Número 88 - Instituto Nacional de Administración Pública, AC

economía colonial. En gran medida, era
el resultado de las modificaciones dirigidas
a mejorar los procedimientos hacendario-fiscales,
que se introdujeron
en el virreinato a partir del reinado de
Carlos IIJ y del gobierno de los virreyes
ilustrados, especialmente el de Revillagigedo.
La afirmación anterior se comprueba
con la tabla que da cuenta de los
ingresos de la Real Hacienda, en ciertas
épocas del siglo XVIII.
1712
Promedio de
1780-1784
1795-1799
La última cantidad coincide con el cálculo
de Humboldt para el año de 1803,
y puede decirse que esta recaudación
se mantuvo aproximadamente estacionaria
durante la primera década del
siglo XX.
Antes de que iniciara la guerra insurgente,
durante 1800-1810, el virreinato
produjo recaudaciones máximas, calculándose
el promedio de ingresos en 20
millones de pesos por año, que se distribuían
de la siguiente forma:
Gastos de administración
Gastos de guerra
Ramos remisibles
a España
REVISTA DE ADMrNISTRACIÓN PÚBLICA 387
3.069,400
18.176,469
20.462,307'
5.250,000
4.650,000
4.280,000
Situados ultramarinos
de las posesiones
de América y Asia
Sobrante remisible
a España
Total:
3.500,000
2.320,000
20.000,000 6
Durante los años de 1810 a 1820, tanto
los ingresos como los egresos de la Real
Hacienda sufrieron notables cambios.
Los motivos fueron: la exigencia de
aumentar el numerario que se enviaba a
la Península, para combatir las fuerzas
de Napoleón, y la enorme disminución
de ingresos causada por la lucha insurgente,
y el consiguiente aumento de los
gastos del ramo de guerra en la colonia.
Para resolver tales problemas se aumentaron
en forma desmesurada los
impuestos, se crearon nuevos, se recurrió
a los préstamos forzosos, se confiscaron
los bienes de los insurgentes,
etcétera.
Cambios también de importancia en la
hacienda pública ocasionaron algunos
decretos de las liberales Cortes de
Cádiz, como las ya citadas derogación
del tributo personal de los indios, abolición
del tribunal del Santo Oficio y
confiscación de sus bienes, y otras medidas
de menor monta como la libertad
del buceo de la perla y la pesca de la
ballena, nutria y lobo marino, y la extinción
de los estancos menores de cordobanes,
alumbre, plomo y estaño.'