29.04.2013 Views

albii de

albii de

albii de

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

244<br />

MARIQUITA LA PELONA.<br />

CRÓNICA DEL SIGLO XV.<br />

III.<br />

A la fin rematóse la fac¡°,nda, é la corregido­<br />

ra que non cabía en sí <strong>de</strong> gozo, trujóle é retrú-<br />

jole á la motilona faragiieramicntre la palma <strong>de</strong><br />

la mano <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la frente al colodrillo diciendo:<br />

«por el siglo <strong>de</strong> mi madre que vos he tonsurado<br />

tan igual é á raíz, que non vos rapara mejor el<br />

mas polido barbero: recojed vos é tranzad la<br />

mata mientras que mi marido vos trae las mo­<br />

nedas, é yo vuesa ropa, para que <strong>de</strong> casa vaya-<br />

<strong>de</strong>s sin que nada se barrunte.» Salieron el cor­<br />

regidor é la corregidora , é María <strong>de</strong>sque se to­<br />

pó sola partió á se catar en un espejo que hí<br />

habia, ó como se vido calva perdió el sufrimien­<br />

to que hobiera fasta <strong>de</strong>stonce tenido, é gimió <strong>de</strong><br />

rabia é abofeteóse, é aun estuvo por se arran­<br />

car las orejas que parescíanle á la sazón <strong>de</strong>safo­<br />

radas <strong>de</strong> gran<strong>de</strong>s, maguer non lo fueran: piso­<br />

teó los cabellóse renegó <strong>de</strong> haber consentido en<br />

¡os per<strong>de</strong>r, sin se remembrar agora <strong>de</strong> su padre<br />

como si tal padre non hobiera. Mas como seya<br />

propio <strong>de</strong> la humanal natura conortarse cuando<br />

al non se pue<strong>de</strong> facer, asosegóse poco á poco la<br />

sañosa María, ó alzó <strong>de</strong>l suelo la cabellera, é<br />

atóla é trenzóla en gruesos ramales, non sin la<br />

besar é plañir sobre ellas muchas vegadas. El<br />

corregidor ó corregidora tornaron , él con los di­<br />

neros et ella con el hábito <strong>de</strong> María la cual <strong>de</strong>s -<br />

nudóse é metió en un pañizuclo el sayo blanco,<br />

vistióse el suyo, tapóse con el manto fasta los<br />

ojos é caminó gimiendo para casa <strong>de</strong>l moro, sin<br />

facer cabdal <strong>de</strong> que el lióme <strong>de</strong>l capuz echado iba<br />

en pos <strong>de</strong> ella, é que abajando ella el manto en<br />

un momento <strong>de</strong> olvido por la maña que había <strong>de</strong><br />

mostrar el tranzado, vídoscle estonce claramien-<br />

tre la cabeza mocha. Rcccbió el moro los qui­<br />

nientos maravedís con el buen talante con que<br />

siempre es recebido el dmero, 6 dijo á María que<br />

le trajese hí á Joan Lanas para que hí posara en<br />

tanto que duraba el riesgo <strong>de</strong> la cura; Marta fué<br />

por el viejo é callóle lo <strong>de</strong>l esquileo por non le<br />

dar pesadumbre , é mientras que Joan perma-<br />

nesc.ió seyendo huésped <strong>de</strong>l físico, non osó Ma­<br />

ría salir <strong>de</strong> su posada sinon <strong>de</strong> noche é bien en­<br />

cubierta : eso non embargaba empero que la si­<br />

guiese siempre un embozado. El moro cierta no­<br />

che avisóla en poridad queá la mañana siguien­<br />

te alzaría á Joan las vendas <strong>de</strong> los ojos: acostóse<br />

esa noche María con grant regosijo, é para s<br />

pensaba que cuando su padre la catase (que se­<br />

ría con asaz <strong>de</strong> contento), sería ese contento<br />

tres y cuatro vegadas mas complido^i podiésela<br />

catar con el gentil tocado que ella solía se facer<br />

en su pueblo. En tal cavilación andaba al otro<br />

dia al se ponerla mejor saya é pren<strong>de</strong>ro para ir<br />

cas <strong>de</strong>l arábigo, é como se hobiese asentado pa­<br />

ra se calzar, sopitaneamente sintió que le enca­<br />

jaban una como caperuza en la cabeza; é revol­<br />

viéndose , vido tras <strong>de</strong> sí al embozado <strong>de</strong> marras<br />

que <strong>de</strong>rribando el embozo se falló ser el espa<strong>de</strong>­<br />

ro maese Palomo, el cual sin. fablar, presentó á<br />

María un espejillo <strong>de</strong> Venecia on<strong>de</strong> catándose ví-<br />

dose con su mesmísima cabellera en tal forma<br />

guisada que dubdó una buena pieza si era sueño<br />

que la corregidora la hobiese rapado. Era el caso<br />

que maese Palomo, gran compinche <strong>de</strong> la bar­<br />

bera , visto habia é conoscido en su casa la cren­<br />

cha <strong>de</strong> María la mesma tar<strong>de</strong> <strong>de</strong>l dia en cuya ma­<br />

ñana veyera á María pelona, é calándose la fa-<br />

cienda, sonsacó á la vieja para que guardara pa­<br />

ra él la crencha <strong>de</strong> María , leixando para la cor­<br />

regidora otra <strong>de</strong> igual color que la barbera habia<br />

<strong>de</strong> una finada : trueco por el cual la taimada vie­<br />

ja fizóse contar muy lindos escudos. E dicela<br />

estoria que tan cedo como María topóse con su<br />

tan plañida é suspirada cabellera por mano <strong>de</strong>l<br />

galán espa<strong>de</strong>ro, parescióle el maese muy menos<br />

feo que <strong>de</strong> antes, é non sé si diga que comenzó<br />

<strong>de</strong> tal punto á le catar con buenos ojos: ello es<br />

que rogándole él <strong>de</strong> le pren<strong>de</strong>r por su escu<strong>de</strong>ro<br />

fasta cas <strong>de</strong>l moro, permitiógelo ella , é partieron<br />

los dos mano á mano levando ella sin rebozo la<br />

cara. En entrando los dos en el aposento <strong>de</strong>l fí­<br />

sico, lanzógele á María su padre en los brazos<br />

gritando: « gloria á Dios , ya te veo, fija mucho<br />

amada: iqué fornida é fermosa te has fecho!<br />

Va'e la pena <strong>de</strong> cegar por cinco años á trueco <strong>de</strong><br />

verá su fija en tal guisa medrada! Ya que torno<br />

á ver la claridad, razón es que no me hayas mas<br />

á tu cargo: yo trabajaré para mí, cá respeto <strong>de</strong><br />

tí ya es hora <strong>de</strong> que te cases. — «A eso vengo,»

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!