UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID
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Capítulo 1<br />
componente. Además, las partículas cargadas provocarán un leve daño por desplazamiento en el<br />
material y posibilitan la aparición de sucesos aislados.<br />
En cambio, en el LHC, el principal daño producido por radiación será el daño por<br />
desplazamiento debido al impacto de partículas despedidas desde el haz. Esta es una de las<br />
principales diferencias con los componentes enviados al espacio, en los que el mayor daño será<br />
producido por mecanismos ionizantes sobre los no ionizantes, a pesar de que ambos están<br />
presentes.<br />
En general, los dispositivos bipolares son mucho más sensibles al daño por desplazamiento<br />
siendo mucho menor el daño por ionización. En los dispositivos CMOS, la relación se invierte.<br />
A pesar de que el daño producido por la radiación esperada en el LHC es mayor que la que se<br />
prevé en otros ambientes, existe una importante ventaja: En cualquier momento, se pueden<br />
reemplazar los circuitos electrónicos. En cambio, una vez lanzado un satélite, no se puede hacer<br />
nada si la circuitería se daña severamente.<br />
Para solucionar el problema de la radiación, existen dos líneas de trabajo: RADHARD y<br />
COTS. La primera opción es un acrónimo de RADiation HARDened (Resistente a radiación) y se<br />
fundamenta en el hecho de que, puesto que se conocen los efectos de la radiación sobre los<br />
materiales, es posible construir un circuito integrado que sea insensible a ellos. Por ejemplo, se<br />
sabe que, cuanto mayor sea la respuesta en frecuencia de un transistor bipolar, mayor es su<br />
tolerancia al daño por desplazamiento. Por tanto, un circuito integrado RADHARD utilizará<br />
transistores que trabajan a frecuencias muy superiores a las de los dispositivos comerciales,<br />
incluso si el circuito integrado final va a trabajar como máximo a unos centenares de hertz.<br />
Otras opciones serían el uso de tecnologías SOI para evitar algunos sucesos aislados, crecimiento<br />
de óxidos epitaxiales de muy alta calidad, etc.<br />
El problema de las tecnologías RADHARD es el gran coste que conllevan. En general, los<br />
componentes de este tipo requieren de un mayor número de pasos de fabricación y el número de<br />
posibles compradores es muy restringido. Por esta causa, las compañías que fabrican estos<br />
componentes piden un precio muy alto por las muestras vendidas. Por ejemplo, el precio de un<br />
dispositivo RADHARD puede centuplicar el valor del dispositivo equivalente comercial.<br />
La política COTS soluciona parcialmente este problema. COTS significa Commercial Off<br />
The Shelf (Comercial de la Estantería). Fue propuesta en 1994 por W. Perry, Secretario de<br />
Defensa de los Estados Unidos de América, con el objeto de aliviar los presupuestos de las<br />
diversas agencias militares norteamericanas [Win99]. Esta política encontró gran aceptación en<br />
Europa por razones de tipo político. El gobierno de E.E.U.U. considera tecnología militar a los<br />
componentes RADHARD por lo que pone trabas a la exportación de estos componentes. El uso<br />
creciente de componentes comerciales reduciría en un futuro la dependencia de la industria<br />
europea frente a la política estadounidense.<br />
La principal idea de esta línea de trabajo es utilizar componentes comerciales que han sido<br />
probados anteriormente en un ambiente de radiación parecido a aquel en que se va a emplear el<br />
componente. Si se ha comprobado que el componente tolera la radiación, puede proponerse su<br />
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