29.04.2013 Views

albii de

albii de

albii de

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

402<br />

CONTRA. LA SERIEDAD.<br />

FÁBULA.<br />

Cierto cor<strong>de</strong>ro infeliz,<br />

para aliviar sus pesares,<br />

pidió un consejo al mas serio<br />

<strong>de</strong> lodos los animales.<br />

Creyó que el burro era un sabio<br />

al mirar su aspecto grave,<br />

y confióle sus penas<br />

buscando alivio á sus males.<br />

Oyó el burro la consulta<br />

con gravedad inmutable,<br />

y soltando un par <strong>de</strong> coces<br />

dio con el cor<strong>de</strong>ro al traste.<br />

El que busca inteligencia<br />

en la seriedad, no sabe<br />

que los que jamás se rien<br />

<strong>de</strong>spi<strong>de</strong>n coces á pares.<br />

WENCESLAO AYGÜALS DE Izco.<br />

VENTAJAS DEL QUE NO TIENE PIERNAS Ó<br />

DEL QUE LAS LLEVA DE PALO.<br />

A R T Í C U L O D E Í N T E R E S G E N E R A L .<br />

II.<br />

Por mas que los optimistas se persignen es­<br />

candalizados, es necesario convenir en que <strong>de</strong>­<br />

bemos á la naturaleza muchos males y que este<br />

mundo está muy lejos <strong>de</strong> ser el mejor <strong>de</strong> los po­<br />

sibles. Tal vez la Provi<strong>de</strong>ncia ha tenido á bien<br />

hacerle tal como nos le encontramos para que no<br />

nos encariñemos <strong>de</strong>masiado con las cosas mun­<br />

danas y aspiremos con mas ardor á buscar la fe­<br />

licidad verda<strong>de</strong>ra en un punto distinto <strong>de</strong>l que<br />

los moradores <strong>de</strong> la tierra tenemos la <strong>de</strong>sgra­<br />

cia <strong>de</strong> habitar. Si no fueron estas las miras <strong>de</strong> la<br />

Provi<strong>de</strong>ncia, habrán sido otras ó ninguna; no<br />

nos toca á nosotros, débiles mortales, levantar<br />

el velo con que ha querido el Supremo Haredor<br />

ocultar á nuestras profanas miradas sus incom­<br />

prensibles misterios. Pero lo cierto es que á lo<br />

que nuestra pobre razón alcanza , el universo<br />

está plagado <strong>de</strong> cosas que á nosotros nos parecen<br />

imperfecciones, aunque según el fin que al for­<br />

marlas se propuso el Creador acaso no lo sean,<br />

y <strong>de</strong>ber nuestro es corregirlas y perfeccionarlas<br />

ya que el mismo Autor <strong>de</strong> todas ellas ha dotado<br />

a muchos hombres <strong>de</strong> <strong>de</strong>seos y medios <strong>de</strong> conse­<br />

guirlo. En esto la voluntad <strong>de</strong>l Omnipotente se<br />

manifiesta <strong>de</strong> una manera bien esplícita. Si Dios<br />

hubiera querido que el mundo permaneciese tal<br />

como salió <strong>de</strong> sus manos hasta el dia <strong>de</strong>l juicio<br />

final, se hubiera guardado bien <strong>de</strong> dar á los<br />

hombres este espíritu '<strong>de</strong> innovación que ince­<br />

santemente altera la superficie <strong>de</strong>l globo sublu­<br />

nar. Es necesario que convengamos en que el<br />

mundo es no mas que un borrador sin corregir,<br />

un imperfecto bosquejo, una obra á medio hacer<br />

y que para concluirla la Provi<strong>de</strong>ncia ha dotado á<br />

algunos seres privilegiados <strong>de</strong> un genio fecundo,<br />

activo y empren<strong>de</strong>dor que es un verda<strong>de</strong>ro <strong>de</strong>s­<br />

tello <strong>de</strong>. la Divinidad. Reflexiones son estas <strong>de</strong><br />

muchísima importancia y que he creído conve­<br />

niente hacerlas para que nadie diga que el que­<br />

rer sustituir con piernas artificiales las que <strong>de</strong>­<br />

bemos á la naturaleza, es revelarse contraía<br />

obra <strong>de</strong> Dios. Al contrario, me consi<strong>de</strong>raría cri­<br />

minal á los ojos <strong>de</strong>l Señor si no siguiese en esla<br />

ocasión la línea <strong>de</strong> conducta que me parece tra­<br />

zada por su misma mano, si por mas tiempo re­<br />

sistiese los filantrópicos impulsos <strong>de</strong> mi corazón<br />

que no son otra cosa que una especie <strong>de</strong> partes<br />

telegráficos con que Dios me comunica sus ór<strong>de</strong>­<br />

nes, si por mas tiempo en fin <strong>de</strong>jase <strong>de</strong> conocer<br />

y cumplir la sublime misión que la Provi<strong>de</strong>ncia<br />

me ha encargado poniéndome <strong>de</strong> manifiesto los<br />

<strong>de</strong>fectos y vicios <strong>de</strong> que las piernas adolecen y<br />

los medios que <strong>de</strong>bo revelar ala humanidad pa­<br />

ra corregirlos completamente.<br />

Los <strong>de</strong>fectos y vicios <strong>de</strong> nuestras piernas na­<br />

turales y los males sin cuento que las <strong>de</strong>bemos;<br />

quedan bien manifestados en el artículo anterior<br />

en que probé con argumentos irrecusables la ne­<br />

cesidad <strong>de</strong> <strong>de</strong>spren<strong>de</strong>rnos <strong>de</strong> ellas, si queremos<br />

<strong>de</strong> una vez para siempre <strong>de</strong>struir el mas fecundo<br />

manantial <strong>de</strong> nuestras calamida<strong>de</strong>s. En la actua­<br />

lidad no es posible que baya uno solo <strong>de</strong> los que

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!