Obras escogidas [tomo 5] - Stolpkin
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44<br />
Ahora ya tenemos una orientación clara,<br />
posiciones sólidas y un suministro garantizado, y<br />
cada combatiente comprende que debe perseverar<br />
hasta el fin.<br />
En última instancia, ¿hasta cuándo combatiremos<br />
y hasta cuándo negociaremos? Yo diría que debemos<br />
seguir negociando y combatiendo y que, después de<br />
todo, hemos de llegar a la paz.<br />
¿Por qué, después de todo, se ha de llegar a la<br />
paz? La guerra no puede durar treinta o cien años,<br />
pues su prolongación indefinida sería muy<br />
desfavorable para los Estados Unidos.<br />
Primero, porque así tendrían más muertos. Ya han<br />
perdido más de treinta mil hombres luchando por<br />
mantener en sus manos a unos diez mil prisioneros.<br />
De todos modos, ellos tienen mucha menos gente<br />
que nosotros.<br />
Segundo, porque así tendrían que gastar más<br />
dinero. Ellos gastan más de 10.000 millones de<br />
dólares por año. Nosotros gastamos mucho menos<br />
que ellos y, además, este año nuestros gastos se<br />
reducirán a la mitad respecto al año pasado. La<br />
revisión de cuentas en las campañas contra los "tres<br />
males" y contra los "cinco males" nos ha dejado un<br />
saldo suficiente para sostener la guerra por un año y<br />
medio más. De este modo, podemos dedicar a la<br />
construcción nacional todo el dinero obtenido con el<br />
aumento de la producción y la práctica de<br />
economías.<br />
Tercero, ellos se ven acosados por<br />
contradicciones tanto externas como internas,<br />
difíciles de superar.<br />
Cuarto, hay otro problema, de orden estratégico.<br />
El punto clave de la estrategia norteamericana es<br />
Europa. Cuando enviaron tropas a invadir Corea, no<br />
se imaginaron que mandaríamos tropas de auxilio de<br />
ese país.<br />
Nuestros asuntos son relativamente fáciles de<br />
manejar. Somos dueños absolutos de nuestros<br />
asuntos internos. Pero, el cargo de jefe del Estado<br />
Mayor de los EE.UU. no lo desempeñamos nosotros,<br />
sino uno de los suyos. Por lo tanto, el que continúe o<br />
no la guerra de Corea, depende sólo en un 50 por<br />
ciento de los coreanos y nosotros. En resumen, para<br />
los EE.UU. la tendencia general se ha hecha<br />
irreversible: no hacer la paz los desfavorece.<br />
El parloteo de que pronto estallará una tercera<br />
guerra mundial es puro bluf. Debemos hacer<br />
esfuerzos por asegurarnos un lapso de diez años para<br />
construir la industria y echar cimientos sólidos.<br />
Debemos unirnos estrechamente y deslindar campos<br />
con el enemigo. Si hoy somos poderosos, eso se debe<br />
a la unión del pueblo de todo el país y a la<br />
cooperación de todos los que estamos aquí presentes<br />
y de los diversos partidos democráticos y<br />
organizaciones populares. Es sumamente importante<br />
unirnos y trazar una clara línea de demarcación entre<br />
Mao Tse-tung<br />
nosotros y el enemigo. El Dr. Sun Yat-sen fue un<br />
hombre honesto, pero, ¿por qué fracasó la<br />
Revolución de 1911, por él dirigida? He aquí las<br />
razones: Primero, no repartió las tierras; segundo, no<br />
se dio cuenta de la necesidad de reprimir a la<br />
contrarrevolución, y tercero, no libró una lucha<br />
aguda contra el imperialismo. Además de la línea<br />
divisoria entre nosotros y el enemigo, hay que trazar,<br />
dentro de nuestras propias filas, la línea de distinción<br />
entre lo correcto y lo erróneo. Esta última ocupa un<br />
puesto secundario respecto de aquélla. Por ejemplo,<br />
para el caso de la gran mayoría de los culpables de<br />
corrupción administrativa, de lo que se trata es de<br />
distinguir lo correcto de lo erróneo; ellos son<br />
reeducables y se diferencian de los<br />
contrarrevolucionarios.<br />
Hay que realizar una labor de educación en los<br />
diversos partidos democráticos y los círculos<br />
religiosos para que no caigan en la trampa del<br />
imperialismo y no se coloquen del lado del enemigo.<br />
Tomando el budismo como ejemplo, éste tiene pocos<br />
vínculos con el imperialismo, y su ligazón es, en lo<br />
fundamental, con el feudalismo. A causa del<br />
problema de la tierra, la lucha contra el feudalismo<br />
afectó a los monjes, y los que recibieron el golpe<br />
fueron gentes como los abades y padres superiores.<br />
Con el derribamiento de esa minoría, los Lu Chishen<br />
1 fueron liberados. Yo no creo en el budismo,<br />
pero tampoco me opongo a que los budistas se<br />
organicen en una asociación para unirse y deslindar<br />
campos con el enemigo. ¿Habrá que suprimir algún<br />
día el frente único? Yo no abogo por su supresión.<br />
Estamos dispuestos a unirnos con todos aquellos que<br />
realmente deslinden campos con el enemigo y sirvan<br />
al pueblo.<br />
Nuestra nación tiene futuro, su perspectiva es<br />
amplia. En un principio, nos preguntábamos si<br />
podríamos restaurar la economía nacional en tres<br />
años. Pero resulta que lo hemos conseguido en dos<br />
años y medio de arduos esfuerzos y, lo que es más,<br />
hemos iniciado la construcción planificada. Todos<br />
debemos unirnos y trazar una clara línea de<br />
demarcación entre nosotros y el enemigo, de modo<br />
que nuestra nación avance con paso seguro.<br />
otas.<br />
1 Personaje de la novela clásica china A la orilla<br />
del agua. Era un monje humilde antes de sumarse al<br />
ejército de campesinos rebeldes de la montaña<br />
Liangshan.