29.04.2013 Views

albii de

albii de

albii de

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

él socabarú los fundamentos mismos <strong>de</strong>l mundo;<br />

la acción suya y la <strong>de</strong>l tiempo son iguales, len-<br />

' tas pero infatigables, con una continuidad que<br />

asombra. El hombre-bnrrena no duerme, no di­<br />

giere, no fuma , no habla , no osla sentado, no<br />

bebe, no come, el hombre-barrena no hace mas<br />

que roer, al mundo entero revuelve y atur<strong>de</strong><br />

con su roimicnto. ¿Oís gritar por las calles con<br />

ca<strong>de</strong>ncioso tonillo: aaa coomponeer ti i ¡najas,<br />

platos y fueeentes? es el hombre-barrena : ¿veis<br />

al pobre diablo anunciando <strong>de</strong> val<strong>de</strong> sus géneros<br />

en el Diario? el hombre-barrena: ¿ois charlar<br />

en el Congreso? el hombre-barrena: ¿leéis un<br />

periódico cualquiera hoy dia ? el hombre-barre­<br />

na: ¿veis el concurso que hay en casa <strong>de</strong> un ca­<br />

pitalista? el hombre-barrena: ¿oís por la noche<br />

un pequeño ronco ruido, intermitente y acompa­<br />

sado en la ma<strong>de</strong>ra vieja <strong>de</strong>l catre? el hombre-<br />

barrena: el hombre-barrena don<strong>de</strong> quiera, múl­<br />

tiple, roedor, astuto, infatigable.<br />

¡Oh prodigiosa mudanza <strong>de</strong> las cosas! ¡Oh<br />

po<strong>de</strong>rosa mano <strong>de</strong>l <strong>de</strong>stino que tan lentamente<br />

modificando la condición humana sin echarlo<br />

ella <strong>de</strong> ver, va labrando en la frente <strong>de</strong> la huma­<br />

nidad el misterioso emblema <strong>de</strong> un porvenir<br />

siempre escondido, arrojándola poruña imper­<br />

ceptible pendiente hasta que tope y se rompa la<br />

crisma contra algún mal <strong>de</strong>monio que la esté es­<br />

perando, ó bien se encuentre dulcísimamente<br />

mecida y bañada en algún lago que abajo pueda<br />

haber <strong>de</strong> agua rosada i y esta reflexion me la ar­<br />

ranca el consi<strong>de</strong>rar que las antiguas socieda<strong>de</strong>s,<br />

en que tanto predominaba la síntesis <strong>de</strong> las pa­<br />

siones y afectos, fueron víctimas <strong>de</strong> la irrupción<br />

<strong>de</strong> los bárbaros, y que las socieda<strong>de</strong>s mo<strong>de</strong>rnas,<br />

cuyo emblema es el análisis, son víctimas <strong>de</strong><br />

una universal irrupción <strong>de</strong> hombres-barrenas;<br />

en el antiguo mundo los bárbaros estaban fue­<br />

ra, en el mo<strong>de</strong>rno estaban <strong>de</strong>ntro; y si compa­<br />

ráis la condición <strong>de</strong> aquellos dominadores con<br />

la <strong>de</strong> estos dominadores también , no podréis<br />

menos <strong>de</strong> esclamar como yo prodigiosa mudan­<br />

za <strong>de</strong> las cosas 1<br />

El hombre-barrena manda en el mundo, por­<br />

que como es múltiple con tanta ostensión y co­<br />

mo siempre anda haciéndose casa, no hay punto<br />

don<strong>de</strong> no haya establecido sus reales. En los<br />

buenos tiempos <strong>de</strong>l absolutismo, principió por<br />

363<br />

establecerlos en el Rastro ; hoy día los tiene ya<br />

en los parlamentos inviolables. En los oficios,<br />

creó el <strong>de</strong> zapatero <strong>de</strong> viejo; en las i ndustrías, la<br />

máquina <strong>de</strong> hacer alfileres; en el tráfico, creó el<br />

<strong>de</strong>l ropavegero; en el comercio, creó las pren<strong>de</strong>­<br />

rías; en la imprenta, la prensa periódica; en la<br />

filosofía el eclecticismo; en la política, el sistema<br />

representativo. El hombre-barrena es el inven-<br />

tor <strong>de</strong> la cola-piscis, <strong>de</strong> la piedra rasoria, <strong>de</strong> los<br />

gemelos, <strong>de</strong> los carteles <strong>de</strong> las esquinas, <strong>de</strong> las<br />

covachuelas, <strong>de</strong>l arte poética, <strong>de</strong>l modo <strong>de</strong> qui­<br />

tarse las pecas déla cara, <strong>de</strong> los candiles <strong>de</strong><br />

cuatro mecheros, <strong>de</strong> los vestidos <strong>de</strong> arlequín,<br />

délas coberteras <strong>de</strong> hoja <strong>de</strong> lata, <strong>de</strong> los royes<br />

constitucionales, <strong>de</strong> las casas <strong>de</strong> beneficencia y<br />

<strong>de</strong> los diamantes <strong>de</strong> vidrio.<br />

¿Veis aquel animal débil, asustadizo y caute­<br />

loso que va disimuladamente <strong>de</strong>tras <strong>de</strong> aquel<br />

león para aprovecharse <strong>de</strong> los <strong>de</strong>spojos <strong>de</strong> la pe­<br />

lea? aquel es el hombre-barrena, que se ha apo­<br />

<strong>de</strong>rado <strong>de</strong> todo cu este mundo, porque semejan­<br />

te al aceite que por todo poro penetra, como el<br />

mercurio que se come el oro , os fusible, sutil,<br />

tortuoso, semejante al calórico que en todas<br />

partes se mete ¿cómo pues cstrañais que se baya<br />

apo<strong>de</strong>rado <strong>de</strong> todo, hasta <strong>de</strong>l imperio <strong>de</strong> las na­<br />

ciones? Ni podía menos <strong>de</strong> suce<strong>de</strong>r así; el hom­<br />

bre-barrena, que no pue<strong>de</strong> volar, no hace mas<br />

que reunir piedras para construir una escalera;<br />

las piedras son las flaquezas déla inteligencia<br />

agena y los <strong>de</strong>fectos <strong>de</strong> la constitución social;<br />

como esta presenta tantos intersticios al diente<br />

roedor <strong>de</strong> la polilla, la polilla corroyó las en­<br />

trañas <strong>de</strong> la sociedad, y esta tuvo gangrena y<br />

gobierno representativo. El criminal lucha brazo<br />

á brazo con ella. el tirano la domina á la fuerza,<br />

el hombre-barrena la ulcera.<br />

El hombre-barrena es la langosta, las chin­<br />

ches en catre viejo, las hormigas en la era, los<br />

ratones en el gabinete <strong>de</strong>l sabio. ¿A dón<strong>de</strong> irá<br />

uno que logre escapar <strong>de</strong>l hombre-barrena ?<br />

Concluiré este escrito con una observación <strong>de</strong><br />

mucho poso en la historia , y así se sacará algún<br />

fruto <strong>de</strong> leerlo. Yo por lo que me he ocupado <strong>de</strong>l<br />

hombre-barrena, no dudo que las plagas <strong>de</strong><br />

Egipto no fueron siete sitio ocho: me fundo eu<br />

que habiendo querido Dios castigar á esta na­<br />

ción , los hombres-barrenas que en ella hubiera

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!