29.04.2013 Views

albii de

albii de

albii de

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

460<br />

yo á <strong>de</strong>cir abur.y tuve que <strong>de</strong>cir ¡ay! iUe plantó<br />

en seguida un abrazo <strong>de</strong> aquellos que le <strong>de</strong>jan á<br />

uno sin respiración por cinco minutos, y se <strong>de</strong>s­<br />

pidió diciendo: conque calle <strong>de</strong> tal, número tan­<br />

tos?... hasta luego.<br />

Cuando volví á casa ya estaba mi patrona mas<br />

consolada; pues habia hallado quien la prestara<br />

doscientos reales. No me <strong>de</strong>terminaba yo á ma­<br />

nifestarla el resultado <strong>de</strong> mi espedicion ni mu­<br />

cho menos el <strong>de</strong>sdichado hallazgo <strong>de</strong>l barrio <strong>de</strong><br />

Buena-dicha; pero el amigo me ahorró este tra­<br />

bajo dando un fuerte campaniilazo y tomando<br />

<strong>de</strong>spués posesión <strong>de</strong> la casa diciendo: amigo,<br />

dispense usted si me he <strong>de</strong>tenido un poco mas;<br />

le habré hecho esperar <strong>de</strong>masiado. Tuve que per­<br />

<strong>de</strong>r la vergüenza y <strong>de</strong>cir á la patrona el compro­<br />

miso con aquel hombre y ella la pobre era <strong>de</strong> tan<br />

buena pasta que dijo: ¿cómo ha <strong>de</strong> ser? comerá<br />

lo que haya. Sacó un colchón y le tendió en el<br />

suelo para mí,.<strong>de</strong>jando al otro por amo <strong>de</strong> la al­<br />

coba.<br />

Pero el buen amigo era tan <strong>de</strong>licado que nada<br />

le venia bien : al dia siguiente se quejó <strong>de</strong> que la<br />

cama estaba dura, y la patrona que era una po­<br />

bre vieja se resolvió ó ponerle mi colchón di-<br />

ciéndomc: no tengo mas que el otro don<strong>de</strong> yo<br />

duermo ¿cómo ha <strong>de</strong> ser? tendrá usted que dor­<br />

mir conmigo. Y yo respondí ¿cómo ha <strong>de</strong> ser?<br />

tendré que dormir con usted.<br />

En la comida todo se le volvía hacer gestos y<br />

esparabanes; ya porque la comida estaba sosa,<br />

ya porque estaba salada y prorumpíendo en <strong>de</strong>s­<br />

vergüenzas á lo mejor concluia ; yo no sé por qué<br />

sufre usted este trato. Estas mujeres son unas<br />

puercas que no saben su mano <strong>de</strong>recha para na­<br />

da... Yo estaba en brasas. Aseguro por quien soy<br />

que me iba cargando el huésped y tentaciones<br />

me daban <strong>de</strong> romper para siempre; pero esto era<br />

bochornoso para mí y le <strong>de</strong>jé que hiciera lo que<br />

le diera la gana, consolándome con la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong><br />

que pronto arreglaría sus negocios y me <strong>de</strong>jaría<br />

en paz.<br />

Un día se levantó <strong>de</strong> buen talante <strong>de</strong>spués <strong>de</strong><br />

leer en la cama el correo (cuyo porte pagaba la<br />

patrona). Te voy á dar una buena noticia, me<br />

dijo: has <strong>de</strong> saber que mañana tendrás en tu ca­<br />

sa á mi mujer, con el niño menor, la niñera y<br />

dos hermanos míos. Me apresuro á darte la nue­<br />

va porque conozco tu genio y sé que te alegra­<br />

rás.—Como si me rallaran las tripas, dije yo pa­<br />

ra mí, y él prosiguió haciéndome la <strong>de</strong>scripción<br />

<strong>de</strong> lo guapola que estaba toda su familia. Ya se<br />

ve, <strong>de</strong>cía , si comen por los codos...<br />

Lo qué pasó <strong>de</strong> allí en a<strong>de</strong>lante daría materia<br />

para muchos tomos. Consi<strong>de</strong>re el lector mis apu­<br />

ros y los <strong>de</strong> la patrona, buscando camas y que<br />

comer para toda aquella gente. Consi<strong>de</strong>re que<br />

así estuvimos cerca <strong>de</strong> seis meses, y dígame si<br />

me <strong>de</strong>sempeñaré yo mientras viva <strong>de</strong> las <strong>de</strong>udas<br />

contraidas entonces, y si'merezco con<strong>de</strong>narme<br />

aunque muera en pecado mortal.<br />

Salia yo una mañana <strong>de</strong> casa á tiempo que<br />

llegaba un hombre preguntando por mi amigo.<br />

Entró aquel hombre, y yo, anhelando, saber algo<br />

que me librara <strong>de</strong> aquella plaga que habia inva­<br />

dido mi casa con tanta <strong>de</strong>sfachatez, me paré á la<br />

puerta y escuché esto diálogo :<br />

— Vengo á que me pague usted lo que me<br />

<strong>de</strong>be.<br />

—Hombre me encuentro sin un cuarto.<br />

— Es que si no vendrá un alguacil y se lleva­<br />

rá lo primero que encuentre.<br />

— ¿Por qué lo ha <strong>de</strong> llevar, si yo ofrezco pa­<br />

gar cuando pueda? No faltaba mas que me <strong>de</strong>ja­<br />

se usted sin sillas y sin mesas y sin todo lo que<br />

hay en casa que es mió y á nadie le <strong>de</strong>be nada.<br />

— Pues señor, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> aquí voy á casa <strong>de</strong>l juez.<br />

— Hombre aguar<strong>de</strong> usted unos dias. En cuan­<br />

to venga mi criado, que es ese que salia cuan­<br />

do entraba usted, escribiré á mi mayordomo<br />

y<br />

No le <strong>de</strong>jé acabar la frase , entré como un <strong>de</strong>­<br />

sesperado diciendo ; ¿quién es su criado <strong>de</strong> us­<br />

ted? Ya pue<strong>de</strong>n uste<strong>de</strong>s todos tomar la puerta ó<br />

les echo por el balcón. Y efectivamente <strong>de</strong>socu­<br />

paron la casa pidiéndome mil perdones. El ami­<br />

go al salir <strong>de</strong> casa me dijo: espero que este lance<br />

no entibiará nuestra amistad , y me dio un apre­<br />

tón <strong>de</strong> mano tan atroz que todavía me resiento<br />

cuando tomo la pluma para escribir estos artí­<br />

culos.<br />

A pesar <strong>de</strong>l modo violento con que arrojé al<br />

amigo <strong>de</strong> mi casa, por aquello <strong>de</strong> que cuando<br />

uno no quiere no riñen dos, no puedo una hora<br />

verme libre <strong>de</strong> su sombra. A las horas <strong>de</strong> comer<br />

le tengo á la mesa; cuando voy a! café me le en

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!