los molinos del altoaragon - Instituto de Estudios Altoaragoneses
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truyó parle <strong><strong>de</strong>l</strong> azud que servía para <strong>de</strong>sviar el agua hacia el molino y las huertas<br />
<strong>de</strong> Poleñino; Lancan redactó un proyecto para reparar provisionalmente el<br />
azud y dirigió las obras. Al año siguiente una nueva riada <strong>de</strong>sbarató <strong>de</strong> nuevo la<br />
presa; Lancan concibió otro para construir un azud, una acequia y un par <strong>de</strong><br />
acueductos.<br />
Todos estos proyectos se guardan en el Archivo Torres Solanot. Junto a<br />
el<strong>los</strong> se encuentra el <strong>de</strong> parte <strong>de</strong> un molino harinero <strong>de</strong> dos cárcavos. Como<br />
quiera que junto a <strong>los</strong> dibujos no aparece el nombre <strong><strong>de</strong>l</strong> molino ni el lugar don<strong>de</strong><br />
ha <strong>de</strong> construirse, no sabemos <strong>de</strong> cuál se trata, tal vez sea el <strong>de</strong> Poleñino.<br />
El proyecto <strong>de</strong> Lancan nos sirve para comprobar cómo <strong>los</strong> <strong>molinos</strong> que<br />
se construían al comenzar el siglo XIX eran exactamente iguales a <strong>los</strong> <strong><strong>de</strong>l</strong> siglo<br />
XVI. Quizá, como fruto <strong>de</strong> <strong>los</strong> métodos racionalistas heredados <strong>de</strong> la<br />
Ilustración, el proyecto es más meticu<strong>los</strong>o y la planificación previa al inicio <strong>de</strong><br />
<strong>los</strong> trabajos más <strong>de</strong>tallada que en el siglo XVI. También se pue<strong>de</strong> pensar que es<br />
más hijo <strong><strong>de</strong>l</strong> buen hacer <strong>de</strong> Lancan que <strong>de</strong> las prácticas habituales en aquel<strong>los</strong><br />
días, pero no es así: <strong>de</strong>s<strong>de</strong> mediados <strong><strong>de</strong>l</strong> siglo XVIII se venían dibujando herniosos<br />
planos coloreados en <strong>los</strong> que plasmaban <strong>los</strong> proyectos <strong>de</strong> presas y <strong>de</strong><br />
<strong>molinos</strong>. No habían cambiado <strong>los</strong> materiales ni las formas, pero la organización<br />
<strong><strong>de</strong>l</strong> trabajo quizá estaba avanzando.<br />
Los trabajos se proyectaban y se realizaban con cierto esmero. Las características<br />
<strong>de</strong> la obra y las condiciones en que había <strong>de</strong> realizarse ya no se consignaban<br />
sólo en una escueta capitulación. Se evaluaban costes, se dibujaban<br />
planos, se discutían <strong>los</strong> <strong>de</strong>talles antes <strong>de</strong> comenzar a construir. Contamos con<br />
un relato pormenorizado en el que un albañil <strong>de</strong> Graus indica todos <strong>los</strong> pasos<br />
que dio mientras preparaba la construcción <strong>de</strong> un molino <strong>de</strong> aceite en el año<br />
1806. El albañil se llamaba Juan Trilla y construyó el molino para el barón <strong>de</strong><br />
Abella <strong><strong>de</strong>l</strong> que se habla con más <strong>de</strong>tenimiento en otras páginas <strong><strong>de</strong>l</strong> libro porque<br />
ofrece un ejemplo excelente <strong>de</strong> lo que eran y representaban <strong>los</strong> <strong>molinos</strong> señoriales.<br />
Don Antonio <strong>de</strong> Subirá, barón <strong>de</strong> Abella, tenía casas en San Román <strong>de</strong><br />
Abella. en Barcelona y en Graus. Cuando encargó a Trilla que le construyera un<br />
molino aceitero en Abella, el barón se <strong>de</strong>cía vecino <strong>de</strong> la villa ribagorzana, en<br />
cuya plaza Mayor poseía una hermosa casa <strong>de</strong> muros policromados en <strong>los</strong> que<br />
<strong>de</strong>stacaba la figura <strong><strong>de</strong>l</strong> Gran Arquitecto <strong><strong>de</strong>l</strong> universo. Abella. el lugar que daba<br />
nombre a su baronía, era un lugarejo colgado en un precipicio calizo <strong>de</strong> las<br />
montañas <strong><strong>de</strong>l</strong> Pallars. A <strong>los</strong> pies <strong>de</strong> la al<strong>de</strong>a corría un arroyo que, tras cruzar un<br />
<strong>de</strong>sfila<strong>de</strong>ro, caía por una cascada: un sitio i<strong>de</strong>al para construir <strong>molinos</strong>. No en<br />
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