albii de

Las primeras las mamas
que son quisquillosas niñas
á quien debemos mimar.
Pues es una friolera
en tiempo de carnaval!
Que mimos, para que dejen
ir sus iiijas á bailar!
Ninguna vieja se acuerda
de aquellos tiempos atrás,
en que hubiera dado un ojo
poruña vuelta de vvals.
Pero de niñas desean
la mas amplia libertad,
y después son mas despótica*
que el mismo Ibrahim bajá.
Basta ; yo que aficionado
soy á las hijas de Adán ,
por indispensable pongo
una advertencia final.
Si alguna chica me prende
y hago el papel de galán,
no se venguen de mi sátira
las rencorosas mamas.
JUAN MARTÍNEZ VILLKBGAS.
A ÜNCHATO.
Cuando alguno te ofendiere,
como careces de trompa
no temas aunqne digere
«calle el feo, si no quiere
que las narices le rompa.o>
Las dudas me vuelven loco.
Aunque el mas leve desliz
pille tu olfato feliz,
no podrán decir tampoco
que tienes buena nariz.
Y aunque disputes amigo
con razones infelices,
no podrán, siendo testigo,
decir al hablar contigo:
«miren que par de narices.»
De vicio debes quejarle,
le envidio , mucho que sí!
Quién podrá decir de tí
al pasar por cualquier parle r
« Y'a las narices le vi 1»
Yes que tampoco dirán,
pues decirlo no podrán
aunque de risa las líen ,
que al ver tu cara de can
en tus narices se rien.
Te quejas, por vida mia ,
de tu destino infeliz!
Qué es, sí está algo fresco el día,
lo que primero se enfria?
La punta de la nariz !
Dónde mas daño te harás
si algún porrazo te abruma?
En ella, por ser-quizás
lo que sobresale mas,
salvo error de pelo ó pluma.
Y' si duermes con trabajo
cuando el cuello te se encorve,
tú riéndote del orbe
zas, te vuelves baca abajo
sin que la nariz lo estorbe.
¿Cuántas veces un galán
perdiendo de amor el seso
él, y su dulce embeleso
por ir ligeros, se dan
en las narices un beso?
Ay ! de tan dulce arrebato
ellas el logro impidieron !
feliz, el que nace chato!
siempre las narices fueron
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