29.04.2013 Views

albii de

albii de

albii de

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

396<br />

tienen una mina en nuestras calamitosas estre-<br />

mida<strong>de</strong>s inferiores ? Harto conozco el po<strong>de</strong>r <strong>de</strong><br />

la rutina; sé bien las dificulta<strong>de</strong>s con que tro­<br />

pieza el verda<strong>de</strong>ro filósofo que se empeña en<br />

<strong>de</strong>sterrar <strong>de</strong> la humanidad los <strong>de</strong>fectos y vicios<br />

sancionados por costumbres añejas. Confieso<br />

que escribo este artículo con poquísima espe­<br />

ranza <strong>de</strong> obtener el resultado que me propon­<br />

go. Ni uno solo <strong>de</strong> mis lectores, por vale<strong>de</strong>ras y<br />

convincentes que le parezcan las razones que yo<br />

alegue, se sujetará á la quirúrgica cuchilla, y<br />

alguno quizás se crea con <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> <strong>de</strong>cirme<br />

que este artículo no está dictado por una con­<br />

vicción profunda, que está escrito sin religión<br />

<strong>de</strong> conciencia , puesto que siendo yo su autor no<br />

confirmo lo que en él digo con mi propio ejem­<br />

plo. Sí, lo conozco, para probar la fé que ten­<br />

go en mis doctrinas, yo <strong>de</strong>bería el primero espo­<br />

nerme á los dolores <strong>de</strong> una amputación san­<br />

grienta; pero no lo hago porque por una parte<br />

no tengo necesidad <strong>de</strong> ello para dar fuerza á<br />

mis datos que son por sí solos bastante robus­<br />

tos, y por otra para dirigir á las piernas la ca-<br />

tilinaria que se merecen, quiero tenerlas pre­<br />

sentes, tenerlas conmigo mismo como un testi­<br />

monio vivo y palpitante <strong>de</strong> mis penas y evitar <strong>de</strong><br />

este modo que disminuya el horror que justa­<br />

mente me inspiraron. Suele <strong>de</strong>cirse que el que<br />

está abito no se acuerda <strong>de</strong> los que no han co­<br />

mido , y esto me suce<strong>de</strong>ría tal vez si yo care­<br />

ciese <strong>de</strong> piernas, no me acordaría <strong>de</strong> los <strong>de</strong>s­<br />

graciados que las tienen, y á quienes trato <strong>de</strong><br />

libertar <strong>de</strong> esta calamidad diciéndoles lo que Je­<br />

sucristo á los apóstoles: «Haced lo que yo os<br />

diga, y no lo que yo haga.»<br />

Antes <strong>de</strong> pasar a<strong>de</strong>lanlc es necesario que mis<br />

lectores y yo acor<strong>de</strong>mos bajo qué acepción va­<br />

mos á tomar en este artículo la palabra pier­<br />

nas. Todos sabemos lo que por piernas entien­<br />

<strong>de</strong>n los anatómicos y los amigos <strong>de</strong> que se ha­<br />

ble siempre con toda propiedad, pero á mí me<br />

conviene en esta ocasión dar á esta palabra la<br />

significación colectiva que á menudo le dá el<br />

vulgo, quien con ella suele <strong>de</strong>signar las estre-<br />

mida<strong>de</strong>s inferiores <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el tercio inferior <strong>de</strong>l<br />

muslo hasta las últimas falanges <strong>de</strong> los <strong>de</strong>dos<br />

<strong>de</strong>l pié. Después <strong>de</strong> esta advertencia me parece<br />

que puedo entrar en materia sin esponerme á<br />

malograr mi tinta, ni á fatigar mis livianos en<br />

meras cuestiones nominales. También <strong>de</strong>bo ad­<br />

vertir que á pesar <strong>de</strong> tener en mi casa un di­<br />

ploma <strong>de</strong> médico y cirujano que á mi padre le<br />

cuesta bastante dinero y á mí no pocos exáme­<br />

nes, en cuanto me sea posible me abstendré <strong>de</strong><br />

hacer uso <strong>de</strong> los términos técnicos <strong>de</strong>l arte, por­<br />

que yo quiero que me entiendan fácilmente lo-<br />

| dos los que en el mundo tienen piernas, aunque<br />

en su vida hayan respirado los fétidos miasmas<br />

<strong>de</strong> una sala <strong>de</strong> disección, ni hayan visto mas ca­<br />

dáveres que el <strong>de</strong>l cor<strong>de</strong>ro <strong>de</strong> la Pascua y el <strong>de</strong>l<br />

i pavo <strong>de</strong> Navidad, ni hayan gaslado un adarme<br />

<strong>de</strong> sebo consagrado á la lectura <strong>de</strong>l Juan <strong>de</strong><br />

Dios, <strong>de</strong>l Nadal y Lacaba, ni <strong>de</strong> ninguna otra<br />

<strong>de</strong> las obras clásicas <strong>de</strong> anatomía <strong>de</strong>scriptiva.<br />

Si para rebatir á los piernófilos se me anto­<br />

jara echar mano <strong>de</strong> todos los argumentos que<br />

ponen á mí disposición las piernas consi<strong>de</strong>radas<br />

en estado potológico, es seguro que llenaría<br />

veinte números <strong>de</strong> LA RISA, invadiendo has­<br />

ta el sagrado terreno que para su ambigú se<br />

reservó el docto don Abundio. Las piernas cons­<br />

tan <strong>de</strong> huesos, <strong>de</strong> músculos, <strong>de</strong> nervios, <strong>de</strong><br />

arterias, di venas etc., etc., y no es necesa­<br />

rio <strong>de</strong>cir mas para que el mas topo se haga car­<br />

go <strong>de</strong> cuan inmenso <strong>de</strong>be ser el número <strong>de</strong> en­<br />

fermeda<strong>de</strong>s que son las piernas susceptibles <strong>de</strong><br />

pa<strong>de</strong>cer. Yo no ocuparé <strong>de</strong> ellas á mis lectores,<br />

no les hablaré <strong>de</strong> las caries, aneurismas, varices<br />

y <strong>de</strong>más dolencias <strong>de</strong> que las piernas á menu­<br />

do son víctimas, lo mismo que las <strong>de</strong>más par­<br />

tes <strong>de</strong> nuestro cuerpo que gozan <strong>de</strong> tegidos aná­<br />

logos; haré solo mención <strong>de</strong> las enfermeda<strong>de</strong>s<br />

que a<strong>de</strong>mas <strong>de</strong> ser muy frecuentes son propie­<br />

dad casi esclusiva <strong>de</strong> las cstremida<strong>de</strong>s inferio­<br />

res, y aun procuraré hablar <strong>de</strong> ellas muy some­<br />

ramente, porque estoy seguro <strong>de</strong> que consi<strong>de</strong>ra­<br />

das en su estado normal ó fisiológico las piernas<br />

son por sí solas una calamidad terrible, aunque<br />

por una escepcion casi milagrosa se hallen libres<br />

<strong>de</strong> sabañones, <strong>de</strong> callos y <strong>de</strong>más plagas que ú<br />

tantos hijos <strong>de</strong> Adán hacen avinagrar el gesto.<br />

Y si las piernas sanas y robustas que , sea dicho<br />

<strong>de</strong> paso, difícilmente se encontrarían dos en<br />

Europa, son ya una calamidad terrible ¿qué nom­<br />

bre daremos á las piernas averiadas, como ge­<br />

neralmente lo sun todas?

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!