Stolpkin
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Fortalecer la unidad del partido, continuar sus tradiciones<br />
en los juegos a la pelota ni en la natación, que las<br />
mujeres tenían los pies vendados y los hombres<br />
llevaban trenzas, que había eunucos y que, en fin, la<br />
luna de China tampoco era muy bella y nunca<br />
alumbraba con tanta limpidez como la del extranjero.<br />
En resumidas cuentas, eran muchas las cosas malas.<br />
Pero, con las reformas realizadas en los últimos seis<br />
años, hemos cambiado la faz de China. Nadie puede<br />
negar nuestros éxitos.<br />
El núcleo que dirige nuestra causa revolucionaria<br />
es nuestro Partido. Al resumir las experiencias, el<br />
Congreso debe lograr, antes que nada, una mayor<br />
unidad de todo el Partido. En junio pasado, el Partido<br />
contaba ya con 10.730.000 militantes. Debemos<br />
realizar una amplia labor educativa, persuasiva y<br />
unitaria entre estos diez millones y tantos de<br />
militantes, a fin de que puedan desempeñar mejor su<br />
papel de núcleo entre el pueblo. No basta la sola<br />
existencia del Partido. Este es el núcleo y debe tener<br />
masas en torno suyo. En los diversos terrenos de<br />
nuestras actividades, incluidos la industria, la<br />
agricultura, el comercio, la cultura y la educación, el<br />
90 por ciento del trabajo concreto no descansa sobre<br />
los hombros de los militantes, sino de los no<br />
militantes. Por eso, debemos realizar un buen trabajo<br />
de unidad con las masas y unirnos con todas las<br />
personas unibles para trabajar juntos. En el pasado,<br />
adolecíamos de muchas deficiencias en nuestra labor<br />
en pro de la unidad de todo el Partido y de la unidad<br />
con las personas no militantes. Durante el Congreso<br />
y luego de él, debemos efectuar una labor de<br />
propaganda y educación a fin de mejorar en gran<br />
medida el trabajo en este campo.<br />
En el plano internacional, debemos unirnos con<br />
todas las fuerzas unibles del mundo: unirnos, en<br />
primer lugar, con la Unión Soviética, los Partidos<br />
hermanos, los países hermanos y sus pueblos,<br />
unirnos luego con todos los países y pueblos amantes<br />
de la paz y hacer buen uso de todas las fuerzas útiles.<br />
A nuestro congreso asistirán delegados de los<br />
Partidos Comunistas de más de cincuenta países, lo<br />
cual es muy bueno. En años anteriores, no habíamos<br />
conquistado aún el Poder a escala nacional, no<br />
habíamos logrado la victoria en las dos revoluciones<br />
ni los éxitos de la construcción. Pero la situación ha<br />
cambiado, y ahora los camaradas extranjeros nos<br />
tienen bastante estimación.<br />
¿Para qué nos unimos con todas las fuerzas<br />
unibles de dentro y de fuera del Partido y del país?<br />
Para construir un gran país socialista. Un país como<br />
el nuestro puede y debe ser calificado con el adjetivo<br />
"grande". Nuestro Partido es un gran Partido; nuestro<br />
pueblo, un gran pueblo; nuestra revolución, una gran<br />
revolución; la causa de nuestra construcción, una<br />
gran causa. En el globo terrestre no existe más que<br />
un país con 600 millones de habitantes, y ése es el<br />
nuestro. Antes, los demás tenían razón al mirarnos<br />
http://www.scribd.com/Insurgencia<br />
por encima del hombro, ya que nuestra contribución<br />
había sido casi nula, con una producción anual de<br />
acero de sólo unos centenares de miles de toneladas<br />
que, por añadidura, estaba en manos de los<br />
japoneses. En los 22 años de dictadura kuomintanista<br />
de Chiang Kai-shek, la producción de acero no<br />
alcanzó sino a unas decenas de miles de toneladas<br />
anuales. Actualmente, nuestra producción de acero<br />
todavía no es alta, pero la hemos desarrollado en<br />
cierta medida. Este año, ha de llegar a más de 4<br />
millones de toneladas; para el año próximo,<br />
sobrepasará los 5 millones; al término del Segundo<br />
Plan Quinquenal, excederá los 1o millones, y<br />
posiblemente pase de los 20 millones una vez<br />
cumplido el Tercer Plan Quinquenal. Debemos<br />
esforzarnos por alcanzar esta meta. Existen alrededor<br />
de cien países en el mundo, pero sólo unos pocos<br />
producen más de 20 millones de toneladas anuales de<br />
acero. Por tanto, con la construcción en marcha,<br />
nuestro país se convertirá en un gran país socialista,<br />
poniendo fin definitivamente al atraso de los últimos<br />
ciento y tantos años, al desprecio de que éramos<br />
objeto y a la lastimosa situación en que nos<br />
debatíamos; aún más, podrá alcanzar al más<br />
poderoso país capitalista del mundo, los Estados<br />
Unidos. Estos sólo tienen una población de 170<br />
millones, mientras que la nuestra es varias veces<br />
mayor, nuestros recursos naturales son, como los de<br />
ellos, abundantes y nuestro clima es más o menos<br />
igual al suyo; existe, por tanto, la posibilidad de que<br />
los alcancemos. ¿Debemos o no alcanzarlos? Claro<br />
que sí. ¿Qué hacen ustedes, 600 millones de<br />
habitantes? ¿Dormir? ¿Deben dormir o trabajar? Si<br />
la respuesta es que deben trabajar, ustedes, 600<br />
millones, ¿por qué no van a poder producir zoo ó 300<br />
millones de toneladas de acero, cuando ellos, 170<br />
millones de habitantes, producen 100 millones? Si no<br />
pueden alcanzarlos, la razón les dejará de su mano y<br />
su país no será ni tan glorioso ni tan excelso. Los<br />
Estados Unidos llevan sólo 180 años desde su<br />
proclamación. Sesenta años atrás, su producción de<br />
acero no llegaba a más de 4 millones de toneladas, lo<br />
cual significa que nos hemos rezagado 60 años. Con<br />
50 ó 60 años más de trabajo, debemos, con toda<br />
razón, sobrepasar a los Estados Unidos. Este es un<br />
deber. Ustedes son tanta gente, su tierra es tan<br />
inmensa y tan ricos sus recursos naturales y, además,<br />
se oye decir que ustedes están practicando el<br />
socialismo, al que califican de superior. Así pues,<br />
¡qué poco decoroso sería si al cabo de 50 ó 60 años<br />
no hubieran podido sobrepasar a los Estados Unidos!<br />
¡Entonces habría que despojarlos de su condición de<br />
habitantes de la Tierra! Por consiguiente, no sólo<br />
podemos, sino que con toda razón necesitamos y<br />
debemos sobrepasar a los Estados Unidos. De no ser<br />
así, la nación china que daría en deuda con las demás<br />
naciones del mundo y se reduciría a poca cosa<br />
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