Obras escogidas [tomo 5] - Stolpkin
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184<br />
de esas obras. En nuestra labor de construcción de<br />
los últimos años se observa una falla, y es que, como<br />
han señalado algunos camaradas, sólo hemos<br />
prestado atención a la "osamenta", dando poca<br />
importancia a la "carne", es decir, hemos construido<br />
los talleres, montado las máquinas, etc., pero sin<br />
complementar esto con las correspondientes obras de<br />
urbanización y de servicios públicos, lo que deja una<br />
estela de problemas serios para el futuro. A mi<br />
parecer, las consecuencias de esa falla no se harán<br />
sentir durante este Primer Plan Quinquenal, pero sí<br />
en el Segundo, y probablemente en el Tercero.<br />
Respecto a si es correcto o no el Primer Plan<br />
Quinquenal, ahora se puede concluir algo y, el año<br />
que viene, concluir otro poco; pero una conclusión<br />
definitiva pienso que no será posible formularla sino<br />
hacia fines del segundo quinquenio. En la<br />
planificación es imposible evitar por completo el<br />
subjetivismo. Por otro lado, incurrir en algunos<br />
errores no es del todo malo. Los aciertos tienen un<br />
doble carácter, y lo mismo sucede con los errores.<br />
Los aciertos lo estimulan a uno y, al mismo tiempo,<br />
pueden inducirlo al engreimiento. Los errores le<br />
acarrean desgracias y lo desasosiegan; son sus<br />
enemigos y, a la vez, le sirven de excelentes<br />
maestros. En términos generales, hasta la fecha no se<br />
ha advertido en el Primer Plan Quinquenal ningún<br />
error grave, ningún error de carácter esencial.<br />
Debemos salvaguardar el entusiasmo de los<br />
cuadros y de las masas populares, y no echarles<br />
baldes de agua fría. Antes hubo quienes les echaron<br />
baldes de agua fría en lo tocante a la transformación<br />
socialista de la agricultura. En ese entonces funcionó<br />
una especie de "comité de promoción del retroceso".<br />
Más tarde, señalamos que no se debía echar baldes<br />
de agua fría y celebramos una reunión para promover<br />
el avance. Con anterioridad a ella, nos habíamos<br />
propuesto la meta de realizar básicamente en<br />
dieciocho años la transformación socialista de la<br />
propiedad; pero, con esa promoción del avance, se<br />
aceleró de manera considerable el ritmo. La tarea de<br />
crear cooperativas agrícolas de tipo superior, que,<br />
según se estipula en el proyecto de Programa<br />
Nacional para el Desarrollo Agrícola, debería quedar<br />
cumplida en 1958, se podrá terminar, por lo visto, en<br />
este invierno y la próxima primavera. Aunque<br />
subsisten no pocas deficiencias, todo marcha mejor<br />
ahora que cuando funcionaba ese "comité de<br />
promoción del retroceso": Los campesinos se<br />
muestran complacidos y la producción agrícola ha<br />
aumentado. A no ser por la cooperativización, habría<br />
sido imposible que, frente a calamidades naturales<br />
tan desastrosas como las de este año, se incrementara<br />
la producción de cereales en más de 20.000 millones<br />
de jin. En las zonas afectadas, la existencia de las<br />
cooperativas facilitó la tarea de reparar los daños por<br />
medio de la producción. La crítica que hagamos a los<br />
http://www.scribd.com/Insurgencia<br />
Mao Tse-tung<br />
defectos de los cuadros y de las masas populares y la<br />
que hagamos a nuestros propios defectos deben<br />
formularse partiendo de la premisa fundamental de<br />
salvaguardar el entusiasmo de los cuadros y de las<br />
masas populares. Esto los llenará de energías.<br />
Cuando no sea posible materializar de inmediato las<br />
demandas de las masas debernos y podemos<br />
explicarles claramente las razones.<br />
El presupuesto anual del Estado sólo puede<br />
considerarse como definitivo luego de tres vueltas.<br />
Es decir, debe ser discutido, en el curso de tres<br />
reuniones, por los camaradas del Comité Central<br />
junto con algunos camaradas pertinentes, para llegar<br />
a una decisión final. Así, todos estaremos al tanto de<br />
su contenido. De otro modo, sólo los camaradas<br />
encargados del presupuesto tendrían un buen<br />
conocimiento de causa, mientras que nosotros no<br />
podríamos hacer otra cosa que levantar la mano en<br />
señal de aprobación. Pero ¿lo haríamos con<br />
conocimiento de causa? Sí y no, podría ser la<br />
respuesta, pues nuestro conocimiento del asunto<br />
sería muy vago. Ahora bien, ¿se puede asegurar un<br />
conocimiento perfecto del asunto con sólo aplicar el<br />
sistema de tres vueltas:' No necesariamente. Aún<br />
habría una brecha entre nosotros y aquellos<br />
camaradas que son los responsables directos. Ellos<br />
son como los actores de ópera que actúan en el<br />
escenario; saben cantar, en tanto que nosotros, su<br />
público, no. Sin embargo, si asistimos con frecuencia<br />
al teatro, podremos juzgar con relativo acierto<br />
quiénes actúan bien y quiénes mal. Es al público al<br />
que corresponde juzgar la calidad de un actor. Para<br />
corregir las fallas de los actores, es imprescindible<br />
contar con el público. He aquí el valor del público.<br />
Obra, que a éste le gusta ver a menudo, pueden<br />
continuar presentándose, mientras que aquellas que<br />
no lo entusiasman mucho deben ser sustituidas por<br />
otras. Así, pues, en el seno de nuestro Comité<br />
Central existe una contradicción entre los expertos y<br />
los profanos. Los expertos tienen sus puntos fuertes,<br />
y también los suyos los profanos. Estos saben<br />
distinguir lo correcto de lo erróneo.<br />
En el informe sobre el presupuesto estatal de<br />
1956 se usó la expresión "garantizado y confiable”.<br />
Yo propongo que, en cambio de ella, usemos en<br />
adelante "suficientemente confiable". Durante la<br />
Conferencia sobre el Problema de los Intelectuales<br />
celebrada en enero pasado, planteé la expresión<br />
"suficientemente confiable”. Garantizado y confiable<br />
se repiten por el sentido que expresan. Colocar<br />
"garantizado" al lado de "confiable" no pone ni<br />
quita. Aquí, la palabra modificante debe ser<br />
calificativa y, al mismo tiempo, restrictiva. En la<br />
expresión "suficientemente confiable" queda<br />
restringido, en su grado, el sentido de esta última<br />
palabra. Significa que se trata de algo confiable en<br />
grado suficiente y no en sentido general. No es fácil